Capitulo 29: Un jersey dado de sí.

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MIL PERDONES! Se me olvido por completo subir el capi! Pensaba que ya estaba subido y revisando e dicho.. ¿comooooooooooooooo? jajaja mil perdooones!

Espero que os guste, estoy escribiendo el siguiente ;) espero vuestros votos y comentariosss! ijijij

OS quiiiiiiiiiiiiiiero!

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P.O.V Mario

A penas faltaban tres días para San Valentín y ya tenía preparada la sorpresa para Elena. Se trataba de una noche romántica, en un hotel cercano a casa, justo coincidía con que la hermana de la madre de Elena, venía de nuevo a Madrid y volvía a llevársela para dormir.

Por lo tanto, la enfermera no tendría que ir a casa el día siguiente a San Valentín. Últimamente Elena estaba paranoica con la enfermera; Desde que abrió la puerta de nuestra habitación sin llamar, Elena la fulminaba con la mirada, cada vez que la pobre mujer me miraba.

Una noche romántica en un hotel de  cuatro estrellas, cercano a casa. El más mínimo detalle, cuidado. Una botella de vino, pétalos de rosa distribuidos por toda la habitación, sobre todo en la cama, y un regalo esperándola. Me había roto la cabeza pensando que podía regalarle, a parte de la noche en el hotel, al final decidí comprarle un bolso de ejecutiva de Tous, que hace unos días vimos paseando por Madrid y la encantó.

Cuando quise darme cuenta quedaba un día para San Valentín.

-Hoteles AC, ¿En qué puedo ayudarle?

-Hola, buenos días. Mi nombre es Mario y tengo una reserva de una habitación para mañana en vuestro hotel. Quería asegurarme de que no había ningún problema y que cuando llegue con mi novia al hotel, este todo preparado.- Dije rezando por qué no hubiera problemas.

-Sí, tengo aquí mismo su reserva. Mañana prepararan al medio día todo lo que pidió para su habitación, salvo el vino, que lo pondremos en la habitación mientras usted firma el check-in.- Me contestó amablemente.

-De acuerdo, muchas gracias.- Me despedí y colgué.

-¿Todo preparado para darle una noche de placer a mi amiga Elena?.- Preguntó Lara que estaba sentada encima de Raúl, en su silla de la recepción.

-Por su puesto...- dije sonriéndola.

-Espero que estés a la altura amigo... ¿Recuerdas todo lo que te dije?.- Me dijo Raúl mientras Lara le miraba.- No me mires así princesa, sabes que no le daría ningún mal consejo, ¿o a caso no recuerdas tu primera vez?.- Dijo Raúl provocando que Lara asintiera sonrojada.

-Si amigo, lo recuerdo todo y tome buena nota de ello. Y ahora, por muy a gusto que estés con tu mujer sobre ti. Mueve el culo y a trabajar, tienes que ayudarme en la sala de maquinas, hoy coinciden dos gallitos de corral.- Dije riéndome.

-Lo peor de este trabajo, es que cuando no te das de ostias porque un tío le tira los trastos a tu mujer, te tienes que dar de ostias para separar a dos gilipollas.- Me dijo de camino a la sala de maquinas.

-Estoy de acuerdo contigo, mírales, ya están haciendo payasadas.- Dije mirando a los dos chavales que andaban el uno frente al otro ejercitando sus músculos.

-Menos tonterías y a ejercitarse. Si queréis boxear, este no es el lugar.- Dijo Raúl con una voz que intimidaba realmente.

Al final, como siempre paso. Los dos gilipollas se pelearon, hubo que separarles, y esta vez, entre golpe y golpe el que salió perjudicado fui yo, que recibí un puñetazo en la cara que me partió el labio. Fueron expulsados y me cure yo mismo el labio. Elena estaba en la gestoría haciéndose cargo de ella, mientras Damián seguía recuperándose.

Los gordos, también aman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora