Capitulo 54: Los gordos, también aman.

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Hola mis queridos amigos. Os traigo el ultimo capi de esta historia. Si, lo reconozco me he emocionado al escribirlo, me da pena que esta historia acabe. Pero todo en la vida, tiene su fin, hoy llega el final de esta historia.

Su epilogo, lo subiré mañana si nada me lo impide, a más tardar, lo subire el sabado ¿ok?.

Daros las gracias por seguirme durante esta historia. Se que a muchos os hice recordar, a otros os toque el punto debil y otros, disfrutasteís con la lecutra. Daros mil gracias, por hace posible que esta historia tenga ya mas de 6000 lecturas, os lo debo todo a vosotros.

Ahora si, sin entretenerme más, os dejo con le ultimo capitulo. Espero que os guste.

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P.O.V Elena

Habían pasado ya tres años, tres maravillosos años, desde que tuve a mi hijo. Hoy íbamos a  celebrar su fiestecita de cumpleaños como se merece junto con mis amigos y sus hijos.

Le puse un pantalón vaquero, una camiseta de cuadros azules y encima de esta, un chaleco-jersey gris. Estaba monismo; Parecía un pequeño Mario en miniatura, era completamente igual que su padre en todo.

Tras vestirle le deje en su parquecito, para que jugara mientras me vestía. ¿Qué me pongo? pensé. Iba al gimnasio donde de Mario así que pensé en ponerme guapa, me puse unos pantalones cortos, grises, unos botines negros con tacón, una camiseta de manga corta con un escote generoso y una chaquetita gris.

Sonreí al verme en el espejo, seguro que Mario se ponía celoso; Sin esperar más cogí a mi pequeño, lo senté en su carrito y nos fuimos a ver a su padre. De camino, pasé primero a la gestoría; Tras estar tiempo pensándolo decidí dejar de trabajar hasta que mi hijo entrará en el colegio.

-Hola Damián.- Salude al entrar.

-Caray, pero que grande esta mini Mario.- Dijo Damián cogiéndole en brazos.

-Mian...- Dijo mi pequeño provocando que a Damián se le cayera la baba.

-¿Ha dicho mi nombre?.- Me pregunto sorprendido.

-Sí, o al menos la terminación..- Dije riéndome.- Lo repite todo, es como un loro.

-Ya veo, está muy grande.- Dijo mirándole con ternura.

-¿Todo bien por aquí amigo?.- Pregunté.

-Sí, bueno, ayer mismo despedí a la chica que te sustituía, señor, que persona más ineficiente.- Dijo exasperado mientras yo me reía.

-Bueno, ya vendrá alguna mejor.- Dije restándole importancia.

-Bueno, y si no me apaño yo solo, hasta que este enano entre al cole.- Dijo jugando con mi pequeño.

-¿En serio piensas guardarme la posibilidad de volver cuando mi hijo entre al cole?.- Dije sorprendida.

-Por supuesto Elena, no solo eres mi amiga, eres la persona más eficiente que he tenido en la gestoría.- Dijo mirándome, sincero.

-Quién nos iba a decir, que acabaríamos siendo amigos nosotros tres y no solo eso, si no que trabajaríamos juntos.- Dije riéndome.

-Cierto, nadie hubiera dado ni un duro por esto.- Dijo divertido.- Pero me alegro, no sabes cómo me arrepiento de mi pasado.- Dijo tristón.

-Bueno, pero no te pongas triste hombre, que eso es pasado y al pasado, pisado.- Dije sonriéndole mientras cogía a mi pequeño.- Dile a dios al tito Damián.- Dije a mi hijo, que con su manita derecha movió sus deditos como despedida.

Los gordos, también aman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora