Capitulo 49 : Un mesecito de vida.

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Síiiiiii!  A las doce y media de la noche del 7/1/2013 ¡Lo consegui!

Aqui os dejo un nuevo capi, no se exactamente los capis que le quedan, pero serán poquitos, está apunto de acaba esta historia ;) ohhhhhhhh que penita!

Espero que os guste. Comentar, votar, decirme algo jejejje :D Me encantan vuestras opininones. Os quiiiiiiiiiiiiiiiero!

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P.O.V Elena

Me encontraba sentada en mi cama, con mi pequeño tumbado justo en frente de mí; Su sonrisa me hacía sonreír, ver a esa cosita tan pequeña, fruto de nuestro amor. Levanto su pequeña ropa y le hago pedorretas en la tripa, se ríe, vuelvo a hacerle pedorretas y se vuelve a reír.

Después de jugar durante un rato con él, le visto con ropa de abrigo. Estamos en Octubre y hace un poco de fresco. Una vez listo, me arreglo yo y salimos rumbo al trabajo de papa Mario.

Hace una mañana perfecta para salir de paseo con mi pequeño, tanto que voy despacio disfrutando de del paseo. Mi pequeño va hablando solo, haciendo ruiditos de vez en cuando, provocando que babee por él, es tan mono y tan chiquitito.

Nada más llegar al gimnasio, Lara y Estefanía vienen hacía a mí como locas, lo sacan del cochecito y lo cogen en brazos; Mientras dejo el coche apartado miro a Lara sonreír a mi pequeño.

-Pero que nene más bonito...- Decía Lara chocando su nariz con la de mi pequeño, que la miraba con los ojos bien abiertos.- Y qué bueno que es...- Decía acunándolo en sus brazos.

Reía con cada tontería que Lara le hacía y a mí se me caía la baba. Después fue el turno de Estefanía, le hizo pedorretas, le puso voces, alguna que otra cosquilla.. hasta que se cansó y empezó a llorar.

No llevaba llorando ni cinco segundos cuando Mario se asomo reconociendo el llanto de nuestro pequeño. Sonrió al verlo y corrió hacía Estefanía para coger en brazos a Gabriel.

Nada más cogerlo su padre se calmó; Mis babas ante esa imagen ya mojaban el suelo, nunca me cansaría de ver a mis dos hombres favoritos así.

-Estas mojando el suelo de babas.- Me dijo Raúl, junto con Lara.

-Lo sé.- Dije sin dejar de mirar a Mario, que cogía a Gabriel y lo subía hacía arriba estirando sus brazos.

-Creo que no he visto nunca tan feliz a Mario.- Dijo Lara.- ¿Verdad bebe?.- Pregunto.

-Sí, verdad. Nunca ha sido tan feliz, no al menos desde que yo le conozco. Seguramente el te lo ha dicho muchas veces Elena.- Dijo mirándome.- Pero le has hecho el hombre más feliz del mundo.

-No tienes más que verlo.- Dije sonriendo.- No ha llorado ni cinco minutos y ya sabía que era su hijo el que lloraba.- Dije ladeando la cabeza mientras me miraba Mario con Gabriel acunado en sus brazos.

Mario vino hacia mí y me beso con Gabriel aún en sus brazos; Sonrió cuando Raúl cogió a nuestro pequeño.

-Ajo...- Decía Raúl mientras con un dedo tocaba el labio inferior de mi pequeño.- Vas a ser igual que tu padre...- Dijo Raúl riéndose y cosas de la vida, mi pequeño sonrió y emitió una risita. Ahora ya no babeaba yo sola, babeaba Lara, Mario, Estefanía, Jaime y yo.

Mientras Mario terminaba su turno en el gimnasio, crucé la calle para ver a Damián. Le oí reunido en su despacho con unas personas, por lo que espere sentada en mi sitio mientras mi pequeño jugaba con mi dedo.

Repase también algunos papeles y se los prepare para que solo tuvieran que firmar los clientes. Cuando salieron todos del despacho, se quedo sorprendido y tras despedir a los clientes, vino hacía mi.

Los gordos, también aman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora