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Cuando termino de hablar con mi tía me sorprende que haya aceptado de una vez pero también se lo atribuyó a que ella viajará con mi tío hacia Egipto, antes cuando sabía sobre nuestros sentimientos ella se volvía loca separandonos y me lastimaba su actitud. Aunque debo admitir que soy un maldito hijo de puta y que merezco lo que me esta pasando.

Regresó a la habitación para verla mirar por la ventana, parece un ángel tan ajena a la maldad que una vez la poseyó como suya.

- Hablaré con el doctor, tus padres te dejaron venir conmigo - digo sin emoción ya que estaremos juntos en el mismo lugar y dudo de que me pueda controlar - pero solo durarás a mi cuidado un mes, cuando tus padres regresen de su viaje te vas - agregó girando me para no ver su reacción.

- Aprecio que me lleves contigo - es lo último que escucho de su parte porque escapó de esa habitación.

Cuando salgo me quedo pensado en el. Pasillo hasta que veo a él doctor, el me explica la situación y me da las indicaciones de su tratamiento y las pastillas que debe tomar para recuperarse rápido y seguir bailando, cuando terminamos de hablar salgo del hospital.

Tomó asiento en las bancas que se encuentran afuera del hospital, necesito aire fresco, mi abundante cabello cubre mi rostro mientras observó el suelo con mis manos juntas, cuando ya estoy calmado levanto mi mirada encontrándome con aquella chica que solo posee el parecido de mi único amor en mi vida pasada.

- Es bueno encontrarte después de dos años - susurra sentándose a mi lado - ¿A donde huiste? - pregunta mientras ve cómo me encuentro.

- Me gusta viajar y explorar nuevos lugares - afirmó con ánimo.

- Tenía miedo de que te hubiera ocurrido algo - acaricia mi rostro haciendo que quiera su toque.

Se que en esa cama de hospital me espera la mujer por la que sufrí, con la que tuve mi vida pasada y la que amo, pero verla de cerca, aquí junto a mi con el cuerpo y cara que ella poseía hace dudar a mi cabeza.

- Solo tomé unas largas vacaciones - apartó su toque de mi para levantarme del lugar.

- Deberíamos ir a cenar, por los viejos tiempos - muestra su tarjeta de trabajo - podemos darnos una oportunidad ya que nunca haz tenido nada serio con nadie - agrega.

- Es buena la idea, estaré en la ciudad por dos días más o menos, podemos ir a cenar y tener una buena noche - digo sin importarme nada, soy un adicto al sexo y dos años de abstinencia ya me están pesando, ella ya hizo su vida y se acostó con él capullo de Daniel - solo eso te puedo dar, ya no puedo volver a tener mi antigua vida - agregó acercándome a ella para besar sus labios.

- ¿Sigues teniendo el mismo número? - pregunta y asiento - te llamaré esta noche - agrega limpiando mis labios que están manchados con su labial.

- Esperare tu llamada - por lo menos puedo soñar que es ella con la que tendré sexo.

Vuelvo a la habitación del hospital para ayudarla a arreglar su bolso, veo que ya le habían colocado el yeso y le entregaron unas muletas que la ayudarán a caminar, cuando tenemos todo lo suyo la ayudó a caminar hasta el auto, tomó sus muletas para colocarlas en el asiento de atrás, dejando el bolso en el maletero.

- Esta noche iremos a mi departamento - informó cuando estoy sentado en mi lugar, enciendo el auto para ponernos en marcha - ¿que opinas de ir al bosque? El aire te hará bien - digo.

- Por mi esta bien - eso es lo único que dice.

- Nos iremos mañana temprano - digo y ella me ignora colocándose sus auriculares.

Trato de controlar mi enojo para conducir por la ciudad, cuando estoy en mi edificio, la ayudo con sus cosas para subir por el ascensor, ella me ignora todo el camino, hasta que estoy delante de mi puerta introduzco mi código para poder pasar a la sala de estar. Por lo menos no esta llena de polvo ya que siempre lo mando a limpiar porque algunas veces vengo por negocios, me acerco a ella para quitarle sus auriculares y me pueda prestar atención.

- Puedes dormir en la primera habitación, lleve tu bolso a esa - le señaló el camino y toma sus auriculares de mi mano para caminar con ayuda de su muleta hasta la habitación - ¿Porque me ignoras? No fui yo el que te pidió venir conmigo - agregó molesto y ella se gira para darme una horrible mirada.

- Se que fui yo la que quiso venir contigo, hoy no tengo la fuerza de hablar contigo - murmura y toco su hombro sin importarme mis sentimientos.

- No volveré esta noche, puedes pedir que te suban la cena - dejo mi tarjeta de crédito en su mano - solo puede entrar Albert a esta casa - agregó molesto.

- Por mi genial, no tengo el ánimo para probar nada - deja la tarjeta en la mesa y sigue su camino.

Salgo de ese lugar molesto para tomar mi auto y comenzar a dar vueltas por la ciudad, recibo un mensaje con la dirección de un hotel, cuando llego al lugar me guían hasta el restaurante.

De lejos veo como ella tiene una copa de vino entre sus manos y me señala con ella, dejo mi tarjeta de crédito para pagar la cuenta por adelantado, llegó a su lado para besar su mejillas.

- Es bueno verte Thomas - dice mientras huele el vino - deberías oler esto, puedes sentir la escensia del vino - agrega cuando me sirven una copa.

- Ya no me interesan las fragancias, deje todo atrás - de gusto del vino para poder pedir el menú con la mano.

- Es raro, antes no hubieras aceptado cenar conmigo - susurra mientras deja su copa de lado.

- Antes no te consideraba una mujer exquisita, eras muy joven y te faltaba algo de malisia para llamar mi atención - señaló el bistec para dejar la carta de lado - ahora me recuerdas demasiado a alguien que quiero volver a poseer - digo sin una pizca de pena.

- Por esa razón siempre me gustaste - corta su carne en pequeños trozos para introducirlo en su boca de manera sensual, tratando de avivar la llama que tiene años apagada.

- ¿Quieres dejar la cena de lado? Y subir a la habitación - afirmó levantandome de mi asiento para ofrecerle mi mano.

- Por mi genial - toma su saco junto a su bolso para tomar mi mano - reserve una buena habitación - agrega mientras caminamos con calma.

-Debo buscar mi tarjeta de crédito - digo cuando llegamos al lado del camarero y el me entrega mi tarjeta junto a un recibo el cual arrojó a la basura.

Sorangel sonríe mientras subimos por el ascensor ya que esta noche se hará posible sus sueños de tener mi atención, no me sorprendo de entrar a una suit privada y que ella atacará mis labios de una vez.

Río mientras ella se quita su fino vestido azul, se vistió de esta manera por mi y me alaga por esa razón acarició sus hombros mientras nos besamos.

Dejame creer que es ella la que se encuentra entre mis brazos, déjame creer que solo por esta noche ella recuerda que la amo, solo por esta noche deja que te vuelva a amar Aliah.

La tomo en brazos para llegar hasta la cama, la dejo de manera delicada para poder mirar su rostro, es igual a ella, me quito mi ropa mientras ella observa como una virginal, quiero creer que es mi Aliah la que se encuentra desnuda en esta cama.

- Hazme tuya Thomas - súplica y beso sus labios para callar sus reclamos.

- Gime mi nombre real mientras te hago mía - gruñó bajo mientras acarició sus pliegues mientras mis besos comienzan a bajar por si solos.

- ¡Oh! Adom - susurra con esa voz angelical que alguna vez suplicaba llamándome Ramses.

Solo por esta noche olvidare que alguna vez nos separamos, siempre te amaré Aliah Armet.

El pecado del Faraón (saga Faraón) IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora