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Reviso mi reloj para observar como ella sale de la habitación con un hermoso vestido blanco y unos tacones que hacen resaltar sus esbeltas piernas, en sí la tarde que tuvimos fue hermosa y llena de calma, aunque al final termine pagando por mis regalos me sentí bien al tener a alguien que me ame cerca.

Me acerco a su lado para acariciar sus hombros desnudos los cuales beso después, ella toma su bolso de mano para tomar mi mano después y salir del departamento, me sorprendo al ver que se ve muy hermosa con un poco de maquillaje y con ese vestido liso con fina pedrería en su cintura y un corte en v en su pecho, con unos tacones finos plateados.

- ¿Que tanto miras? - pregunta incomoda - ¿me veo rara? - vuelve a preguntar y tocó su rostro para que se gire a verme.

- Te ves hermosa, eres la persona más hermosa que conocí - reconozco y ella camina feliz a mi lado.

Cuando llegamos al lobby del edificio Albert se apresura a abrir la puerta para nosotros.

- Señorita Aliah se ve muy hermosa esta noche, lo mismo digo de usted señor Dur - alaba con una sonrisa y le doy un okey con mis manos.

- Gracias Albert - dice ella subiendo a la limosina.

- Esta noche vas a conocer a mi familia adoptiva - informó cuando estoy a su lado - no te preocupes ellas están locas - agregó riendo y ella me sigue.

- Le haré caso a tus palabras - afirma.

En el camino ella recuesta su cabeza de mi hombro para observar la vista nocturna desde la ventana, cuando llegamos la ayudó a salir para caminar por el lugar mientras los periodistas nos capturan en cada momento, cuando ya entramos al evento camino saludando a todos los invitados y presentando a mi acompañante. Veo como Teresa se acerca a mi lado con una copa en mano.

- Me da gusto verte acá, pequeño bebé - acaricia mi rostro antes de besar mi mejilla - sonríe para tu madre - agrega recordándome que estamos delante de una gran multitud.

- Teresa Maitre el gusto no es mutuo - sonrió tomando unas copa en mano para darle una a Aliah.

- ¿Quién es la zorra? - pregunta soltando su respectivo veneno.

- Mi novia Aliah Armet - le digo y veo como sonríe con ganas.

- Veremos hasta cuando sera tu novia, no querras que sepa la clase de monstruo que eres - susurra cerca de mi oído - debiste dejarla oculta - se aleja de mí lado para ir a saludar a mas personas.

Aliah me da una mirada llena de molestia y comprendo su enojo, no la defendi delante de esa maldita de Teresa. Cuando piden que el director ejecutivo subir al escenario me sorprendo al ver como Sorangel esta vestida, ese vestido con hombreras doradas me recuerda demasiado a la mujer que ame en mi vida pasada y por la que sufrí demasiado mientras ella se la llevaba de mi lado.

Aliah a mi lado aprieta mi brazo haciendo que duela, me giro a verla y esta pálida.

- ¿Que tienes? - pregunto y ella trata de sonreír.

- Quiero ir al baño, cuando termine regreso - dice alejándose de mi lado, algo en mi quiere seguirla pero las personas a mi alrededor me hacen quedarme a platicar.

Veo como se aleja pero no me preocupo, después de un rato Sorangel llega a mi lado y brinda en mi honor, toma de su copa y me ofrece beber un vino que preparo para mí, acepto porque nunca rechazo el buen vino.

Seguimos platicando, cuando al rato siento como alguien besa mis labios con pasión, estoy un poco mareado y por esa razón no tengo la fuerza de apartarla, siento que volvemos a esa época en la cual la expiaba de lejos solo para verla enseñar a los niños, si solo hubiéramos tenido más tiempo para disfrutar de nosotros no tendría miedo de amarla ya que la encontré, pero siento que de verdad amo a Aliah y siempre quiero estar para ella.

Aliah

Todo en la mañana fue perfecto igual que en la tarde, pero este maldito evento hace que tenga un sabor amargo en la boca, ver como esa señora me miraba me enojo y cuando vi a esa mujer que es igual a mi, me dio miedo y si el al final termina enamorado de ella.

Terminó de limpiar mis manos para salir del baño, tomó mi monedero de manos para volver a la gran sala, estos evento nunca me gustaron, lo observó hablar a los lejos con esa chica y sin previo aviso ella lo besa delante de todos.

El no la sigue pero no la aleja y eso hace que algo dentro de mi duela, e acercó hasta llegar a su lado y alejo a esa maldita, todos los presentes observan todo el espectáculo con sus manos cubriendo sus bocas.

- Creo que no nos han presentado - estiró mi mano delante de ella - soy Aliah Armet, la novia de Adom - agregó molesta y Adom a mi lado comienza a reír.

- Thomas deberías saber que no me gustó que trajeras a esta tipa aqui - me ignora para hablar con Adom.

- Ella ya te dijo lo que es mio, la que debería conocer su lugar eres tú Sorangel, solo serás mi pequeña hermanita - toma mi cintura para alejarnos de ese lugar.

Llegamos a un lugar apartado y el toma asiento en el pasto, comienza a reír como maníaco mientras se aferra a mí cintura.

- Eres preciosa, ya te lo había dicho - grita a todo pulmón.

- Me lo dices a cada rato, Adom ¿Estas borracho? - pregunto y el me ignora para tirar de mi obligándome a sentarme en sus piernas.

- No sabes cuanto daría para que fueras la mujer con la que sueño, si fueras ella no me importaría amarte y decírtelo a cada rato, así no la odiaría tanto por abandonarme - sigue gritando y su confección me deja helada.

- Adom deja eso en el pasado - dijo incomoda.

- Aliah Armet te amo con todo mi corazón, eres lo mejor que he tenido en mi vida y se que soy un hijo de puta, pero gracias por llegar a mi vida - grita con emoción y yo grito para que se caye.

- ¡No! - grito cuando veo como comienza a emerger grandes sombras negras.

Narrador

Adom al ver lo que sus palabras provocaron su mente se volvió lúcida y se levantó colocándola detrás de él.

- No se la llevarán, Bastet no me puedes quitar a la otra mujer que ame - grita con dolor pero los chacales lo ignoran y toman a Aliah de entre sus manos.

- Somos los fieles servidores de la diosa Bastet, volviste a encontrar a tu alma gemela y volviste a cometer el mismo error del pasado - lo señalan con calma.

- Quiero hablar con Bastet, ella no puede hacerlo, no otra vez - súplica.

De entre las sombras emerger una horrible mujer que sonríe como una muñeca, acaricia su cuerpo y se vuelve una hermosa mujer, ella es la mujer más hermosa del mundo.

- Mi amado bastardo - ríe con ganas tomado a Aliah entre sus manos - eres aquel llamado Ramses IV y esta chica es la mujer que alguna vez te regale pero la desprecias te - agrega mostrándole como se veía en sus sueños.

- No puede ser, ya han pasado muchos siglos, perdoname, déjame amarla - súplica arrodillado en el suelo.

- Está no es la primera vez, cuando nació le dijiste que la amabas y por amarla perdiste el amor de tu madre, la segunda vez que la amaste tenías 15 años y te volví estéril, le volviste a decir que la amas y vas a perder lo que más amas - arroja a la chica a los brazos de hombre que sufre por sus palabras.

- ¿Por qué me haces esto? - pregunta mientras su novia llora en su hombro.

- Tu madre mató al hombre que ame y por eso debes sufrir, igual o peor de lo que sufrí yo - se acerca hasta tocar su nariz - me llevaré tu olfato y ella te olvidara, verás de cerca como ella es feliz con alguien más mientras tu sufres solo, ya no sufrirá y no volverá a soñar contigo, ella es libre de esta maldición que te aprisiona - dice esto último y desaparece llevándose consigo a la chica.

Todos desaparecen dejándolo solo, el llora mientras los cielos lo acompaña.

El pecado del Faraón (saga Faraón) IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora