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No sé cuándo comenzó la obsesión de mi madre Isis con que matara a mi padre Ramsés III todo comenzó cuando mi padre se enamoró de su concubina Nefera, él me contaba magnífica historia sobre ella relato sobre su gran belleza y sobre el gran amor que poseía por ella.

Mi nombre es Ramsés IV y soy un hijo de un faraón que llora la pérdida de su consorte y el hijo que jamás pudo conocer sé que no soy hijo de mi padre y que mi madre es la peor escoria que existe.

Así como sé que no soy hijo de mi padre también sé que soy el tercer embarazo de mi madre. Porque el único hijo verdadero de Ramsés III murió cuando nació, después el segundo embarazo de mi madre también murió al año y yo fui el último, el agraciado, el pequeño que llenaria el vacío de los dos primeros hijos.

Caminó por los pasillos del palacio buscando a mi madre la cual se encuentra la biblioteca real, junto al guardia que es su espía y el que era el mejor amigo de mi padre, sé que ella es una de sus mujeres y puedo jurar que él puede ser mi padre.

- Madre, ¿esta noche mataremos a mi padre? - informó sentándome a su lado.

- No te desesperes, el ya morirá - ríe y me retiro para caminar hasta mi habitación.

Tomo uno de mis libros de historia para comenzar a leer lo en tranquilidad, veo como entra mi padre para desearme unas buenas noches, nuestra relación es buena y me duele lo que mi madre hará, pero él nunca ha estado vivo y yo ya deseo el trono demasiado para mí.

Peinó mi larga cabellera negra para recogerme el cabello en una coleta y bañarme en la gran piscina de agua tibia que los esclavos preparan para mí. Cuando ya estoy listo me visto con la ropa de un faraón y tomo el cuchillo que Ramsés me regalo, veo como mi madre espera y caminamos hasta llegar a la alcoba de mi amado padre.

Ella ingresa y arroja un grito de dolor cuando ve que él ya había muerto, toma su cuchillo y degollar su cuello para sentir alivio.

- Madre, ya mi padre estará en un mejor lugar - digo antes de clavar mi cuchillo en su espalda haciendo múltiples heridas.

- Hijo, ¿tanto me odias? - pregunta mientras va perdiendo el color de sus ojos.

- Deberías saber que tu arruinaste mi vida, volviste infeliz al hombre que me crio y trataste de que lo matara - afirmó sin una pizca de emoción - ahora muere y que los dioses juzguen tu alma y que sufras por la eternidad - agregó saliendo de ese lugar.

Camino y veo como los guardias me miran incrédulos, voy hasta la silla majestuosa que siempre observaba para sentarme en ella y mirar el amanecer.

- Eres una escoria - gritan los monjes y rio.

- Deberían tratar bien a su rey - rio antes de que los guardias lo tomen en brazos y los maten - maten a todos aquellos que no vengan a inclinarse ante mi Ramsés IV, legítimo Faraón de Egipto - grito y los guardias hacen lo que pido.

Camino hasta la biblioteca para ordenarle a los guardianes de la historia de los antiguos faraones que eliminen toda existencia de Nefera la mujer que mi padre tanto amo y por la cual siempre ignoro a mi madre, haciendo que nazca de uno de sus guardias.

Me preparo para la coronación vistiendo la ropa del anterior faraón, entró al salón del trono y ya todos se encuentran aquí, veo a el sacerdote que me entrega la corona con rabia. Todos en Egipto saben que nunca portare la sangre de Ramsés III en mis venas, pero al final soy un rey y lo demostré al tomar el trono con solos 14 años.

- ¡Que viva el nuevo faraón de Egipto! - gritan todos cuando el sacerdote dices sus palabras de aceptación.

- Mi primera orden es eliminar los registros de la primera consorte de mi padre llamada Nefera y que cada pueblo vecino me regale a la hija más hermosa de su rey, quienes no cumplan se cortara toda conexión con Egipto - digo de manera arrogante para servirme del buen vino y comer delante de todos.

Nadie se atreve a dirigirme la palabra en lo que queda de la velada, al día siguiente me encargo de que sean sepultados los cuerpos de mis padres, como ordene a los días llegan mis princesas las cuales me servirán para cerrar tratados con algunas personas y que disfruten de su cuerpo mis invitados importantes.

Creo mi propio harem con un total de 14 mujeres hermosas y cada una más rara que la otra, pero jamás conseguí a la belleza que mi padre se refería cuando hablaba conmigo, ordenó que nadie toque lo que es mío y si descubro que alguna no es virgen daré guerra a su nación y les traeré a su padre en una pica. Mandó a construir un palacio al lado del mío en Tebas para esas hermosura.

Qué los dioses me libren del mismo destino maldito de mi padre y que me dejen gobernar de manera despiadada porque solo yo hará que esta nación crezca como es debido por algo siempre se me crio para que superará a mi padre.

Bienvenidas a la aventura de leer esta nueva historia, está será la tercera entrega de la saga y la última, lo estoy escribiendo porque muchos me pidieron conocer la historia del despiadado hijo de Isis.

Espero que esta historia cumpla con sus expectativas y que siempre me sigan apoyando.

Les escribe Mel, besos de nutella.

PD: estaré avisando de las actualizaciones del libro mediante mi instagram Melissa Natacha Cordero o melcorl. Por si desean mantenerse informados del avance del libro.

El pecado del Faraón (saga Faraón) IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora