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Aliah

Me despierto entre sus brazos los cuales se que no me soltaran, acarició su rostro para mirar como el gira su rostro.

Me levanto al rato para poder ir a tomar un baño, cuando estoy lista me pongo a preparar el desayuno, al rato el está a mi lado.

- Adom no haz pensado quitarle tu barba - murmuró mientras terminó de servil los vasos con jugos.

- Me veo sexy con mi barba de una semana - dice a mi lado.

- Solo digo, que me gustaría verte sin ella - coloco lo preparado en la mesa y comemos en total silencio.

- Iré a ducharme - me informa cuando terminamos.

- Yo lávare los platos - me levanto del comedor para colocar todo en el fregadero y ponerme a limpiarlo.

Cuando ya todo esta en su lugar veo como el sale acariciando su inesistente barba, cuando lo veo bien me enamoró mas de su imagen juvenil, se ve sexy sin barba me acerco para besar su mejilla con calma.

- Con la barba eras guapo, pero sin ella eres algo más sexy - susurro antes de besar sus labios.

- Me alegra que te guste mi nuevo estilo, ya que te gusta no lo cambiare - roza su nariz con la mía.

- Debes llevarme a mi dormitorio antes de que mis padres vayan a buscarme - digo sin querer alejarme de su lado.

- Esta noche tendré una cita de negocios, nos veremos la próxima semana - gruñe molesto y lo freno colocando mi mano en su firme pecho.

- Espero que todo salga bien y no te olvides de llamarme - toco su mano para poder salir de su casa - mi taxi ya llego, nos vemos - me despido besando sus labios.

- Nos vemos - sacude su mano en forma de despedida.

Cuando llego a mi dormitorio, pago lo necesario para poder ingresar a mi habitación, todo esta tranquilo y calmado, por mi parte no prefiero salir de mi cama, pero a la hora mis padres pasan por mi para poder ir a pasear y comprar algunas cosas que no me hacen falta pero mi mamá quiere que tenga.

Vamos al centro comercial para poder comprar ropa y ver una película, estamos esperamos a que comience la película y mientras esperamos entramos a un local de comida oriental , mi teléfono suena dejándome ver una llamada entrante de Adom, me alejo de mis padres para poder contestar.

- Hola - saludo pero no escucho respuesta de su parte - ¿Adom? - pregunto.

- Tu eres la niña con la cual mi novio juega - murmura una voz dejándome desconcertada.

- Creo que ese titulo es mio - rio con ganas.

- Disfrútalo mientras puedas, al final el volverá a mi, deberías saber que esta en mi cama ahora y dudo que te llame esta noche - rie mientras cuelga la llamada.

- Mientes - grito con asco y todos en el lugar me miran, mi madre llega a mi lado para acariciar mis hombros.

- ¿Que sucede cariño? - pregunta preocupada.

-Una llamada de broma - trato de sonreír sin animo para que mi madre no se preocupe, ella abraza mi cuerpo brindándome su amor maternal.

- Ya todo esta bien, mami esta aquí - susurra mientras me abraza.

Adom

En todo el día no hice nada mas que trabajar ya que Sorangel piensa recuperar lo que su padre me heredó, termino de colocarme el traje para tomar las llaves de mi auto junto a mi teléfono y cartera de bolsillo.

Lucas me envía la dirección del restaurante donde cenaremos por el aniversario de la muerte del señor Maitre, es la primera vez que lo haremos, algo me molesta desde que acepte venir a este lugar, dejo mi auto en el parqueo para poder ingresar al hotel.

Un mesero me indica la mesa donde se encuentran esas víboras, me quito mi saco para dejarlo en una de las sillas y dejo mi teléfono encima de la mesa.

- Buenas noches familia - saludo con una sonrisa farsa.

- El bastado Thomas por fin a venido - sonríe Teresa con molestia en su mirada.

- Bastardo que paga tus tarjetas - afirmó bebiendo una copa de vino.

- Mamá no lo trates así, sabes que me gusta Thomas y quiero casarme con el - susurra para nosotros y rio con ganas.

- No me casaré contigo, recuerdas que tenemos la misma sangre - miento como en toda mi vida.

- Tu amada madre me dio un regalo cuando fui a Egipto para visitarla - muestra un documento donde prueba que no soy el hijo de Maitre, al final mi madre nunca me dejara vivir mi vida - como puedes observar, aquí tu madre nos cuenta sus engaños y quién es tu verdadero padre, pero eso no se queda ahí, Isabel me entregó el verdadero testamento de mi esposo, ella siempre fue una espinilla en mi cara pero arruinar la vida de su hijo esta a otro nivel - agrega con sarna como si fuera una basura que jamas debía nacer.

- ¿Que quieren? no me importa dejarles mi compañía, como quiera yo no soy su hijo, pero deben saber que si me voy me llevare a mis inversionistas conmigo - dejo la copa en su lugar para levantarme y tomar mi saco - recuerda que esa compañía llego a donde esta por mi - agrego mientras rio.

- Esto se puede quedar aquí, si te casas con mi hija haré como si jamas te hubiera amenazado con la compañía que defiendes tanto, es un matrimonio de conveniencia mutua - propone y me giro para salir del lugar - dejare que lo pienses - grita y la ignoro para buscar mi auto.

Cuando estoy de camino trato de buscar mi teléfono para poder llamarla necesito  escuchar su hermosa voz, pero freno de golpe cuando recuerdo que lo deje en la mesa del restaurante, giro mi auto para darme rápido en volver a buscar mi teléfono.

Cuando ingreso al lugar veo como Sorangel deja mi teléfono en su lugar, debo colocarle clave a mis cosas de ahora en adelante, lo tomo mostrándoselo para irme de ese lugar de una vez, reviso lo que estaba haciendo con el, pero no encuentro nada.

El pecado del Faraón (saga Faraón) IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora