Aliah
Lo que acaba de ocurrir me tiene indignada, mi primera vez fue tan suave y dulce, pude sentir como si el me amara pero su actitud al rato me descolocó y me dio una sensación de tristeza en su mirada, no deseo quedarme con esta horrible sensación, así que al rato de estar adolorida en mi cadera, me coloco una polera gigante y camino con tranquilidad.
Me asusta encontrarlo a cinco pasos de mi habitación, esta tirado en el suelo mientras llora. Me siento a su lado para acariciar su rostro y el me mira con ojos de súplicas.
- ¿Qué sucedió? - preguntó asustado y él está tratando de decir algo pero sus palabras no salen de su boca - abrazo su cuerpo para besar sus labios.
- ¿Cómo hiciste eso? - pregunta cuando nos separamos al rato.
- Tenías un ataque de pánico, leí que cortar tu respiración ayuda a que olvides lo que te está ocurriendo - acarició sus hombros mientras lo ayudó a levantarse.
- Gracias, aunque casi no podia respirar pero ver cómo me ayudabas, hizo que reaccionara - susurra mientras se arrastra hasta su habitación.
- ¿Quieres que te acompañe? - preguntó con nerviosismo.
- Si quieres quedarte con el idiota que te follo y salió de la habitación, por mi bien - tomó su brazo para que se apoye en mi y poder caminar hasta su habitación.
Todo es tan deprimente que estar en esta habitación, y mirar todo el negro que se ciñe hasta por las ventanas da miedo. Lo dejo en la cama y el toma mi brazo para que caiga en la cama con el.
- Tu olor me hace estar vivo - susurra mientras su nariz recorre mis hombros.
- ¿Como? - preguntó inquieta y él calla mi boca con un dulce beso.
Acaricia mi cintura y cierra sus ojos para poder dormír, copio su acción y me dejó caer en el sueño profundo.
Ismael
Salgo de bar para subirme en mi deportivo, llego a la casa de mi amigo Ricardo para comprar un poco de su mercancía, no soy un adipto pero cuando las consumo soy feliz y olvido que ella ya me abandono definitivamente.
Me abandono por alguien que si tiene tiempo para ella, que debía esperar siempre preferí la música antes que a todos, este es mi pecado, salgo del lugar mas que colocado para subir a mi auto y arrancar con furia, llego a mi departamento y subo por el ascensor privado y me sorprende encontrarla en mi puerta.
- Ismael, tu hermano - iba a decir pero la interrumpo antes de que pueda continuar.
- Hina volviste por mi - me apresuró a besar sus labios con pasión - vayamos adentro - suplico mientras acarició sus mejillas.
- Podemos ir adentro - sonríe y eso hace que pierda el conocimiento de mis acciones.
A la mañana siguiente me levanto con un dolor de cabeza fuerte, estoy tirado en la cama mientras siento un cuerpo desnudo a mi lado, comienzo a reír con ganas, se que no es ella, la última vez me lo dejó muy en claro que jamás volvería a mi.
Salgo de la cama para buscar mi billetera y arrojarle todos los billetes de 1000 dólares.
- Hora de despertar, toma el dinero y largate - digo señalando la puerta, sin llegar a interesarme su cara.
- Ya olvidaste lo que sucedió ayer, Ismael - susurra la voz de la novia de mi otra mitad y sin poderlo creer la observó con una pizca de vergüenza.
- ¡¿Con todas menos contigo?! - grito horrorizado.
- Debes hacerte responsable, Ismael te e amado, desde la universidad, no podemos darnos una oportunidad - súplica y camino tomando mi ropa con asco, como le pude hacer esto a mi gemelo a mi otra parte.
Mis lágrimas comienzan a bajar de mis ojos, faltan días para nuestro cumpleaños y yo acabo de arruinar su perfecta vida y con la mujer que el ama, grito con enojo, ella no debería haber estado en la puerta de mi casa.
- No debías estar aquí, largate de mi casa - grito con enojo arrojando todo a mi paso.
- Fuiste tu el que me beso - afirma y eso es lo que más me molesta.
- Debiste rechazarme, le arruine la vida a Abby - acarició mi cabello y sin pensarlo comienzo a golpear la pared con puro enojo.
- Cómo podría rechazar al amor de mi vida - trata de detenerme y la terminó arrojando al sofá.
- Estas enferma, Abimael debe saber con que clase de mujer está - grito y ella comienza a reír con gusto.
- Ve dile y yo le diré que me violaste - ríe con ganas haciendo que pare mis movimientos.
- El jamás lo creerá - digo convencido.
- No cuando sepa que su amado hermano se droga y está al borde de la locura - toma su ropa y se cambia con calma - debes saber que ya eres mio, Hina hizo bien en abandonarte o sino ella sería la siguiente en mi lista - toma su bolso para besar mi mejilla.
- Aléjate maldita loca, el va a creerme - murmuró para mi, ya que se que el siempre me a amado.
- El me ama mas a mi, deberías saber que el sin mi no viviría, si no quieres que tu hermano muera, no le digas algo que puede arruinar todo - me regresa el dinero y sale por la puerta - gracias por el buen sexo, yo debería pagarte para que puedas drogarte con ese dinero - se gira para decir esas últimas palabras y dejarme en completa soledad.
De mis ojos salen gruesas lágrimas, no tendré la cara para poder mirarlo, no de nuevo, soy el hermano mayor, su ejemplo a seguir, pero como pude hacerle eso a él.
El es un ser puro, mientras mis demonios me atormentaban no podía estar sin mis pastillas, las cuales moli para poder oler las por la nariz y tratar de olvidar todo, no merezco vivir soy la peor basura que pudo llegar a nacer.
ESTÁS LEYENDO
El pecado del Faraón (saga Faraón) III
FantasyFuiste enviada por los dioses para castigarme por haber matado a mi propio padre. Vuelve a gritar como siempre lo hace desde que llegue y yo solo respondo como en cada ocasión. Sabes que para eso vine, haré tu vida tan miserable que desearas no habe...