**********
Hola, aquí os traigo el capitulo de la historia de nuestros querido Mario. Es para comerselo ¿Verdad? jejejeje. Quedan pocos hombres así.
No quiero entreteneros mucho, entre otras cosas por que aun me queda escribir el capitulo de la otra historia. Solo espero que os guste, y como siempre os pido que comenteís y voteís si os gusta.
Tambien doy las gracías a la gente que aunque no comenta vota y a las que se animan a comentar ;)
Empece con una hisotira y ahora tengo cuatro, dos de ellas, sin acabar aun. Asique os estaré eternamente agradecida y os doy las gracias una vez más, aunque no sea suficiente.
Os quieeeeeeeeeeeeeeeeeeero!
************
P.O.V Mario
Llevaba una semana pensando, haciendo cuentas, haciendo planes y estaba decidido. Hable con el banco para sacar el dinero que mi madre me había dejado cuando murió, el cual, había seguido creciendo por que yo guardaba mensualmente parte del dinero que ganaba.
No había problema, solo faltaba lo más importante, que Elena, aceptara. Fui dándome un paseo hasta su casa, buscando la forma de hacerlo, buscando las palabras correctas para decírselo.
Llevábamos muy poco tiempo, pero yo a ella la conocía de toda la vida y me sentía preparado para vivir con ella. La conocía muy bien, de pies a cabeza. Al llegar, llame a su telefonillo y espere a que contestara.
-¿Si?.- Dijo ella.
-Preciosa, soy Mario, ¿Me abres?.- Dije tranquilamente.
No contestó, me abrió directamente cosa que agradecí, Era diciembre y hacía bastante frio. Subí y al llegar a la puerta de su casa ya estaba ella esperándome con una sonrisa radiante.
-Hola preciosa.- Dije besándola.
-Hola osito...- Dijo entre besos.
Pasamos y salude a su madre, que estaba cenando tranquilamente. Me senté con ellas y cene yo también. Más tarde la ayude a recoger todo, y fregué los platos mientras ella ayudaba a costarse a su madre.
Me senté en el sofá nervioso, no sabía cómo reaccionaría; Perdido en mis pensamientos no la vi venir, y se sentó encima de mí.
-Me encanta que vengas a verme por sorpresa..- Dijo sonriendo.
-Lo sé.- Sonreí de medio lado.- ¿Qué tal todo?.- Dije nervioso.
-Bien...- Dijo cerrando sus ojos...- Estas nervioso, ¿Qué te pasa?.- Me preguntó, ¡Joder! Me conocía demasiado bien.
-Nada...- mentí, sin éxito.
-Mientes...- Dijo cruzándose de brazos.
-Está bien... si me pasa algo, pero no es nada malo.- Dije tranquilizándola.
-Entonces... cuéntamelo.- Dijo sonriéndome.
Suspire, intentando buscar la forma de decirle lo que llevaba una semana pensando y planeándolo. Pero tenía un terrible miedo a que me rechazara, a que no quisiera venirse a vivir conmigo..Pero tenía que arriesgarme a decírselo, tenía que arriesgarme a ser rechazado o aceptado.
-Está bien...- Dije y suspire.- Quiero que vivamos juntos.- Dije esperando su respuesta, se quedo muda, me miraba, pero no podía descifrar lo que me decía su mirada.- Por dios.. dime algo Elena.- Dije más nervioso.
-No puedo...- ¡Lo sabía! Me había rechazado, baje la mirada abatido.- Pero no porque no quiera, si no porque no puedo dejar sola a mi madre.- Mi corazón volvió a latir y sonreí.
ESTÁS LEYENDO
Los gordos, también aman.
Romance¡¡¡OBRA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE!! ¡¡TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. PROHIBIDA SU COPIA O REPRODUCCIÓN, CAMBIO DE NOMBRES O CUALQUIER TIPO DE PLAGIO Codigo: 1301174375697 Sí te gusto mi "trilogía" Sentmientos encontrados, El mejor Regalo y Luchare...