Capitulo 27: Te juzgue mal.

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Aqui subo de nuevo el capi, ya que wattpad tiene serios problemas... o no avisa de que actualizas o no te deja leer los nuevos capis que subes ;( esto es horroso..

Bueno espero que podaís leerlo... mil besitos ;)

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P.O.V Elena

Después de esa pelea en la que me pidió que no le dirigiera la palabra, al llegar a casa me subí a mi habitación y allí estaba, acurrucada en un pequeño sofá de una plaza; Tenía los ojos hinchados de tanto llorar y me sentía culpable de todo lo que estaba pasando.

Tanta culpa tenía él como yo. Le entendía, entendía que no quisiera saber nada de él y que le prejuzgara sin darle una oportunidad, porque a él nunca se la dieron, simplemente le maltrataron.

Me levanté del sofá con la intención de hablar con él, de que me escuchara de una vez y poner fin a esta situación que nos tenía sin vida a los dos. Me puse el pijama y me baje al salón; Me acerque lentamente al sofá donde supuse que estaría y me asuste al verle. ¡Estaba tiritando!.

-Mario, osito, ¿Qué te pasa?.- Dije preocupada, toque su frente y estaba ardiendo.- Dios estas ardiendo.- Dije destapándole.

-Tengo fri...frío.- Dijo tiritando.

-Lo sé Mario, pero tiene que bajarte la fiebre.- Llame a la enfermera que estaría dando de cenar a mi madre en su habitación y le echo un vistazo.

-Tiene un virus obviamente, dale estas pastillas, cada seis horas..- Dijo ella.

Le di la pastilla que me dijo la doctora que debía darle para que le bajara la fiebre y le ayude a subir a nuestra habitación. Por el camino deliraba, decía tonterías y me costaba horrores subirle por las escaleras, cada dos por tres se paraba.

Al llegar a la habitación se tiro en la cama y a mí con él.

-Sabes.. te pareces mucho a la que era mi novia...- Fruncí el ceño.- Se llama Elena.- Auch.. eso era un golpe bajo, ¿Ya no me consideraba su novia?.

-Venga Mario, metete en la cama, tienes que descansar.- Dije intentando no llorar.

-Yo la quiero mucho pero ella a mí no....- Dijo con un gesto de dolor mientras se arrastraba por la cama para meterse en ella.

-No digas tonterías Mario..- Dije con un hilo de voz.

-Ella no me quiere, le prefiere a él.- Dijo acurrucándose en la cama.- ¿Puedes echar al perro de la habitación? Me dan alergia.- Dijo tan normal, ¿Alergia? ¿Perro?. Estaba delirando, aunque no podía quitarme de la cabeza todo lo que me había dicho.

Me volví a acurrucar en mi sofá, para velar por su sueño, llorando en silencio, aunque con los ronquidos que pegaba, ni si quiera se daría cuenta. A las seis horas de haberle dado la pastilla le di otra tal y como me dijo la enfermera.

Por la mañana como no había dormido nada, me levante de ese sofá dolorida y con los huesos entumecidos de estar tantas horas en la misma postura. Le prepare la leche y la pastilla; Le escribí una nota para que desayunara y se tomara la pastilla y me fui a la gestoría bien temprano.

Al llegar abrí la puerta, que para mi sorpresa estaba abierta. Dentro me encontré a Damián hecho polvo, con una botella de JB, en la mano y sus ojos rojos.

-Damián ¿Qué te pasa?.- Dije quitándole la botella de las manos.

-Que soy un desgraciado, eso pasa.- Dijo completamente ebrio.

Los gordos, también aman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora