Los gordos, también aman.

Capitulo 48 : ¡Panda de gilipollas!

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Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!! He conseguido terminar el capi, pese ala guerra que Word me ha declarado!! ¬.¬'

Feeeeeeeliz año! Espero que el año nuevo nos traiga muchas cosas buenas! Que ya tenemos demasiadas cosas malas xD sobre todo aqui en españa!

Espero que os guste el capitulo! Ya no queda nada para que esta historía termine... =O jejeje

Os quiero! Votar y comentar! Ya sabeís que  me encanta!

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P.O.V Elena

Tenía una barriga considerablemente grande ya, apenas me quedaban dos semanas para dar a luz y ya no podía con mi cuerpo. Estaba hinchada, cansada, fatigada, estaba deseando parir.

Iba camino de la residencia de mi madre, para verla; El fin de semana pasado no pude ir a verlas así que mientras Mario trabajaba me di un paseo hasta la residencia. Al llegar no tarde en divisar a mi madre, que siempre estaba junto a mi tía, charlando animadamente.

Me acerque y su rostro se iluminó al verme, para después bajar su mirada a mi barrigón.

-Hija mía vaya barriguita que tienes ya y estas muy hinchada...- Dijo parándose a mirarme.- Estas apunto de parir.- Dijo segura.

-Me quedan dos semanas mami.- Dije dándola dos besos a ella y a mi tía.

-Hazme caso hija yo que tu iría llamando a Mario.- Dijo seria y parecía muy segura.

-¿Todo bien mami?.- Pregunte curiosa.

-Claro que sí hija, estar aquí es algo más aburrido, pero con la compañía de tu tía todo se hace más llevadero.- Sonrió mientras acariciaba mi barriguita.

Estuve con ella unas dos horas hasta que me fui a la gestoría dándome otro paseo. Cuando estaba llegado sentí un dolor punzante en mi barriga pero no le di importancia, porque se me paso enseguida.

Al llegar Damián se sorprendió al verme y estuvo un rato hablando conmigo y comentándome algunas cosillas; Después me fui al gimnasio donde estaría mi osito.

Al llegar Lara corrió hacía mi con una sonrisa enorme y acarició mi barriga.

-Qué grande esta ya..- Dijo refiriendose a mi barriga.- Estas apuntito apuntito..

-Eso dice mi madre.- Reí.- Me quedan dos semanas.

Hablar con Lara sobre el embarazo me tranquilizaba y aclaraba todas mis dudas; Ella ya tenía sus tres hijos mientras que yo era primeriza, obvio, aprendía mucho de ella.

Después fui a buscar a Mario que estaba en la sala de maquinas junto con Jaime; Se sorprendió de verme allí y rodee los ojos al ver su ceño fruncido, él y su manía de que me quedará todo el día en el sofá sentada.

-¿Cómo has venido hasta aquí?.- Dijo algo enfadado.

-¿Andando con las piernas?.- Dije molesta con tanta tontería.

-Sabes que debes de guardar reposo y no hacer muchos esfuerzos.- Dijo enfadado.

-Y tu sabes que me dijo el ginecólogo que andar era bueno.- Dije enfadad yo también.

-No debiste venir.- Sentenció cabreado.

-Yo también me alegro mucho de verte, idiota.- Dije y salí de allí furiosa.

Me fui con Lara y Estefanía que al verme rodaron los ojos igual que yo, tanto Raúl, como Jaime y Mario, eran extremadamente protectores durante el embarazo,  si por ellos fuera, ni nos levantaríamos a hacer pis.