Un domingo cualquiera

Infalible (8)

Tan pronto salió, encontró a Shun charlando con Mu, pasó de largo hasta el comedor ahí estaba Dohko.

—Shun es complicado ¿no?

El castaño le hizo una seña para que tomara asiento junto a él.

—Bastante.

—Lo creas o no Shión era así. Me llevo mucho tiempo lograr que me aceptara y a pesar de que no pudimos estar juntos en su momento, sé que ahora será posible, solo se trata de paciencia

—Quizás no tengo el tiempo suficiente – comentó pensando en la nueva situación.

—¿Pero de qué estas hablando? Solo son unos niños, si nosotros pudimos ustedes con mayor razón lo harán.

Dohko le sonrió y levantandose miro al pelilila.

—Mu, ¿como llega uno al baño en este sitio?

—Sigueme.

Ambos se fueron y la mirada de Shun se encontró con la de Hyoga que enseguida tomó asiento con él y en un tono grave le dijo al oido.

—Quiero volver adentro contigo.

—No creo que sea una buena idea, Mu ha estado hablando conmigo y cree que es muy pronto y quizás tiene razón.

—Pero sabes lo que siento, mirame, me estas volviendo loco Shun – tomo con fuerzas las manos de Shun entre las suyas besandolas con cierta ansiedad –te propongo algo, tan pronto lleguemos a México....

Escapemos.

—¿Que estas diciendo? – Shun le solto las manos asombrado.

—No huir e irnos lejos, sino aprovechar el viaje por nuestra cuenta, conocer sitios distintos, solos.

El corazón de Shun comenzaba a latir con fuerza, era impulsivo y esa idea claramente le atraía pero también era cierto que hacía ya mucho tiempo que no veía a su familia y quizás al volver ya no lo haría, ni a ellos ni a Hyoga, quería vivir esta experiencia antes de volver a Francia a sus deberes y con su..... novio.

—No lo sé.

—Acepta Shun, podría ser la única  oportunidad en nuestras vidas – la tensión lo hacía sudar, tenía presentes las palabras de Flare, sabía que ella era inteligente, quizás más de lo que suponía y debía convencer a Shun lo antes posible.

—Bien, pero no es necesario hacerlo de esa forma si le decimos a mi padre nos permitirá tomar unos días para nosotros.

—Quizás, pero le quitaría lo emocionante ¿no?

Hyoga lo miro suplicante, el peliverde no podía negarse.

—De acuerdo, ¿a donde iremos?

El rubio le sonrío y respondió

—Ya lo verás.

............

—Solo han pasado unos días y ya lo extraño, me dijo donde estaría ¿Piensas que sería bueno encontrarme con él allá?

La chica sentada frente a el se levanto y saco dos sobres de te y los colocó en las tazas frente a ellos.

—Pienso que lo mejor que puedes hacer es esperar que vuelva, son solo un par de semanas y estarán juntos otra vez.

—Quizás tengas razón, pero me preocupa que no haya respondido nada a mi propuesta de matrimonio.

—Shun solo trata de ser prudente, además eres el principal competidor de su padre en el mercado, es normal que lo piense bien.