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Hoy es mi cumpleaños número 19 y como cada año, todos me traerán regalos majestuosos para su amado rey.

Quien dijo que un joven no podía reinar, está nación es más prospera y rica de lo que alguna vez fue con otros faraones, yo soy especial en lo que hago y al final convenzo a los demás de que me ayuden.

Visitó mi harem para ver a todas las hermosas princesas que caminan a lado de sus esclavas, más de una me odia por ofrecerla a mis invitados de honor para cerrar algún trato importante.

Se inclinan para saludarme y solo voy al lado de la más joven y preciada que tengo, con la única que he dormida de mi harem, a la única que jamás voy a separar de mi lado y la única que jamás le ofreceré a otro hombre. Ella es mía, mi querida Tentopet una sacerdotisa del dios Amón, el dios encargado de la creación.

Veo a esa sensual castaña con ojos verdes que me invita a sentarme a su lado para poder estar juntos.

- Mi amada concubina, este día te haré mi consorte y me darás a mis hijos - exclamó antes de besar sus labios.

- Estoy más que alagada por dejarme reinar a su lado - susurra recogiendo su larga cabellera en una trenza.

- Quiero que te prepares para esta noche - susurro antes de besar su cuello - te prepare un regalo, se encuentra en tu alcoba y espero que lo lleves el día de hoy - agrego antes de salir y volver a mi palacio.

Me encargo de preparar mi boda para el día de hoy, regreso a mi habitación para poder alistarme por mi traje de faraón con mi corona de plumas doradas, cuando estoy listo. Camino hasta el gran banquete en honor a mi nacimiento.

Cuando ingreso a la estancia todos se inclinan por mi llegada, veo al sacerdote y al rato entra Tentopet con su magnífico vestido blanco con piedras preciosas en azul, veo como las chicas de mi harem entran para sentarse en el lugar que siempre puse en mi mesa para ellas.

Tomo la mano de Tentopet para que el sacerdote bendiga nuestra unión, cuando nos giramos todos gritan un viva el rey y la reina de Egipto. Ella tomó asiento a mi lado para comenzar a comer mientras un payaso trata de divertir a mis invitados.

Al tiempo todos se quedan en silencio cuando ingresa una peculiar mujer con su cuerpo totalmente negro y con el cabello enredado y feo, todo en ella da temor. Mis guardias se ponen en posición de atacar con mi orden, pero ella solo con levantar sus manos los mata a todos.

- Es descortés tratar mal a un dios - ríe mientras se vuelve una hermosa mujer con unos ojos grises y cabello blanco, cubre su desnudez con la naturaleza que le proporciona ropa.

- ¿Que hace un dios en tierra de hombres? - preguntó y ella levanta su dedo callándome.

- Vine a darle un regalo al hijo de Isis, la peor extirpe que existió y que causó daño a todo lo que tocó, ¿Sabías que el verdadero rey de Egipto es mi padre? - ríe mientras se acerca hasta estar a mi lado y beber de mi vino - el famoso Osiris el primer faraón de Egipto, creo que nunca le mostró el valor que tienen estas tierras a los simples humanos que por ella caminan - agrega antes de sentarse encima de mis piernas.

- Deseo que te muevas de encima de mí, me incomoda que un ser tan puro se comporte de esa manera - repudio y ella se levanta tomando la cara de Tentopet entre sus manos.

- Te vine a traer un regalo que jamás vas a despreciar, pero debes tener en cuenta tres cosas, primero nadie más que tu puede tocarla y si alguien más lo hace su piel se pudrirá - juega con la mirada de todos los hombres a su alrededor - segundo nunca la ames y tercero pero no menos importante si la llegas a amar ella se irá de tu lado, para que sufras lo mismo que sufrió el anterior faraón - agrega mientras hace que una chica salga de detrás de ella.

Ella es parecida a esa chica por la cual mi padre siempre lloro, ella está totalmente desnuda, su larga cabellera negra es que cubre sus pequeños senos mientras que mi mirada esta maravillada con tal grado de belleza, ella abre sus ojos para dejarme ver unos ojos azules con destello de marrones que observa a todos a su alrededor, todos los hombre de mi consejo comienzan a gritar de dolor ya que la miraban con deseo.

- Les perdonaré la vida por esta ocasión - susurra con una voz angelical mientras cubre su desnudez con una manta - mi diosa Bastet yo haré su deseo realidad - se inclina ante ese dios y sé que algo grave hice como para que la misma diosa de la fertilidad, el hogar y la familia viniera ante mí.

- inclínense están ante un Dios - dice el sacerdote mientras se inclina para adorarla.

- Ramsés IV te maldigo con este hermoso ángel que también mancharas, por tu culpa y la de tu madre murieron inocente - grita antes de salir por esa puerta.

- Dudo mucho que ella sea mi castigo - rio y ella se gira mirándome con una sonrisa para desaparecer en mi vista Tentopet está asustada, la tomó en brazos para salir de ese lugar.

- Mi faraón que sucederá ahora conmigo, los dioses le enviaron a una hermosa mujer - susurra antes de que se le salga una lagrima.

- Nunca la tomaré como mía - digo besando sus labios para desnudar su cuerpo y tomarla como mía.

El pecado del Faraón (saga Faraón) IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora