Capitulo 28 : Humildad y mucha verguenza.

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¡¡ ATENCIÓN, CONTENIDO SEXUAL!! --> NO LEAN EL CAPITULO, SI NO LES GUSTA LEER TORRIDAS ESCENAS <<----

 Holaaaaaaaaaaaaa! Aqui os traigo un nuevo capitulo de los gordos también aman. Esta mañana como tenía tiempo libre, por fin, he cambiado la portada del libro, que creo, le pega más y es más bonita ;)

Espero que os guste el capitulo, como y he avisado, tiene escenas de sexo, en su mayoría. No son ni desagradables, ni fuera de tono. Es un acto sexual, narrado.. sin mas ;)

Espero vuestros votos y comentarios, de quienes finalmente lo lean. Como ya dije en la otra historia, a los nuevos fans, os invito a comentar, primero pero que no os cuesta nada, es dar a un botoncito y decir vuestra opinion, y segundo por que no muerdo y me hace mucha ilusion vuestros comentarios ;)

Os dejo con el capitulo, y sigo escribiendo, que hoy es el día que la musa a decidido aparecer, y tengo que esprimirla, para cuando se quiera ir de nuevo!

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P.O.V Mario

Completamente recuperado de mi gripe, gracias a mi pedacito de cielo, llamado Elena. Iba en el coche, con ella, camino del hospital. Damián llevaba allí una semana ingresado, las fracturas que yo le cause, se vieron empeoradas con la paliza que esos matones le propinaron aquel día.

Ella iba sonriendo, no me cansaba de mirarla. Iba mirando por la ventana, admirando el paisaje frio de Febrero. Dentro de poco sería San Valentín, y quería sorprenderla, ¿pero cómo?.

Al llegar a la zona del hospital, busque un aparcamiento cercano y aparque. Mientras me bajaba del coche, la cabezota de Elena ya intentaba salir de él, en vez de esperarme.

-Auch...- Dijo quejándose al apoyar el pie, cómo no paraba de ninguna forma, su pie estaba tardando en curarse.

-Si te esperaras a que yo llegará para ayudarte, no te harías daño.- Dije cogiéndola en brazos y cerrando el coche.

-Gruñón...- Farfullo abrazándose a mi cuello

Al llegar, la gente nos miraba como si fuéramos a urgencias, gracias a dios, no era el caso.

-¿La habitación 312?.- Pregunté.

-Suba a la tercera planta, gire a la derecha y casi al final del pasillo la encontrará.- Eso hice.

Al llegar llamamos a la puerta, oímos su voz dejándonos pasar.

-Ostias que sorpresa.- Dijo sincero, su cara era de asombro total.

-¿Cómo estas Damián?.- Preguntó Elena, queriéndose bajar de mis brazos.- Suéltame osito gruñón.- Me dijo Elena burlándose.

-Aquí ando, si dios quiere dentro de dos días me dan el alta.- Dijo contento.

-Andar... andas poco.- Dije burlándome, tenía el pie escayolado. Se rió de mi comentario.

-Gracias por defenderme.- Dijo Elena, ¿Defenderla? Aquí hay algo que me he perdido.

-No fue nada, aparte, no conseguí defenderte como me hubiera gustado.- Dijo Damián con pesar, mientras yo les miraba sorprendido.

-¿La defendiste?.- Dije sorprendido.

-Bueno, vi que esos matones iban a por ella y me puse en frente, por lo menos conseguí que solo uno la pegara, los otros dos se enzarzaron conmigo.- Dijo mirándome.

-Vaya... no me lo esperaba si te soy sincero.- Dije arrepentido.

-Ya, tú tenías más el pensamiento de que iba a violarla encima de la mesa de mi despacho, contra su voluntad.- Dijo riéndose, mientras yo pasaba mi mano por la cabeza.

Los gordos, también aman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora