Infalible (parte 6)

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Saber que Shun podría sentir atracción hacia Hyoga abría la posibilidad a que asimilara mejor su orientación y eso sin duda era una ventaja para Shión, asi que pensó en incentivar su acercamiento.

—Ya que estas aquí, podrías acompañarnos a nuestro viaje a México, el próximo lunes.

—Me gustaría pero no me es posible, con dificultades obtuve una prorroga para mis examenes finales y no puedo ausentarme mas que tres o cuatro días por mucho.

—Pero olvidas que soy de los principales benefactores de tu institución, bastara que haga una llamada y te acreditarán sin problema.

—No pongo en duda tus influencias papá pero quisiera, solo para variar, pasar por mérito propio.

—Bueno, entonces solo pedire que te realicen las pruebas por videollamada pero tu irás con nosotros. De hecho llamaré a tus hermanos así iremos todos juntos.

—Esta.... bien.

El menor tan pronto dejaron de hablar camino con su bebida rumbo al lugar donde el rubio se encontraba. 

Al ver esto, Shión miró a Dohko haciéndole una seña y este se acercó para escucharlo de cerca.

—Llevame a dar un paseo, asi podrán  conocerse mejor.

Casi en silencio el castaño comenzó a guiar a Shión hasta la puerta de forma que ni Hyoga ni Shun se dieron cuenta. Estaban tan inmersos en su charla que para cuando notaron su ausencia ya tenían mas de media hora fuera.

Ya estando solos, Shun supo que podían hablar sin problema de lo que habían hablado durante el camino a casa de su padre.

—Supongo que ese hombre es el oportunista del que me hablaste.... pero no me pareció que estuviera muy interesado en el dinero de mi padre, ni siquiera han hablado de negocios sus cuentas o las propiedades familiares.

—Pues no has pasado suficiente tiempo aquí, quizás te convenzas durante los siguientes días –el rubio bebio de su copa desviando la vista hacia la ventana, no podía resistir por mucho tiempo la mirada del peliverde y eso no estaba para nada dentro de sus planes.

—Mmm de acuerdo, estaré atento a cualquier situación sospechosa por pequeña que sea y te avisare de inmediato.

El rubio asintió, tenía muy claro que debía seguir con su plan inicial pero ahora que estaban solos le costaba demasiado concentrarse más aún al notar que debido al alcohol el rostro de Shun tenía un rubor que lo hacía lucir más bello de lo que era.

Seguía con la vista fija en Shun cuando esté bajo la vista hacia su reloj y mirando la hora preguntó.

—¿Irán a tardar mucho?– seguido de esto el veliverde avanzó pasando la mano por detrás del rubio quien comenzó a sentir que su corazón latía fuera de control.

Sin embargo Shun solo habia tomado la copa que estaba en el mueble donde Hyoga se había recargado.

—No.... lo sé – la voz del ruso estaba claramente agitada y denotaba su excitación, al percatarse de esto Shun sonrió en modo coqueto.

—Lo siento rubio pero no eres mi tipo.

Esas palabras dieron de pronto en el ego del rubio quien dejo de lado por un momento su nerviosismo y cruzo los brazos ofendido.

—No sé de que hablas, no me gustan los hombres y si asi fuera, no te elegiría a ti.

—¿No? –el chico esta vez se le acerco haciendo la pregunta a escasos  centimetros de los labios del mayor.

Hyoga se sintió tentado cayendo en el juego del peliverde, al acercar sus labios para intentar rozar los contrarios el peliverde se dió la vuelta dejándolo muy avergonzado y con la boca abierta.

Cuando salió de su asombró notó que Shun aun con la copa en la mano subía las escaleras sonriéndole.

Hyoga lo siguió con la mirada hasta verlo desaparecer en el piso superior. Estaba tan excitado, su pantalón a punto de estallar y casi jadeando, quería ir trás el y hacer que pagara aquella burla pero no podía, Shión era su objetivo no ese joven, no quería estropear sus planes pero tras pensarlo, quizás demasiado, solo dijo:

—Al demonio, ese chico será mio.

Subió las escaleras a toda velocidad pero no vio al chico por ningun lado, solo habian dos habitaciones extra y una ya estaba ocupada por Dohko, Hyoga confiado fue a la última pero al intentar abrir, la puerta estaba cerrada.

Fue entonces que luego de intentar abrir, pego su oreja a la puerta solo para escuchar unos fuertes ronquidos

Shun al otro lado se había quedado completamente dormido, el rubio cayo en cuenta que debía estar exhausto luego de tan largo vuelo, de nada le serviría esperar, aun con esa tensión en la entrepierna se resigno y  volvio a la sala para esperar que Dohko y Shión volvieran.

.......

—¿Crees que ya haya pasado tiempo suficiente?

El castaño tomandolo de la mano miraba el atardecer a su lado.

—Diria que más del necesario pero por mi podría quedarme a ver el amanecer contigo.

Shión le sonrio y lo atrajo para poder besarlo, simplemente estar asi juntos tomados de la mano era más que suficiente para el peliverde quien lo unico que pedía era la aceptación de su hijo para poder mostrar su amor por Dohko abiertamente.

—Creo que tienes una llamada – el castaño le señalo al celular con la pantalla encendida.

Shión noto que la pantalla mostraba un número desconocido y aunque por lo general no solía responder, en ese momento le dio igual y respondió

—¿Shión Aries?

—Si el habla, ¿que necesita?

El peliverde parecía estar muy atento a las palabras de su interlocutor y esto provocó que Dohko se preguntara que sucedía ya que el peliverde solo afirmaba y sonreía.

—De acuerdo, te esperamos en Mexico te dare la dirección en cuanto estemos en casa y descuida no le diré nada, seguro que será una gran sorpresa.

Shión colgo y volteo a ver a Dohko.

—No te imaginas quien acaba de llamar....

—Ciertamente no tengo idea y me intriga, la sonrisa en tu rostro.

—Te lo diré en el camino, es hora de volver a casa

......

Hyoga se encontraba acostado en el sofa, con la vista en el techo mientras seguía pensando en aquel joven.

Dadas las circunstancias y la gran fortuna de Shión incluso si se decidiera por el menor de sus hijos quedaría bien posicionado y con una suma nada despreciable, además ese chico tenía algo....

No podía definir del todo lo que era pero le producía una rara necesidad de pasar más tiempo con él, jamás le había pasado que de último momento cambiara de objetivo pero tenía que aceptar que Shun le gustaba mucho más que su padre y sin haberlo tocado siquiera.

Con una sonrisa se decidió, iba a conquistar aquel chico y tendría la vida que siempre había merecido.

Se levantó del sofa justo a tiempo, escuchó con claridad el momento en que la puerta se abría y entraba Shión y Dohko, por primera vez el rubio se sintió feliz de que el mayor estuviera con su amor de juventud, ya que ahora el centraría sus esfuerzos en el menor de los Aries.

—¿Donde esta Shun?

—Durmiendo arriba, al parecer el largo vuelo ya empezó a tener consecuencias en su hijo.

—Ya veo, Hyoga necesito que llames a mis hijos, en dos días nos vamos a la riviera maya.

El rubio asintió y enseguida fue a la improvisada oficina de Shión para realizar esas llamadas mientras Dohko se acercaba a Shion y le decía en voz baja.

—Será una grandiosa reunión familiar en especial para Hyoga que no imagina que su hermana llegara de sorpresa.

—Ya quiero ver su rostro cuando eso suceda.








Un domingo cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora