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Aliah

Todo ocurrió demasiado rápido, hace un minuto estaba bailando en el mejor escenario del mundo y al otro estaba en el hospital. Me duele saber que la persona que me lastimó fuera mi novio Daniel, esa noche daríamos el siguiente paso pero el acaba de matarme en vida.

Me molesto la manera en que trato a mi primo, pero algo en el me lastima y no se lo que es, por esa razón lo ignoro y hago como si no estuviera aquí, es mi única familia en este país y lo trato mal.

Pará el debía ser más difícil, al menos yo lo tuve cuando me mude aquí, pero el no tuvo a nadie, me sorprendió encontrar fotos de su antigua novia, la chica era sumamente hermosa y puedo entender por qué su vida se volvió un infierno, pero él debe superar las cosas y seguir adelante.

No podía calmarme cuando me dejó sola en ese frío lugar y solo dormir en esa habitación calmo mi ansiedad junto a su ropa, no se porque hice aquello pero se sintió bien tener su ropa puesta.

Observó cómo conduce con calma mientras tiene su ceño fruncido, estiró mi mano para tomar su largo cabello pero algo me impide hacerlo, que veo en ti que nunca encontré en Daniel, alguien que me diga porque solo con verlo me lastima y quiero abrazarlo sin dejarlo ir.

Yo pedí venir con el, quiero conocerlo, quiero saber porqué se alejo de su familia en primer lugar, mi madre siempre me dijo que lo ama como su fuera uno de mis hermanos, pero su cruz es más pesada y el prefiere alejar a todos. Lo poco que sabemos de él es por que siempre a estado cuidándome pero el iba a desaparecer otra vez.

Adom

Cuando llegamos a la villa observó que esta durmiendo, tomó sus cosas para dejarlo en la sala y la tomó entre mis brazos para caminar hasta la habitación de invitados para dejarla en la cama.

- Es un gusto tenerlo de regreso señor Dur - dice la señora que me ayuda con la limpieza.

- Emely, mi prima Aliah se quedará con nosotros por un tiempo, quiero que te encargues de ella - señaló la habitación para que sepa lo que deberá hacer por mi - no te preocupes por mi, yo tomaré mis medicinas a tiempo - sugiero.

- No tengo problemas con ello, pero me preocupa que sus pesadillas lo consuman - susurra para los dos.

- No he tenido pesadillas en un buen tiempo - afirmó para subir mis cosa a mi habitación.

- Prepararé la cena - dice para irse a la cocina.

Dejó mis cosas en la cama y tomó asiento en el balcón para poder ver el atardecer sin notarlo me quedo dormido en ese lugar, cuando me levanto camino hasta la cocina y la encuentro tomando agua.

- ¿Como te sientes? - pregunto y ella sonríe para acercarse a mi.

- Estoy mejor desde que estamos juntos - susurra cerca de mis labios.

- ¿Me recuerdas? - vuelvo a preguntar y ella besa mis labios con pasión.

- Nunca te he olvidado - murmura acariciando mi cabello.

Tomó posesión de sus labios para levantarla y dejarla en la encimera, ella quita mi abrigo con rapidez mientras yo acarició su cintura, algo está mal, siento que algo está muy mal, es demasiado perfecto para ser verdad.

- ¿Esto es verdad? - pregunto tomando sus manos entre las mías.

- No, pero es un hermoso sueño - susurra cerca de mi oreja.

- Ya debo despertar - afirmó tocando su cara con ambas manos para darle un último beso.

- Te amo Adom, recuerda lo - dice y desaparece de mi vista.

Trato de buscarla con mi vista pero ya no me sorprende encontrarme con mis demonios, Bastet camina hasta mi lado para acariciar mi hombro.

- Llora - murmura a mi lado y me levanto de la silla con mi cara bañada en sudor y lágrimas.

Por lo menos fue un hermoso sueño y pude volver a besarla, me despierto agitado y con la cara llena de lágrimas, lloro en silencio mientras veo la noche, antes todo era tan hermoso pero ahora todo lo encuentro horrible, me levanto de ese lugar para tomar mis pastillas para dormir bajo hasta la cocina para servirme un vaso de agua.

- No sabía que estabas aquí - susurra alguien desde el desayunador.

- Solo vine a buscar agua - murmuró cuando veo que es ella - ¿no puedes dormir? - pregunto ofreciéndole mis pastillas.

- Solo quería pensar un rato - me deja la mano extendida para levvnatarse de su lugar.

Todo pasa muy rápido y sin notarlo habia soltado todo lo que estaba en mis manos para poder atraparla, la tomé a tiempo pero algo en mi vuelve a revivir y siento un pequeño aroma dulzón que se cuela entre mi nariz. Acercó más mi nariz a su piel y sin llegar a equivocarme después de dos años por fin puedo sentir el olor corporal de otra persona.

- Gracias - susurra - puedes llevarme a la habitación - pide mientras se aferra a mis hombros.

- No tengo problemas con hacerlo - digo tomando su cuerpo entre mis manos para cargarla como lo que es una princesa.

En todo el recorrido deguste el olor de su cabello, sus hombros y su cuerpo ella no se dio cuenta que estaba como un pervertido que acecha a su presa oliendo todo de ella, fue bueno que estuviera de noche y que casi no pudiera ver nada, la dejo en su cama y me apresuró a salir de ese lugar con pesar, no puedo quedarme cerca de ella.

- Gracias, podremos desayunar juntos - pide antes de que abandone su habitación.

- Deberías mantenerte alejada de mi, no me conoces - afirmó.

- Nadie es un demonio como afirma ser, se que siempre me haz cuidado - murmura y mis manos tocan el borde de la puerta.

- Aliah no me conoces, no trates de ser mi amiga - trato de abandonar ese lugar pero su dulce olor me pide quedarme.

- Una bailarina muere dos veces, la primera cuando deja de bailar y la segunda cuando se acaba su vida - susurra con pesar - no entenderías, ya estoy muerta si no logro bailar - agrega y sin pensarlo me acerco a ella para abrazarla.

- Nunca digas eso, eres importante para nosotros - acarició su largo cabello.

- Sabes algo, lo que dijo Daniel en el hospital es mentira - recuerda y quiero que calle porque no se en que creer.

- ¿Por qué debería importarme eso? - preguntó alejándome de ella, como si esas palabras mataran a mí corazón.

- Siempre e sentido que tienes más  sentimiento que solo el de primos - agrega y salgo de la habitación cerrando su puerta para dejarla hablando sola.

Vuelvo a la cocina, tomó mis pastillas y tomó algunas, regresó a mi habitación para arrojarme a la cama.

El pecado del Faraón (saga Faraón) IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora