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Han pasado algunos días desde que me estoy quedando aquí, recibo una que otra llamada de trabajo. Pero no nada fuera de lo normal.

Salgo de la casa para subir a mi auto y conducir por la ciudad hasta llegar a una tienda de olores, trataré de replicar un aroma que jamás se a ido de mi mente. Entro al lugar y comienzo a elegir los ingredientes, pago por mis cosas y me encargo de preparar el perfume.

- Le parfum appartient à tout le monde (El aroma es de todos) - susurro cuando me agrada el olor.

- Que hermoso huele - me dicen los estudiantes del aroma que se me acercan.

- Este es exclusivo, pero si desean adquirir mis perfumes o aplicar por trabajo busquen L'arôme est le printemps Company, (El aroma en primavera) es mi compañía de perfumes - murmuro y las señoras que se encuentran presentes anotan lo que digo.

Salgo del lugar con un hermoso empaque de perfume, la botella tiene forma de corazón. En el camino a casa la veo junto a dos chicas, bajo la ventanilla para que me pueda escuchar.

- Sube las llevaré - grito y ella se gira mirándome.

- No, gracias - dice siguiendo su camino.

- Chicas desean que las lleve - les digo a sus amigas, sonrió y ellas asienten, paro el auto para ir a abrirle la puerta - gane - susurro en su oído cuando se sienta en el asiento del copiloto.

Vuelvo al auto para poner mi atención a conducir, veo el presente y le pongo la caja en sus piernas.

- Es un presente de disculpas por lo de esa vez - murmuró mientras ella lo abre - espero que podamos volver a empezar, pero esta vez con el pie derecho - agregó.

- Gracias - susurra mientras huele el perfume - huele rico - agrega - Es una de los de tu colección - se interesa.

- Ese es uno personalizado para ti - digo apenado, porque cuando personaliza un perfume me pagan millones por él, acabo de perder mucho dinero por una disculpa.

Cuando llegamos a la casa, salen del auto dejándome solo, tomó todo lo que compre para subir hasta mi habitación y dejar todo en la mesita, bajo hasta el área de la piscina para ver a Abimael junto a su novia de años, esa chica no me da buena espina, siempre mira a Ismael cuando se encuentra en casa.

- Hola - saludo sentando me en una de las sillas playeras que se encuentra cerca.

- Llego el magnate del perfume - se ríe por mi oficio, ya que cuando era pequeño siempre dije que sería un rey.

- Es raro no mirarte con una bata de hospital - me rio en su cara.

- Necesitamos hablar sobre algo - murmura llegando a mi lado - me mudare solo y le pienso proponer a Lizzy que venga conmigo - agrega.

- Tu novia no me cae del todo bien, pero es tu vida, sabrás tú lo que harás con ella - murmuró - así como no me meto en tu vida espero que no me grites, me está interesando tu pequeña hermana - agregó mirando su reacción.

- Con mi hermana no Adom, somos familia - gruñe molesto.

- Sabes cuando me mude con el loco de los perfumes el me enseñó todo lo que se y al tiempo comencé a soñar con una hermosa joven de cabello negro y grande ojos azules y era un faraón, no creería en eso si no fuera por las historias que nos contaba madre de pequeños - digo todo con calma.

- No le he dicho nada a Lizzy, pero también sueño con una hermosa mujer de cabello blanco y ojos grises casi blanco, ella termina arrancando mi corazón - dice apenado.

- Yo soñé con esa mujer, se llama Bastet, si vivimos una vida pasada ella es un dios y ella fue quien me la entregó y se la llevó, la odio con todo mi ser - gruñó molesto - gracias por la charla, pero me largo a tomar algo de alcohol, hablar sobre eso me pone de mal humor - agregó para llegar a la cocina y tomar una botella de cerveza.

Saludo a mi tío con la cabeza y camino hasta la sala de práctica donde veo como ellas bailan con sus tutus puestos, ella es sumamente feliz, yo no debería codiciar a mi propia prima. Salgo de ese lugar molesto para tomar mi auto y conducir hasta la playa.

Trato de aclarar mis pensamientos mirando el suave oleaje de las olas, miró a los lados y veo a una hermosa chica peli negra que me sonríe y le devuelvo la sonrisa, pero porque mi corazón no se emociona ella es parecida a la chica que siempre he buscado, pero porque sus besos no emocionan a mi cuerpo.

La tengo debajo de mi pidiendo más, pero porque no lo disfruto, al final la chica termina sola, salgo del hotel para regresar a casa, mientras subo a mi habitación la veo salir de la suya y mi corazón comienza a latir fuerte cuando me sonríe.

- Hola Adom - murmura sin quitar su hermosa y reluciente sonrisa - me encanto el perfume, gracias - vuelve a agradecer y pasa por mi lado, y huele como ella, a primaveras con un poco de fresas.

Corro hasta mi habitación para poder encerrarme en esta, voy al baño para darme una ducha fría, porque con ella si mi cuerpo se emociona y añora más que simples saludos, golpeó la baldosa del baño de la rabia que siento.

No es a ella, a quien busco. Nunca será ella, mi vida no puede ser tan jodida.

El pecado del Faraón (saga Faraón) IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora