Capitulo 35: Una ducha de agua fría

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Hola hola, aqui os traigo el capi de hoy. Espero que os guste ;) El de mañana intentare que sea más largo, pero es que ultimamente tengo muy poco tiempo libre y mil cosas que hacer... jajaja 

Bueno, el capi de hoy es un poco más alegre para Mario, y un poco más triste para Elena ( ¿Que se lo merece un poco no?) El caso es que... bueno, no os adelanto nada ;) espero que os guste jajjaja

Como siempre, aqui espero vuestros votos y comentarios, que cada día me gusta más leerlos jajajaja me encanta saber vuestra opinion!

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P.O.V Raúl

Conducía deprisa pero sin poner el riesgo la vida de mis amigos; Iba hacía casa de Mario, durante estas semanas todos los días le he llamado, siempre me ha colgado o a lo ha dejado sonar, por hoy no contestaba, y apenas eran las doce y media de la mañana.

Cuando llegue me temblaba el pulso pensando en que Mario podía haber hecho alguna locura. Metí la llave en la cerradura y abrí la puerta con miedo, había varias botellas por el suelo, todas vacías, también había varias bolsas de patatas fritas y demás en el suelo. No le veía, me acerque al sofá y le vi.

-Está aquí...- Dije revisando sus muñecas, tenía pulso y no se había hecho ninguna locura en ellas, suspire aliviado.- Tiene un pedo que no puede con él...- Dije mirándole, apestaba a alcohol.

Entre Jaime y yo le cogimos, iba intentando hablar pero nada más que decía tonterías. Con cuidado le metimos dentro de su ducha, le sentamos en el plato y abrí el grifo del agua fría. No pude evitar reírme al ver su cara de pánico al sentir el agua fría calar su ropa.

Como pudo apago el frio y nos miro con el ceño fruncido.

-¿Qué hacéis aquí?.- Pregunto sorprendido.

-Salvarte...- Dije serio.- ¿En serio pensabas que te dejaríamos morirte de asco? No, nos gusta demasiado molestarte.- Dije intentando animarme.

-Sabes que vosotros nunca me molestáis.- Dijo triste.

-Vamos, date una ducha y ponte decente. Te esperamos abajo.- Dije saliendo del baño.

Mientras él se duchaba limpiamos todo el salón de botellas y bolsas y también nos deshicimos de todo el alcohol que pudiera haber en esa casa, no iba dejar que mi amigo se convirtiera en un alcohólico por una mujer. Me sentía mejor después de haberle soltado a Elena lo que hace tiempo debería haberle dicho alguien, ya que por sí sola no se da cuenta. Esperaba funcionara y que la haya hecho reaccionar.

Nos sentamos en el sofá a esperarle mientras veíamos la televisión. Bajo las escaleras sorprendido de que estuviéramos todos allí, sonrió de lado y se sentó entre Jaime y yo, que aposta habíamos dejado el hueco para él.

Mi esposa y Estefanía se arrodillaron delante de él, sonrientes, esperando que el sonriera y lo hizo.

-¿Cómo habéis entrado?.- Preguntó Mario.

-Por la puerta...- Dijo Jaime, y Mario rió.

-Le pedimos las llaves a cierta chica.- Dije sin nombrarla.- ¿Cómo estás?.- Le pregunté.

P.O.V Mario

Notaba que algo o alguien me llevaba en brazos, note que me sentaban y que habrían el grifo. ¡MIERDA ESTA HELADA!. Me dije interiormente mientras luchaba por apagar el grifo.

-¿Qué hacéis aquí?.- Pregunte completamente sorprendido de que mis dos amigos estuvieran allí.

-Salvarte...- Me dijo Raúl.- ¿En serio pensabas que te dejaríamos morirte de asco? No, nos gusta demasiado molestarte.- Dijo haciéndome que sonriera de medio lado.

Los gordos, también aman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora