Los gordos, también aman.

Capitulo 2: La no cita.

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Hola a todos! Aqui os traigo el segundo capitulo de la Historia de nuestro querido Mario... Que pasara en esta no cita? =) jijijiji.

Bueno, espero vuestros votos y comentarios, espero que os guste!! =D

Os quiiiiiiiiiiiiiiiero!!!! Gracias por vuestro incondicional apoyo!! jejeje.

El capi de hoy va dedicado de a DarkArya! por que esta enamoradilla de Mario jajajaja =D

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P.O.V Mario

Por fin viernes, por fin se acababa otra más de las asquerosas semanas que pasaba en ese instituto. Hoy había quedado con Elena, a la que hoy se la veía especialmente feliz, asique comí, me eche un rato la siesta, y programe mi alarma.

Estaba vistiéndome, me puse unos vaqueros súper desgastados, era lo que tenía estar tan gordo, que los pantalones valían una millonada. Me coloque una camiseta normal y corriente y una sudadera encima, lo normal.

Salí de mi casa en dirección a la de Elena, tranquilamente. Iba despacio, otro de los inconvenientes era que me ahogaba bastante al andar, por lo que me tomaba mi tiempo en llegar a los sitios; Cuando llegue a su casa, llame al timbre y espere a que saliera.

Cuando la vi me quede impresionado, iba guapísima, distinta a otras veces, más arreglada. Llevaba unos pantalones vaqueros ceñidos, una camisa algo ancha y una chaqueta a juego.

-Estas muy guapa pedacito de cielo.- Dije pasando mi brazo por sus hombros.

-Gracias.- Dijo sonrojándose.

Andamos hasta el centro comercial, donde tras debatir que pelicular ver, nos decidimos por una romántica, que le iba a hacer, cuando Elena me ponía cara de cachorrito no podía negarme y por mi amiga era capaz de hacer lo que sea.

La película iba sobre unos amigos como nosotros; La chica empieza a sentir cosas por su amigo, lo que les lleva a discusiones, peleas, y demás, hasta que finalmente se daba cuenta el chico de que como su amiga, no habría ninguna. Al salir del cine Elena me miraba con un brillo especial que no pude descifrar.

Decidimos ir a comernos unas hamburguesas, éramos amantes de ellas, yo sobre todo claro. Mientras cenaba de lejos vi a mi amor platónico, iba espectacular, con un vestido muy ceñido al cuerpo, corto, y de color rojo. Su hermosa melena rubia iba suelta, con pequeñas ondulaciones. ¡Dios, estaba preciosa!.

-Holaaa... tierra llamando a Mario, que mir....- Dijo mi amiga, que miro en la misma dirección que yo y vio a Casandra.

-¿Crees que algún día se fijará en mi?. Igual.. si adelgazo un poco dejo de ser invisible para ella.- Dije dando otro bocado a mi hamburguesa.

-No lo sé.- Dijo secamente.

-¿Te pasa algo?.- Pregunte al ver como su semblante se volvía triste y sus ojos perdían ese brillo que había visto antes al salir del cine.

-No..- Volvió a contestarme secamente.

Casandra pasó por nuestro lado y por primera vez en mi vida, fui visible para ella, la sonreí como un tonto enamorado, que es lo que era, y para mi sorpresa, me habló.

-¿Que miras bola de sebo?.- Dijo poniendo cara de asco. Eso había dolido, que fuera un gordo seboso no significaba que no tuviera corazón, pero no contesté, baje mi mirada al plato mientras ella seguía su camino.

-¿Es que no te vas a defender de esa hueca?.- Me dijo Elena con un gesto de enfado que hasta ahora no había visto.

-¿Que quieres que diga? ¿No me llames gordo? Es que no ves que es lo que soy..- Dije algo enfadado, no me gustaba verla así conmigo.