Me vuelvo a despertar con la misma pesadilla, mis noches de insomnio son cada día más largas y fuertes, al final ella cumplio con sus palabras se la llevó dejándome solo con mis demonios, dure unas semanas en encontrarla y cuando la vi sus palabras me destrozaron.
- Claro que te recuerdo, eres mi primo Adom, ¿verdad? Tenía años sin verte - susurro esas palabras con una gran sonrisa y sabía que todo estaba perdido.
Todos olvidaron que alguna vez nos amamos y para mí todo se volvió una horrible pesadilla, el primer mes pude ocultar que ya no poseia mi olfato, viaje a Egipto para visitar a mi madre y lo que encontré no me gustó, ella me confundía con mi tío y preguntaba si había venido a tomar venganza por las muerte de sus hijos. Así que al final lo que Bastet decía era verdad.
La olvidé después de ese día, ya han pasado dos años desde que volví a desaparecer de todos, sin mi olfato no puedo crear más perfumes, tuve que vender las mayorías de mis cosas para tener dinero y venir a vivir a mi villa.
Ahora solo me queda una enorme y jugosa cuenta de banco que me durará hasta la vejez, tener esta patética rutina todos los días me da lastima, cada mañana salgo a correr, me afeito la barba cada dos semanas, mi cabello está largo y siempre lo vuelvo un moño desordenado, voy de pesca, trato de olvidar todo lo que viví a su lado, pero cuando cierro mis ojos revivo cada maldito momento de mi antigua vida y me doy lastima.
Los mejores momento a su lado los pase en esta cabaña pero ahora la misma se a vuelto mi carcel, bajo las escaleras para tomar un poco de café, la señora de la limpieza me mira con lástima. Como todos los que siempre me miran cada día, ellos creen que saben algo, pero no saben nada los malditos ignorantes.
- Señor Dur debería visitar un doctor - vuelve a sugerir, estoy cansado de gastar mi dinero tratando de arreglar algo que un dios me quito.
- No moriré tan fácil - reconozco volviendo a mi habitación.
- Le subiré el desayuno, junto a sus medicinas - informa seguiendome, recordándome que tengo que tomar medicina para la depresión, algo para la ansiedad y ataques de pánico.
- Gracias - digo recordando el primer episodio de mi sufrimiento, en las noches frías pienso en cortarme las muñecas o arrojarme del techo.
Mis días desde que la perdí son sombríos, voy a algunas cenas familiares pero no me atrevo a ir a un evento con ellos, no quiero estar a su lado y ver como el idiota de Daniel la enamora para tratár de abrirle las piernas.
Por lo menos en ese sentido Abimael me ha ayudado, el piensa que mis reclamos son porque crecimos juntos y la quiero como mi prima y quiero que sea feliz con otra persona, no con ese capullo y he evitado mas de una vez que el se la lleve de su departamento en París.
Enciendo la televisión para ver su presentación, nunca me he perdido ningunas de sus funciones y siempre envío flores para que sepa que la apoyo sin importar que haya olvidado que me ama, ella está protagonizando el lago de los cisnes junto a Daniel, en este tiempo solo he aprendido a odiarlo. Cada vez que tiene la oportunidad quiere llevársela a la cama, si no es que ya lo ha logrado, aunque todavía tengo la certeza de que ella no se entregaría a alguien que no ama.
Casi al final de la presentación veo como Daniel le da un vuelco y cuando la suelta cae al suelo torciendo su tobillo, me levanto de la cama para correr y tomar la llave de mi auto. Cada vez que se lastimaba esta hay para ella, aunque ella creyera que lo hacía por su madre.
No me importo nada más que ella, andaba como loco mientras conducía para llegar a Francia, me encontré raro que ningún policía se atrevia a pararme, creo que por primera vez los cielos están de mi parte.
Llamo a Madame y pregunto a cual hospital se la llevaron y ella me envía toda la información, ya que siempre he donado de mi dinero para sus presentaciones no me negaron el conocer esa información y también porque soy su contacto para estas emergencias.
Llegó al hospital y preguntó por ella me indican el lugar y camino tratando de arreglar mi aspecto, cuando estoy en su piso entro a la habitación con mi cabello cubriendo mi rostro.
- Daniel aléjate de mi, no quiero volver a verte - levanto mi cabeza cuando la escucho gritar con fuerza.
- Fue un accidente - explica y ella lo ignora, camino hasta llegar a su lado.
- Deberías irte - tocó su hombro y el gira mirándome.
- Que te den, estoy con mi novia y no saldre de aquí - toca mi pecho con violencia y sin pensarlo tomo su mano para doblarla.
- Te vas a ir o te parto las piernas - amenazó soltando lo y el camina hasta la puerta.
- Sabes algo Aliah tu amado primo está loco por follarte, pero te diré algo idiota ya me la cogi - ríe como si fuera un campeón - quedate con mis sobras - cuando dice lo último mi puño vuela directo a su rostro, estoy molesto y herido.
- Adom dejalo, Daniel larga te de aquí - solloza por lo bajo y lo dejo ir cuando veo su rostro lleno de lágrimas.
- Lo lamento - llego a su lado para tocar su hombro y ella tira de mi brazo para abrazarme.
- No podré bailar por un año, debo ir a terapia para recuperarme - llora en mi hombro.
- No fue una simple torcedura - acarició su largo cabello castaño.
- Mi hueso esta fracturado, no se rompió pero si tengo mas presión lo hará - dice aferrándose a mi.
- Llamaré a tu madre, no correcto sera que regreses a casa - propongo pero evita que tome mi teléfono, levanta su rostro dejando sus labios cerca de los míos.
- ¿Puedo quedarme contigo? Solo hasta que pueda viajar - susurra y sin notarlo terminó limpiando sus rastro de lágrimas con mis dedos.
- No tengo problemas con eso, llamaré a tus padres - me alejo de su lado cuando veo que no pobre controlarme estando cerca de ella.
Salgo de la habitación para poder llamar a mi tía y que sepa lo que esta sucediendo aqui.
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El pecado del Faraón (saga Faraón) III
FantasíaFuiste enviada por los dioses para castigarme por haber matado a mi propio padre. Vuelve a gritar como siempre lo hace desde que llegue y yo solo respondo como en cada ocasión. Sabes que para eso vine, haré tu vida tan miserable que desearas no habe...