Termino de preparar el desayuno para caminar hasta la mesa y ver como sus muslos están a la vista siempre me a gustado las chicas con piernas largas y eso fue uno de los detonantes que llamaron mi atención hacia ella, cuando la vi bailar ella capturo toda mi atención, aunque yo solo estoy en bóxer me veo bastante bien con una pequeña barba de algunos días.
Observo como ella come en silencio, en algún momento veo como se ensucia con la comida y mi mano toca su rostro para retirar sus migajas, llevó ese dedo a mi boca para saborear lo.
- No hagas eso - súplica y la ignoro para tomar un poco de café.
- Dime este gesto, ¿Qué te hace pensar? - preguntó cómo un pequeño niño que acaba de descubrí una casa de chocolates.
- Que quiero comerte en la mesa - dice y trago grueso al escucharla, la pequeña lactosa se está volviendo una sádica - con tu permiso, tengo un postre que comer - agrega mientras se quita los botones de mi camisa y camina a mi.
- Creo que juntarte conmigo te volverá adicta al sexo - acarició su cintura antes de que ella se sentará en mis piernas - creo que el desayuno quedará para la próxima - agregó antes de tomar su cuello y besarla.
Acarició sus senos para quitar mi camisa, ella ríe por mis ganas que muestro para poder devorarla, bajo mis bóxer para penétrala encima de la mesa, si sigo así me correré rápido y ella no me la pone fácil cuando comienza a mover sus caderas haciendo que mis movimientos se vuelvan mas brusco, agarro su cabello para darle mi propio ritmo desenfrenado.
- Dime si te hago daño - susurro antes de introducir mi dedo pulgar en su boca para que lo chupe y eso ella hace -aprendes rápido -agrega contento.
- Tengo un buen maestro - gime bajito mientras sigo penetrándola.
-Mi pequeña lactosa - gruño en su oído antes de venirme dentro de ella sin ningún cuidado, siento como ella sigue moviéndose hasta que consigue su liberación.
- Odias la leche y me diste ese ridículo apodo - dice acariciando mi rostro y yo quise responder que la amo pero de mis labios esa maldita palabra no saldrá.
- Vamos a darnos un baño- propongo tomándola en manos para ir hasta el baño - la compañía tendrá un evento de caridad el día de mi cumpleaños, deseo que vayas conmigo - digo cuando ella está en mi pecho.
- Claro que iré - susurra antes de caer dormida.
Terminó de bañarla para salir de la tina y colocarle algo de ropa interior junto a una de mis camisas, yo me coloco un traje blanco con ms zapatos de vestir para ir a trabajar dejando que duerma y recupere sus fuerzas, escribo una simple nota para que sepa que nos veremos a la hora de cenar.
Salgo de la casa tomando mis llaves, billetera y teléfono entre mis manos, Albert me abre la puerta del auto para ponernos en marcha de una vez.
- Envía la nueva colección de gala para damas a mi departamento - pido mientras reviso algunos papeles.
- ¿Pará la señorita Aliah? - pregunta y asiento.
- Qué todo sea perfecto, debo presentar a la futura señora Dur, ya que Sorangel quiere un espectáculo se lo daré - sonrió.
- Es rato verte en esta faceta de enamorado - agrega incómodo mientras conduce.
- Hasta yo me doy asco, pero es bueno encontrar a alguien que te comprende - murmuró para enfocarme en mis cosas.
- Deberías pensarlo un poco más - propone y dejo de revisar mis cosas para mirarlo.
- No tengo nada que pensar - digo para ignorarlo pero antes agrego - deberías vigilar a Lucas, esta alrededor de ellas.
La tarde en la compañía pasó lenta y con ella los días, ya es sábado y como en estos días es costumbre ella se despierta encima de mi totalmente desnuda, acaricio su espalda par aspirar su rico aroma, estoy tratando de crear un perfume que siempre me recuerde a ella, ese será mi regalo perfecto .
- Feliz cumpleaños a ti - canta en voz baja mientras abre sus ojos.
- Gracias mi amor - beso sus labios para girarla - ¿Qué me darás de regalo?- pregunto mientras acaricio su seno.
- Te he preparado algo - afirma saliendo de entre mis brazos - ve a darte un baño mientras yo busco tu regalo - agrega obligándome a levantarme de la cama.
Tomo una toalla para darme una ducha, cuando termino salgo para poder rasurar mi pequeña barba de algunos días, cuando me gusta lo que veo salgo para poder colocarme un chándal junto a un abrigo con unas sandalias, ya listo salgo de la habitación con mi teléfono en manos para ver como el desayuno esta listo.
- Esto se ve delicioso - la felicito mientras tomo asiento a su lado
- Iremos a comer a un buen restaurante y saldremos de compra y todo será pagado con el dinero que gano - dice y la felicito con la mis manos.
- Comprare muchas cosas - digo y ella se pone pálida y comienzo a reír con ganas, ella debe imaginarse que no le dejare nada en la tarjeta - ve a ducharte mientras desayuno, para salir de una vez - agrego y ella hace lo que pido.
Espero que ella termine de alistarse para poder desayunar juntos, reviso algunos papeles ya que pedir un día libre es un problema ahora y debo trabajar desde casa, si sigo como ahora puedo recuperar mi compañía, ellas saben que sin mis perfumes la compañía se cae a pedazos.
Siento su olor corporal y giro para verla arreglada, se sienta a mi lado para desayunar, cuando terminamos le entrego la llave de mi auto, veo como ríe con animo.
- Sabias que quería conducirlo - dice emocionada.
- Solo no quiero conducir - afirmó y ella me da un golpe en el pecho - hoy es el día en que nací deberías estar feliz de tenerme acá - agregó.
- Iré a casa por el cumpleaños de los gemelos - dice mientras subimos al ascensor.
- Ellos están de cumpleaños el lunes, debo comprarle unos regalos - recuerdo observando mi teléfono.
- Comprare algo de tu parte - toma mi mano para caminar hasta el auto, se emociona al ver que va a conducir mi nuevo ferrari.
- ¿Estas lista para esta noche? - pregunto cuando toma mi mano para obligarme a subir al lado del copiloto.
- Claro que estoy lista, hoy será una noche inolvidable - grita subiendo al auto.
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El pecado del Faraón (saga Faraón) III
FantasyFuiste enviada por los dioses para castigarme por haber matado a mi propio padre. Vuelve a gritar como siempre lo hace desde que llegue y yo solo respondo como en cada ocasión. Sabes que para eso vine, haré tu vida tan miserable que desearas no habe...