Ironia

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Ahí estaba a la orilla del puente ya era hora lo planeo toda la semana soltó una de sus manos y sintió la brisa acariciando su  rubio cabello por ultima vez.

Era la media noche, no parecía haber nadie en la distancia cerro los ojos y ...

- Detente no lo hagas !!-

- Dejame en paz esto no es de tu incumbencia -

- Claro que si, si lo haces dejaras en mi memoria que pude salvarte y no lo hice -

- No tienes que salvarme, mi vida no importa -

- A mi me importa -

La desesperación en aquellos ojos le sorprendieron al rubio y por un momento titubeo.

- No es verdad, sólo lo haces para que el peso de culpa no te carcoma, en cuanto este del otro lado me dejaras como todos - dijo y alejo su cuerpo mas de la orilla, derramando amargas lágrimas.

- No es así, te prometo que estaré contigo yo no te dejare, se lo que se siente buscar entre tantos que se dicen tus amigos y ante los verdaderos problemas te dejan solo -

El otro chico había roto en llanto ante él, de pronto la situación se había vuelto confusa era como si él quien estaba al borde de la muerte pudiera hacer algo por aquel infeliz joven.

El dolor era tanto que antes de darse cuenta había atravesado del otro lado y estaba agachado junto a aquel desconocido que de algún modo había tocado muy dentro de el.

Aquel joven lloro abrazándose a ese rubio.

- Gracias por evitar que cometiera una locura -dijo el rubio y miro como levantaba el rostro ese joven.

-Pero si es casi un niño - pensó al ver esos enormes ojos brillando al verlo.

- Gracias por dejarme desahogar en tu hombro -

- Es muy tarde para que estés en la calle a estas horas - dijo el rubio preocupado.

- Necesitaba salir a caminar, hoy no fue un buen día aunque supongo que tu día fue aun peor -

- No del todo, pues pude conocerte como te llamas ? -

- Shun y tu ? -

- Hyoga -

- Vives cerca de aquí Shun? -

- Si a unas cuadras -

- Dejame acompañarte, es lo menos que puedo hacer por ti, después de que tu me salvaste  -

- Esta bien -

Aquella noche Hyoga dejo a Shun y volvió a su departamento, le había dejado tantas cosas para pensar después de todo ya pensando las cosas su vida no era tan terrible.

Dos semanas después Hyoga fue al departamento de Shun.

- Hola pasaba por aquí y casualmente traigo comida para dos, no se si te gustaría cenar conmigo-

Shun lo miro ruborizado y sonrió - Si claro que me gustaría, pasa estaba por ver una película así que podemos verla juntos -

Ambos comenzaron a salir, Shun era tan tierno, tan curioso solía ver la vida como si todo fuera nuevo, cada vez que salían el menor solía jugar correr, vivir al máximo.

Hyoga adoraba esa manera tan entregada de ser como si cada que lo acariciaba pusiera todos sus sentidos en ello, y del mismo modo Shun solía introducirse el miembro del rubio con tal suavidad y profundidad que a veces el rubio sentía que terminaría cada vez que se hundía mas en ese cuerpo, lo amaba tanto por que sabia que Shun se le entregaba no solo en cuerpo sino también en alma.

Solía preguntarse que seria de el si no lo hubiera conocido.

Cumplieron cinco meses y el rubio había pensado formalizar su relación le presentaría a su familia y quizás en algunos meses le pediría matrimonio.

- Que pasa contigo Hyoga estas raro esta noche -

- Estoy feliz eso es todo, sabes amor se que llevamos poco tiempo pero me gustaría que conocieras a mis padres-

- Eso seria tan lindo amor pero considero quizás mas adelante sería mas adecuado -dijo Shun pero su rostro mostró un ligero tono triste.

- Esta bien amor si aun no estas listo lo entiendo - Hyoga se sintió molesto pero no quiso estropear la velada.

Esa noche en el departamento del rubio hicieron el amor y el menor estaba un poco distinto.

-Hyoga dime que me amas - dijo Shun mientras lo desnudaba

- Hyoga dime que me amarás para siempre - le decía al oído mientras entraba una y otra vez en el .

- Hyoga dime que jamas me olvidarás- le pidio mientras se encontraba en el éxtasis del orgasmo.

Hyoga despertó y noto que Shun no estaba a su lado.

Le llamo y el chico se disculpo diciendo que algo importante se le había presentado y que no quiso despertarlo.

El rubio se sintió engañado pero no dijo mas.

De pronto Shun se volvió distante ya no se veían y si le llamaba las conversaciones solían ser cortas.

La ultima vez que llamo una voz distinta le contesto.

- Shun estas ahí -

- Quien habla ? -

- Esta Shun ahí -

- El no puede responder -

-digale que llamo Hyoga, su novio -

La llamada se corto.

Luego de esa llamada no volvió a saber de el, no entendía por que de pronto se había esfumado sin razón.

Un día tocaron la puerta de su departamento.

- En que puedo ayudarlo ? -le pregunto al peliazul que estaba en la entrada.

- Tu eras el novio de mi hermano ? -

- Soy el novio de tu  hermano -

- Yo ..... lo lamento -dijo el peliazul y tratando que su voz siguiera en calma continuo - El se entero que estaba  desahuciado hace seis meses siguió su vida como si nada, pero el ultimo mes su condición empeoro, el no quería que lo vieras morir por eso no te dijo nada -

Hyoga lloraba intensamente cada palabra le calaba hondo y no podía parar se abrazo a el que solo lo dejo desahogarse.

- Me pidió que lo perdones por no haberte dicho nada y también me dio esto para ti -

Hyoga tomo la carta en sus manos  y el peliazul se fue.

Pasaron días sin que se atreviera a abrir la carta, estaba molesto, triste decepcionado, su cabeza era un lío.

Una tarde se decidió a abrirla.

-Mi amado Hyoga, se que ahora estaras confundido por como actúe y estas en tu derecho de estar molesto pero quiero que sepas que jamás te deje de amar, conocer a tu familia, casarnos, era lo que mas hubiera querido pero no había tiempo y el dolor seria mayor, gracias por darme los mejores meses de mi vida, recuerdo donde te conocí, quieres saber la verdad al verte sentí rabia, tu que podías vivir libremente sin temor sin incertidumbre decidías  terminar con tu vida, cuando yo tenía el tiempo contado, pero tu no tenias la culpa y lo entendi, me enamore y aun creo que ambos nos salvamos, ahora mi amor, baila, rie, viaja, ama y vive por los  dos.

Eternamente tuyo
       Shun.















Un domingo cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora