Los gordos, también aman.

Capitulo 26: No todo es lo que parece

**********

Doce y media de la noche, ¡Aqui esta el capi! Lo prometido es deuda.

Espero que os guste, así como espero vuestros votos y comentarios que siempre siempre siempre me daís ;) y por lo que os estoy tremendamente agradecida ;)

Bueno, os dejo, voy a ver si sigo escribiendo y adelanto un poco la tarea jejeje ;)

os quieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeero!!

************

P.O.V Elena

Tres meses llevaba ya trabajando con Damián y la verdad es que me gustaba mi trabajo; Con Damián las cosas iban muy bien, realmente había cambiado. No éramos amigos ni quería serlo, pero si tener un trato cordial con quien era mi jefe. Mario seguía en sus trece,  que si no le creía, que si era un violador...etc.

Desde aquel día que se puso pálido no le había vuelto a pasar nada parecido, cosa que me tranquilizaba, porque realmente me asusto verle así. No porque me haya olvidado de todo lo que me hizo, si no porque soy persona y no me gusta ver a una persona mal, por ruin y desgraciado que sea.

-Elena, salgo un momentito a arreglar unas cosas con el banco. Si viene alguien les dices que vuelvan un pelín más tarde, ¿De acuerdo?.- Dijo sonriéndome.

-De acuerdo Damián, no te preocupes..-Le dije amablemente y seguí con su trabajo.

Mi media hora de descanso llegó, y como habíamos pactado me acerque al gimnasio; Me tranquilizaba saber que Mario ya mal pensaba cuando me veía aparecer, ya que lo hacía todos los días. Llegue a ese acuerdo con Damián, el cual no puso ningún problema, para así tener menos problemas con el sobreprotector de mi novio.

-Pedacito de cielooo...- Dijo abrazándome por detrás sin que me lo esperaba.

-Osito....- Dije sonriendo todo lo que mi boca permitía.

-¿Te apetece salir a tomar algo con estos esta noche?.- Dijo cogiéndome en brazos.

-Claro, llamare a la enfermera para ver si puede venir a casa.- Dije mirándole, mientras me chupaba el labio inferior.

-No hagas eso....- Dijo sin dejar de mirar el movimiento que hacía con la lengua.- Elena....- Me advirtió de nuevo.

-Perdón.- Dije poniendo carita de niña buena.

Mi media hora de descanso termino y cuando volví a la gestoría Damián todavía no había llegado. Me senté en mi puesto de trabajo y seguí con los emails que tenía pendientes.

De repente entro una chica en la gestoría, con una ropa bastante cara y con aires de prepotencia.

-Dígale a Damián que salga ahora mismo.- Dijo dando un golpe a mi mesa. Levante una ceja mientras mi ira crecía.

-Primero, no de golpes en mi mesa, segundo, Damián no está.- Dije seria levantándome de la silla.

-Escúchame guapa, o sale él o le saco yo.- Dijo levantando la barbilla como si fuera superior.

-Le acabo de decir que no está, si es tan amable de esperar unos minutos cuando el señor Damián venga hablara con usted.- Dije mirándola fijamente.

-Escúchame me da igual si tu eres su nueva zorrita, que salga y punto.- Dijo cogiéndome del pelo y me soltó.

-Y yo le he dicho que no está, si no se ha lavado los oídos no es mi problema.- La empuje.

-Barriobajera.- Dijo mirándome con desprecio.

-¿Y usted qué es? ¿Qué clase de persona entra en mi oficina, dando voces? Ni que fueras la reina de España, cuando solo eres una puta vestida de marca.- Escupí encarándola.