Capitulo 24 : Segundas oportunidades.

4.7K 196 35
                                    

*********

Hola a todos, siento subir tan tarde el capi de hoy, pero no tengo casi tiempo y no he podido terminalo antes.

Espero que os guste, esta vez, la mujer perfecta es Estefanía, y al final del capi os dejo con una súper sorpresa que nadie se espera ;) jejeje. Haber que opinais y como reaccionais, ante esta parte de la historia... ;)

Estoy deseando saber vuestras reaciones, asique votar si os gusta y comentar, que me muero por saber que opinais.

Nos vemos mañana con otro capi, os quiero!

**********

P.O.V Elena

Hoy venía una hermana de mi madre para estar con ella, se la llevaría por la noche a su hotel, para estar con ella durante todo el día de mañana. Acepte encantada y la prepare todo lo necesario para esta noche y mañana.

Cuando vino a buscarla, me puse a preparar la cena. Puse la mesa con un mantel rojo, la vajilla blanca, copas de champagne, velas. Prepare mis costillas a la barbacoa, le encantaban.

Una vez estuvo todo listo, me quite el albornoz y me puse un conjunto de ropa interior nueva, y encima un vestido azul palabra de honor muy ceñido, y espere a que llegará.

http://ropaparamujer.net/wp-content/uploads/2010/09/vestidos-1.jpg

-Preciosa, ya estoy en casa.- Me gritó desde la puerta. No le contesté, deje que me buscará y no tardo en encontrarme, supongo que las velas me delataron. Le esperaba sentada en un brazo del sofá, con las piernas cruzadas y una sonrisa inmensa.- Joder...- Dijo al verme.

-¿Te gusta?.- Dije sin especificar.

-¿Tu o la cena romántica?.- Preguntó mirándome con deseo.

-Las dos cosas...- Dije mirándole tiernamente.

-La cena.. maravillosa, pero tu estas....espectacular.- Dijo cuando llego donde estaba, y me levanto del sofá para verme.- Madre de dios....- Dijo mirándome con deseo y empezó a besarme. Sus besos bajaron a mi cuello, y era momento de parar.

-Osito... tenemos que cenar, no quieras empezar por el postre.- Dije seductoramente, fruto de lo excitada que estaba.

-Es que no tengo hambre, y el postre.... me encanta.- Dijo besando mi cuello de nuevo.

-Hay... costillas a la barbacoa.- Dejo de besarme y me miro alzando una ceja.

-Puede que si tenga un poco de hambre...- Dijo tocándose su inexistente barriga.

Cenamos tranquilamente, recordando viejos tiempo, recordando cosas de nuestra infancia. Era súper fácil con Mario; El día que me pidió que me viniera a vivir con él, casi se me sale el corazón por la boca, no podía creerme que me lo estuviera pidiendo.

-A todo esto... ¿Y tu madre?.- Me dijo Mario tiernamente.

-Con  su hermana, se la lleva a dormir al hotel para pasar mañana todo el día juntas.- Dije feliz.

Terminamos de comer y me recosté sobre la silla, estaba algo cansada, aunque todavía me quedaban energías para algo... Hice el amago de ponerme a recoger la mesa, pero el sujeto mi muñeca con suavidad, y se levanto, para tirar de mi y pegarme a él.

-No te pienses ni por un minuto, que voy a esperar más tiempo.- Dijo mirándome con deseo.

-Oh.. de acuerdo.- Dije con voz de niña buena.

Me llevo hasta el sofá y se sentó, después tiro de mí y me sentó sobre él. Empezamos a besarnos tiernamente, saboreándonos el uno al otro. Me encantaban sus besos, podía perderme en ellos, podía tirarme horas y horas besándole.

Los gordos, también aman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora