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Aliah

Me gusto el viaje familiar que mi cuñada planeo por el cumpleaños de los gemelos, ese viaje hará que olvide mis problemas amorosos y que tenga unas muy buenas vacaciones familiares, la villa es sumamente hermosa y en este lugar el arte se expresa en todo su esplendor, dándome ganas de bailar y así lo hago mientras me expreso con mi arte la dueña del lugar aplaude contenta por lo que esta viendo.

- Bravo, que hermoso talento, todos los hijos de Egipto son talentosos - afirma algo contenta mientras llega a estar a mi lado - pequeña deberías ir donde esta tu familia - susurra cerca de mi oído y eso me da escalofríos.

- En un rato iré a la piscina - informó y ella asiente para salir de la sala.

- Deberías llamarlo - susurra mientras se va del lugar y me quedo atónita por lo que dijo.

Observó mi teléfono con algo de recelo ya que el dijo que me buscaría, estoy esperando con la mejor cara y sigo aquí, cumpliendo con lo prometido. Subo hasta mi habitación para poder me coloco un traje de baño para poder salir a la piscina, me quedo como una idiota mirando todo el panorama mientras algunos si disfrutan del ambiente y yo solo puedo quedarme en una esquina pensando en el.

- ¿Quieres entrar a la piscina conmigo? - me pregunta mi cuñada y asiento para caminar tomando su mano, ella esta tratando de sacarme de mi burbuja, en la que me encuentro actualmente, es que lo extraño.

- Te vez algo radiante actualmente - susurro sin darme cuenta y esta ríe con mas ganas.

- El poder del amor es algo maravilloso, deberías enamorarte, siempre tendrás chicos que estén esperando por ti - dice mientras se introduce en el agua y yo solo me quedo en la orilla mirando como nada, quisiera tener algo de valor como ella.

Comenzamos a hablar de temas triviales que me ayudaron a despejar la mente, pero a lo lejos escucho una suave voz que me llama a lo lejos y cuando giro mi cuerpo puedo verlo de lejos.

No puedo explicar lo que sentí, pero algo se movió dentro de mi, que hizo que me pusiera nerviosa con solo sentir su presencia, sin pensarlo me arroje al agua para perder sus ojos de mi, y siento como respiro un poco cuando me refresco. Cuando levanto mi cuerpo, me apresuro a recoger mi cabello y puedo sentir como alguien me ofrece su mano.

- Te traje una toalla para que cubras tu cuerpo - murmura con incomodidad y me sonrojo cuando lo veo tan cerca de mi.

- Viniste a buscarme - susurro sin pensarlo pero ignoro todo para tomar la toalla entre mis manos y cubrir mi cuerpo con la misma.

- Prometí que lo haría, ya me tienes aquí - responde a mi cuestión en si y me pongo mas roja - quiero tener algo contigo, quiero que todos sepan que te quiero - afirma mientras sigue cada uno de mis movimientos - quiero casarme contigo, ya me canse de esperar todo este tiempo por ti - dice y mis hermanos se giran a vernos y me apresuro a cubrir su boca con mi mano, la cual lame como si fuera un pequeño cachorro.

- Cállate, si mis hermanos saben nos mataran a los dos - murmuro por lo bajo y este ríe con ganas - después mi madre lo sabrá, sabes como ella se puso la primera vez, creo que no aceptaran que estemos juntos - afirmo algo incomoda.

- Mi queridísima tía ya sabe todo y tu padre también, a los gemelos se lo acabo de decir - ríe con ganas mientras me muestra sus brazos para que corra a abrazarlo, pero recuerdo las noticias de estos días.

- Que me puedes contar de tu compromiso con la señorita Maitre - afirmo algo molesta por las noticias que circulan de ellos - esta embarazada de ti - grito algo furiosa y comienzo a alejarme de todos los presentes para que no presencien nuestra pequeña discusión.

- El compromiso es algo inventado por Sorangel y otra cosa pequeña lactosa - se aferra a mi cintura quedando a solo centímetros de mis labios - soy infértil, lamento decírtelo tan tarde, tendremos que adoptar niños - trata de aligerar lo que me ha dicho, pero se aferra a mis labios sin que pueda procesar lo que me ha dicho.

- Es algo bueno ya que no quería abandonar el ballet por estar con tus hijos - afirmo tratando de ponerle algo de ambiente a nuestra conversación.

Narrador

El la besa sin importarle nada y a todos le sorprende su acción, pero ella se aleja de una vez de él con algo de nerviosismo en su cara.

- Estas loco, mis padres están acá - afirmó molesta y el comienza a reír.

- Ya ha hablado con ellos, saben que vine a buscarte, quiero que seas mi esposa - susurra mostrándome unas argollas de oro blanco - las tengo desde que me olvidaste, lamento haberte dicho como me sentía y alejarnos estos años - exclama mientras se aferra a mi cuerpo - me aceptaras después de todas mis estupideces - pregunta y no se que decir.

- Te amo Adom Dur y te he esperado siglos, claro que acepto ser tu esposa - grito fuerte y claro, aunque creo que nadie nos escucho. El se apresura a colocar el anillo en mi dedo, conectandobos y volviendonos un solo corazón.

De pronto siento como el día se oscurece y aparecen los guardias de Bastet trayendo consigo una fruta dorada.

- Ramsés IV por tus pecados de tu vida anterior, la diosa Bastet te libera por cumplir fiermente con tu palabra y volverte alguien comprensivo - se acerca a mi tocando mi cara - se te entregará lo que haz perdido, el amor de una madre, tu fertilidad y tu orfato - susurra tocando mi corazón y siento una gran descarga que desgarra mi cuerpo.

- Lo acepto como un humilde siervo - me inclino aceptando esos regalos, siento como mi corazón se llena de vida y comienza a latir con más fuerza, los olores se cuelan por mi nariz dejándome más que extasiado por volver a sentir el olor de todo lo que amaba y me gustaba.

- Aliah Armet, la mejor creación de la diosa a ti, ella te envía el hijo que jamás pudiste consevir - le entrega la fruta - debes comer la toda y su hijo podrá nacer en esta vida - susurra con algo de calidez para ser un chacal.

- Ella al final no se olvido de mi - digo tomando la fruta entre mis manos para comerla sin dejar ni un bocado.

- Tus puros sentimientos lo liberaron, el amor que le ofreciste libero a él último faraón de sangre mixta del antiguo Egipto, mi papel fue cumplido volveré al reino de los dioses a dormir hasta que mi diosa vuelva a casa - se despide desapareciendo de nuestra vista.

El toma mi cuerpo en volada para celebrar que ya somos libres de su pecado, ya podemos vivir juntes sin importarnos nada.

- Te amo Aliah Armet, te amo demasiado - grita a todo pulmor sin importarle nada.

- Yo también te amo Adom, desde ahora podemos ser solo nosotros - celebra con emoción en su voz y los que observan la escena se maravillan por el amor de un par de jóvenes.

Nos besamos con pasión reprimida y escuchamos algunos gritos de emoción, en verdad amo a este hombre que se encuentra delante de mi.

Fin primera historia.

Hola mis queridos lectores como acabaron de leer esta fue la historia de Adom y Aliah, concluyó de esta manera y espérenme con la segunda historia.

Cómo ya han leído tienen una idea de cuál será el próximo en expiar sus pecado.

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Melcorl

Se despide Lissa y nos vemos después con el segundo capítulo de esta novela.

24/03/2021

El pecado del Faraón (saga Faraón) IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora