Los gordos, también aman.

Capitulo 15: Recuperando el tiempo perdido.

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Bueno aqui un poooooooooquito de amorrrrr, sexo y ... semi ppelea, con celos jajajaja :D acciónnnnnnnnnnnn!

Espero que os guste, he sido buena eh! Veremos que pasa de aquí en adelante. Espero vuestros votos y comentarios y que os gusteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!

¿Estoy como una cabra? Sí...

Besitoooooooos.

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P.O.V Mario.

¿Podría ser más feliz que en estos momentos? Las cosas con Elena iban a la perfección, solo con mirarnos sabíamos lo que pensaba el otro.

Estaba en mi casa preparándome para salir con ella después de un duro día de trabajo en el gimnasio que acabábamos de montar Jaime, Raúl y yo. Nos iba bastante bien y habíamos superado nuestras expectativas de clientes inscritos.

Estaba cansado pero tenía muchas ganas de ver a mi preciosa novia, novia... aun me parece mentira que pueda llamarla novia, después de todo lo que habíamos pasado. Me puse unos pantalones vaqueros ajustados, un camiseta ajustada rosa y una chaqueta de botones negra, de punto. Una vez listo cogí las llaves de mi coche y me fui hacía casa de Elena; Al llegar ella justo salía de su portal, esto sí que era compenetración.

Me la lleve a cenar a un restaurante que preparaba la carne de manera espectacular; Nos divertimos mucho hablando y recordando anécdotas y compartimos el postre, helado de chocolate, que la encantaba.

Después fuimos a la discoteca, mala idea, la lleve a la discoteca donde normalmente iba, y por lo tanto donde estaban gran parte de mis ligues. Nada más entrar trague saliva, agarre a mi preciosa novia de los hombros, para dejar claras dos cosas: Una que tenía novia y otra, que ella, tenía novio, yo.

Frunció el ceño varias veces al ver las miradas que algunas chicas tenían hacía ella, pero la apretaba contra mí y la besaba de tal forma que terminábamos con la respiración agitada, y su preciosa cara sonrojada.

Estaba riéndome con ella, mientras nos tomábamos nuestra bebida, totalmente felices, cuando una chica tapo mis ojos con la típica pregunta de " quien soyyyy". Quite sus manos con algo de fuerza y me gire, ahí estaba Rita, uno de mis ligues, con la única que había repetido varias veces.

-Caray, Mario, cada día estas más bueno.- Me dijo haciendo que me tensara al notar que Elena agarraba mi jersey y tiraba de mi disimuladamente.

-Rita...¿Qué tal?.- Dije con desinterés.

-Ahora que estas tu aquí, mucho mejor.- Dijo tirando de mi y arrimándose demasiado.

-Rita, que corra el aire.- Dije borde, era lo mejor, directo y conciso, más vale una vez rojo, que siento amarillo.- No estoy libre, tengo novia.- Dije agarrando a Elena que estaba muy celosa y muy enfadada.

-Oh... es una pena. Aunque no se que viste en ella, yo soy mucho mejor que esa cosa.- Dijo con despecho.

-No lo creo.- Sonreí de medio lado con maldad.- Ella es una mujer, no una cualquiera.- Dije provocando que se fuera.

Me gire para ver a Elena, tenía sus brazos cruzados por encima del pecho, el entrecejo fruncido y miraba para el otro lado. Retire sus gafas un momento, sorprendiéndola y bese su entrecejo, haciendo que esa mueca de enfado desapareciera, volví a ponerla sus gafas y la bese en la boca esta vez.

-¿Te ha quedado claro de quien soy, y a quien quiero?.- Dije muy cerca de sus labios.

-Aja....- Dijo sin parar de mirarlos.- Así que aquí están todos tus ligues, claro, por eso me miran así.- Dijo bajando la vista al suelo.