Actualidad.
Vuelvo a despertarme con el mismo triste sueño, limpio mis lágrimas para que mi padre no sepa que no puedo dormir como hace años no hago, desde que comencé a tener estos extraños sueños.
Les contaré un poco sobre mí, mi nombre es Adom Dur, soy el hijo bastado de Isabel Nadouri y Amon Dur, mi madre es una mujer manipuladora que hizo que escapar de casa a la edad de 15 años para buscar a mi supuesto padre, tuve 10 años de mi vida al lado de un señor que solo fastidio mi vida y que me moldeo para que fuera un ser despiadado como el, cuando ese señor murió pude escapar de sus garras y volví al lado de mi verdadero padre.
El ya hizo su vida, se volvió a casar con una hermosa mujer la cual tiene una hija de 15 años, soy el hermano mayor, el hijo que prefiero creer en las mentiras de su enferma madre y no quedarse al lado de su pobre padre.
Le prometí a Sept el mejor amigo de mi padre que protegería a su pequeña hija, pero mis miedos fueron más grandes. Como estará la mujer que se hacía llamar por mi madre, la agradable Nefera, por ella pude recibir un poco de amor materno. Debo visitarla y tratar de recuperar mi vida como Adom.
Salgo de la cama para limpiar mis lágrimas y salir a preparar algo de café para mí, veo como mi padre lee su periódico.
- Buenos días, hijo - susurra antes de tocar mi hombro.
- Hola papá - susurro sirviendo café en una taza.
- De verdad agradezco que volvieras a mi lado, tu madre siempre fue la luz de mi vida, pero cuando te tuvo y te abandono supe que jamás volverá a ser la mujer que amé - murmura a mi lado.
- Esa señora nunca será mi madre, se encargó de manipularme y me alejo de ti, dejando que ese maldito de Francisco Maitre me llevara como suyo - exclamó saliendo de la cocina para poder tomar un baño.
Cuando cierro mis ojos por momentos puedo ver su rostro sonriente mientras les enseñaban a los niños a leer, su sencillez fue lo que cautivo mi corazón.
Trataré de encontrarla en esta vida y ruego porque me perdonen los dioses y me dejen amarla. Como yo no supe hacer antes.
Cuando termino me coloco un traje gris para alistar mi maleta y salir con mi tablet entre mis manos para mirar cómo va mi empresa de perfumes que me heredó ese maldito.
- Padre, me iré ahora - digo llegando a su lado.
- Me agrado tenerte en casa, vuelve más seguido - pide tomando mis manos.
- Volveré, ya nadie nos va a separar - susurro antes de abrazarlo - te amo papá y lamento haberme ido de tu lado, sé que sufriste, yo también lo hice y quiero que me perdones por ser un idiota - agregó mirando esos ojos grises iguales a los míos.
- No hay nada que perdonar - dice.
- Cuídate María y Luisa hablamos después - me despido de la esposa y la hijastra de mi padre.
- Hermanito no te olvides de enviarme muestras de tus perfumes - ríe la pequeña mientras el chófer me ayuda con la maleta.
- Lo tendré en cuenta, hablamos después - digo subiendo al auto para seguir leyendo mis documentos que son enviados por mi asistente.
Llegamos al aeropuerto al rato para poder subir a mi jet privado, cuando estamos en el aire me encargo de realizar videos conferencias, por primera vez en años me estoy tomando unas vacaciones de dos meses, pero el trabajo no me está dejando tranquilo.
Cuando termino las llamadas apago la laptop para poder dormir en la pequeña recamara que se encuentra en el avión, me despierto al rato al recordar sus grandes ojos azules. Esto duele infiernos, limpio mi cara para colocarme una polera y un chándal negro junto a unos tenis, el piloto informa que estaremos descendiendo.
Me encargo de colocar mi cinturón para esperar que todo pase, una vez en tierra firme veo como me espera uno de mis guardias.
- Señor Dur, todo lo que pidió está listo - informe dándome las llaves del deportivo negro mate que mande a traer.
- Estaré bien solo, los llamaré el próximo mes para que vuelvan por mi - digo colocando mi maleta en la parte trasera del auto.
- Que tenga feliz resto de sus vacaciones señor - se despide Luis y nos damos un apretón de mano.
Subo a mi auto para ponerme en marcha, conduzco como un loco por las calle de los ángeles, paro en un semáforo para ver como los jóvenes caminan apresurados hasta su destino, unos ojos azules y sonrisa sincera hacen que salga de mi auto para seguirla con la mirada.
No se parece en nada a la mujer de mis sueños, pero hay algo que no deja que aparte mi vista de ella. Los demás autos tocan su bocina para que me mueva, entró al auto poniéndome en marcha hasta que llegó a la hermosa mansión por la cual jugaba con los gemelos, informó quien soy cuando me pregunta el portero y este deja abierto el portón para que conduzca hasta la entrada.
Veo a un sonriente Ismael el cual llega a mi lado corriendo.
- Llegó mi querido primo - exclama emocionado, cuando salgo abraza mi cuerpo.
- Es un gusto volver a verte Ismael - saludo mirando lo alto que ha crecido.
- ¡Dios! Amo tu deportivo - murmura feliz y le arrojó la llave.
- Entraré a esperar a tu madre en la sala - digo y el asiente subiendo a mi auto.
- Yo soy famoso, pero no he podido conseguir este modelo - gruñe cuando enciende el motor.
- Diviértete amigo - me despido entrando a la casa.
ESTÁS LEYENDO
El pecado del Faraón (saga Faraón) III
FantasyFuiste enviada por los dioses para castigarme por haber matado a mi propio padre. Vuelve a gritar como siempre lo hace desde que llegue y yo solo respondo como en cada ocasión. Sabes que para eso vine, haré tu vida tan miserable que desearas no habe...