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Estoy nerviosa con todo y un poco triste porque sé que él no estaba aquí, recibe su notificación por parte de su asistente de que no podría venir.

Cuando termina la presentación, todos nos inclinamos para darle fin a la presentación, veo como mis padres junto a los gemelos entran al camerino trayendo consigo flores.

- Gracias mamá - susurro abrazando su cuerpo.

- La enana de la familia es genial - dice Ismael abrazando mi cuerpo.

- Estuviste genial - susurra Abimael antes de abrazar mi cuerpo.

- Mi pequeña ya es toda una mujer - murmura mi papá antes de abrazar mi cuerpo, veo como mis compañeras se acercan a los gemelos para tirar se fotos. Estos chicos tienen fama sin buscarla, bueno en el caso de abby ya que Isma si busco la fama volviéndose cantante.

- Dejen que me tire fotos con mi familia - grito riendo y ellas se alejan para dejarnos solos.

- ¿Yo puedo estar en la foto? - pregunta una voz ronca pero sexy, giro mi rostro para encontrarme con Adom.

- ¡Viniste! - murmuró feliz llegando a su lado para abrazarlo. Es algo raro porque todo el tiempo que estuvo en casa nunca nos llevamos bien y el solo tuvo que irse para que extrañará tenerlo en casa.

Mis padres lo saludan, igual mis hermanos sorprendidos de que el este aquí, antes de que digan algo les hago seña para que se silencien sus opiniones y comentarios.

- Me alegra verte aquí hijo - dice mi padre saludándolo.

- Madre te envié un regalo, debería llegar mañana temprano, igual que a ti pequeña lactosa - murmura entregándome un ramo de tulipanes.

- Gracias Adom - digo.

- Vamos a celebrar - pide Abimael para tomarme en brazos.

- Me cambió y salgo - informó y ellos salen dejándome sola.

Trato de darme lo más rápido posible, aparte de que se lo encontrarán raro ya que nunca he invitado a nadie más que mi familia, aunque somos primos, pero teníamos diez años sin vernos, todos se lo encontrarán muy raro y en el tiempo que duró en casa casi ni hablábamos, aunque siempre lo observe, él está para comérselo.

- Llegue - susurro corriendo para caer en los brazos de mi padre.

- Me tendrás que explicar esto, son familia y puedes invitarlo como tu familia, no como tu pareja potencial - susurra mi padre en mi oído.

- Solo lo invite para que estuviera más tiempo con mamá - agregó inocente para subir al auto.

- Yo iré con Abby - murmura el mencionado para subir al lado del copiloto.

Llegamos a un restaurante de comida mexicana, pasamos la velada de manera especial, comparto con mi familia.

- ¿Dónde te estás quedando? - pregunta mi madre.

- En el hotel Royal Empalat - dice mientras come un poco de tacos.

- Deberías quedarte en casa - sigue insistiendo mi madre.

- Tengo que tomar un avión de madrugada, es mejor que siga en el hotel - murmura.

- ¿Te iras tan rápido? - pregunto sin ocultar mi decepción.

- Cada hora que paso fuera de mi compañía pierdo dinero y no quiero que la arpía de la mujer de Francisco desea que caiga para subir a su hija al puesto de presidente - afirma terminando su enchilada - porque por algo me quedé a su lado todos esos años - agrega sonriendo.

El pecado del Faraón (saga Faraón) IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora