Capitulo 30 : San Valentín

4.9K 199 19
                                    

********

Aqui os traigo un capitulo más. Lleno de sentimiento y sorprendentes revelaciones. Mario abre su corazón a Elena, en la más profunda intimidad.

Espero que os guste, a mí me ha costado escribirlo, alguna lágrimilla se me ha caido con este pedazo de hombre ;)

Espero vuestros votos y comentarios. Se que esto nadie se lo espera.

Os quiero, gracias por comentar y votar mis historias. Y darme vuestra opinión, que para mi es lo MAS importante ;)

Besitos!

Os dejo la foto del vestido!

*********

P.O.V Elena

Desayune mientras él se duchaba, pero con la cabeza en las nubes. Mil veces había soñado con este momento, pero jamás pensé que se iba a cumplir. Al terminar de desayunar ahí le vi, con una simple toalla en su cintura, su torso mojado. Me atragante al sentir como la temperatura de mu cuerpo crecía. Termine de desayunar mientras el muy cabrón se vestía delante de mi sin ningún pudor. Me estaba provocando, y de qué manera. Ver desnudo a ese monumental hombre, no era algo que pudiera pasar desapercibido por mi cuerpo.

-A la ducha señorita...- Dijo agachándose hasta donde estaba yo, simplemente con sus calzoncillos; Esto era demasiada provocación, me tire hacía sus brazos, provocando que cediera su cuerpo hacía atrás, dejándole tumbado conmigo encima.

-¿Te duchas conmigo?.- Dije sugerente en su oído. Sentí como se estremecía y farfullaba por lo bajo.

-Ya me he duchado...- Dijo con la voz ronca, volvió a hablar consigo mismo en susurros.

-Pero... no quiero ducharme solita.- Dije arrastrando mi intimidad hasta su miembro, duro por cierto.

-Grrr...- Gruño al sentirme junto a su miembro.- No te adelantes a los acontecimientos.- Dijo sujetando mi cintura, para que dejara de moverme, imposible zafarme se su agarre, suspire molesta.

Me levanté hacía el baño y cerré la puerta de un fuerte portazo.

-Pues vaya mierda de San Valentín.- Dije molesta mientras abría el grifo.

-Te he oído...- Dijo divertido desde el otro lado de la puerta.

-¡Mejor!.- Dije enfurruñada.

Me duche y me relaje; Peine mi pelo con el secador, y me lo planche. Una hora después salí a vestirme, me puse unos leggins negros, un jersey gris largo, casi como un vestido, y unos botines negros.

Al bajar Mario estaba en el sofá, con mi madre, hablaban y reían, no pude evitar que se me pasara el enfado. Me senté al lado de Mario dejando a la enfermera con las ganas de sentarse ahí.

Me recosté en su pecho, mientras el pasaba su brazo por mi espalda y apoyaba su mano en mi cintura; Estaba en la gloría cuando alguien llamo al timbre. Le mire con la intención de que se levantara.

-Yo no espero nada, ni a nadie.- Dijo divertido.

Me levante curiosa a abrir la puerta y me encontré con un ramo de rosas... ¡Enorme!. Lo cogí y firme la hoja que me indico el repartido. Cerré la puerta con el pie, mientras olía ese montón de rosas que me había traído. Abrí la tarjeta, y sonreí al leer lo que ponía.

Esto.. tan solo es el principio.

Aun quedan más sorpresas

Queda, cordialmente invitada a pasar

la mejor noche de nuestras vidas.

Te quiero

PD: Ponte guapa, hoy cenamos fuera.

Los gordos, también aman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora