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Aliah

Me duele dejarlo ir lejos, me duele tener que irme de esta ciudad que me enamoro desde la primera vez que la vi, acarició mi tobillo con algo de molestia, no puedo entender que ganaría el al lastimarme, éramos una pareja aunque no lo amara, creí que al final sería feliz y cuando vuelvo a recordarlo el se va de mi lado.

- Aliah casi es tiempo de que el avión aterrice - murmura Albert, ya que me está acompañando por orden de Adom, algo que me encuentro descabellado ya que puedo viajar sola.

- Me llevaras a casa y le dirás que me encuentro bien - propongo conociendo su respuesta.

- El todos estos años, sólo a querido protegerte - toca mi hombro para que gire a ver su rostro - el siempre te a amado y ahora espero que lo cuides cuando regrese a ti, el es un buen amigo para mi - susurra levantando sus hombros.

- Se que el es un muy buen hombre - es lo último que susurro antes de volver mi atención a la pantalla que nos informa que debemos colocar nuestros cinturones.

Cuando el avión aterriza, nos damos prisa en bajar del mismo tomando mi bolso de mano, en todo el camino no decimos nada ya que se que si hablamos mas lloraré por lo sucedido. Cuando por fin el taxi estaciona al frente de mi casa, puedo ver como Abimael sale a recibirme con los brazos abiertos.

- Te extrañe pequeña lactosa - susurra haciéndome recordar la manera en la que el me llamaba.

- También te extrañe Abby - digo aferrándome a su cuerpo - ¿Dónde está Ismael? - preguntó al no verlo cerca de Abimael.

- Qué Hina lo dejara lo ha puesto mal, esta algo alejado de mi estos días - dice tomando mi maleta en manos para saludar a Albert con la otra.

No me atrevo a decir nada mas ya que se que el debe estar sufriendo y como su hermana menor es mi deber escucharlo y ver que se encuentre bien, aunque me lastima verlo de esta manera.

Veo a lo lejos como salen mis padres, al final si regresaron para el cumpleaños de los gemelos, mi madre levanta sus brazos invitándome a ir a abrazarla, camino un poco rápido cuidando mi reciente lesión.

Cuando por fin llego a sus maternos brazos, ella me regalo el abrazo que necesitaba con urgencia, otorgándole así su fuerza para seguir adelante.

Ismael

Es nuestro cumpleaños pero no me encuentro en casa, decidí escapar por un rato y Aliah esta a mi lado mientras vemos como mis grupo celebra conmigo dándome a beber de más, ya que como siempre Abimael no podrá asistir a la cena familiar y es mejor que me presente borracho ya que no aguantaría la actitud de hipócrita que puede llegar a tener la novia de mi hermano.

Veo como Aliah sonríe sin tocar ninguna de las bebidas ya que le prohíbi tomar alcohol en mi presencia, se lo que esta maldita bebida puede hacerle a las buenas personas y no quiero que ella jamás cometa un error, ella debe ser la única que no sufra de nosotros, veo como se divierte con mis amigos, los cuales la obligan a cantar algunas canciones para ver si saco un poco de mi talento musicar.

- Isma, ¿Alguien quiere hablar contigo? - susurra mostrándome su teléfono, una vez llega a mi lado.

- Salgamos al balcón, debo fumar un poco y despejar la mente, no quiero que mamá me vea en este estado - murmuró arrastrando algunas letras con dificultad, ya que le había prometido a mi madre dejar este vicio pero no puedo dejarlo tan fácil, no cuando me hace olvidar mis errores.

Ella habla poco tiempo en su teléfono y me sigue de cerca para que no la regañe, es difícil afrontar que acabamos de cumplir 28 años y que arruine la perfecta relación que tiene mi hermano, aunque fue mi error por confundirla con la mujer que ame. Extiendo mi mano para que me entregue su teléfono, enciendo un cigarrillo y le doy algunas caladas.

- Buenas habla Ismael, no te prestare dinero y no iré a tu fiesta de cumpleaños - susurro soltando el humo para ver como se pierde en el aire, y digo lo ultimo en forma de broma ya que tonteo de esa manera con mis conocidos.

- Soy yo, solo llame para ver como seguías y felicitarte por tu cumpleaños - murmura esa dulce voz que siempre ame, desde que la vi bailar por primera vez con mi hermana y desde ese instante sabia que seria mi perdición.

- Debo sobrevivir, estoy muy buen en lo que cabe de la palabra, pero háblame de ti ¿algún nuevo pretendiente? - trato de sonreír pero siento como mi garganta se corta como si me faltara el aire.

- Ya tengo novio y este si tiene tiempo para mi Ismael, deberías buscarte a una buena mujer que sepa estar a tu lado, una chica que si te valore, eres una excelente persona para estar conmigo - exclama y sus palabras son como dagas en mi corazón.

- No se ni porque te pregunte, disfruta de tu vida Hina, me iré a coger a Yuri un día de estos, se que esta en Berlín y nos llevamos excelente - afirmo con molestia en mi voz y cuelgo el teléfono para dárselo a su dueña.

- No pueden hablar como personas civilizadas, ustedes están heridos - grita Aliah haciéndome reaccionar y salir de mi sueño de pena y sufrimiento.

- Vamos a casa, tenemos que ir a esa ridícula cena - tomo su mano para salir del estudio y me despido de los chicos con las manos.

- Yuri te manda a decir que te vayas al infierno - dice mostrándome su teléfono y comienzo a reír con ganas, si hubiera imaginado que amar a Hina me destruiría, hubiera preferido amar a su hermana Yuri.

Ella sube a mi lado para ponernos en marcha una vez estuve en el auto, coloco algo de música relajante y al tiempo comienza a sonar la única canción que le escribí, ni siquiera se porque la escribí, esas letras si sabían decir lo que ella es en verdad. Una hermosa chica que siempre estuvo a mi lado y me apoyo como nadie.



Estos capítulos, nos dirán un poco sobre la vida de Ismael Armet.

El pecado del Faraón (saga Faraón) IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora