Vendetta

507 45 19
                                        


Hyoga estaba cansado este día el trabajo había sido pesado y solo esperaba poder ver a su querido novio para juntos ver una película.

Al llegar al departamento de Shun y abrir ahí estaba otra vez el, su estúpido amigo Jabu, ahí con esa sonrisa de confianza.

El rubio se sintió sumamente molesto.

- No sabia que tendrías compañía mejor nos vemos después -

- Hyoga quedate podemos charlar los tres -

- ¡No no podemos! -dijo molesto, Shun lo sabia pero no iba a dejar a ese pseudoamigo  jamas .

Era pésimo en verdad tener que toparse con aquel individuo y no hacer lo que en verdad quería .

Lo peor es que Shun no movía un dedo para ir tras el, por no dejar solo a su patético amigo.

Seria por que tan pronto se diera la vuelta comenzaría a conmiserarse y empezaría de mártir .

- Por que no se mata de una buena vez o permite que lo apoye con la eutanasia- se decía al notar como aquel individuo lo veía a lo lejos sonriendo en un modo burlón.

Subió a su auto y se fue a su casa, mientras fumaba dio vueltas una y otra vez.

Si su novio no le daba su lugar, el haría algo al respecto.

Volvió al departamento de Shun, aquel imbécil no se había ido aun.

Esperó pacientemente hasta  que salio, una vez que ambos se despidieron y al estar a una distancia considerable lo abordo.

-Hey Jabu no quieres que te lleve-

- No gracias puedo ir solo - Jabu se veía mas pálido que de costumbre.

Hyoga se le cerro de pronto.

- ¡Te digo que te subas!-

Jabu no lo había visto así antes y antes de que pudiera darse cuenta, Hyoga ya lo había metido al auto.

- Perdón por mi actitud, solo quería invitarte unas cervezas -dijo Hyoga tratando de quitarse un poco aquel tono hostil.

Condujo hasta un sitio no muy lejano, pero lo suficiente para que nadie los ubicara, ahí lo hizo bajar mientras lo tomaba del hombro.

- Relajate  hermano solo son unas cervezas, y no me digas que nunca habías tomado, no te lo creo -

Ambos entraron como los mejores amigos, Hyoga pidió las bebidas y ambos  después de un rato ya estaban más relajados.

Salvo por el hecho de que Hyoga bebía cerveza sin alcohol, solo para poder tener un mejor control.

- Oye Jabu vamos a subir a tu perfil una foto, cual es tu contraseña -

Jabu desbloqueo su celular y se lo dio al rubio quien dejo la sesion abierta solo para usarlo mas tarde.

- Hyoga creo que es suficiente llevame a casa -

- Claro Jabu vamos -

Hyoga lo subió al auto y comenzó a conducir de pronto se detuvo en un hotel, en ese momento Jabu se había quedado dormido de manera que parecía que Hyoga llego solo a aquel sitio.

Hyoga entro a la habitación con Jabu a cuestas, ahora seria el momento de la verdad.

Lo primero que hizo fue mandar un mensaje de despedida para sus amigos dando una clara extensa explicación de como quería iniciar su nueva vida lejos de los malos recuerdos y de las personas que lo hicieron un lastre para los demás .

Luego mientras Jabu trataba de reaccionar Hyoga lo amarro de las muñecas, los tobillos y cubrió su boca  además de cortarle la ropa para dejarlo desnudo.

Encendió un cigarro y se paseo con el alrededor de la habitación  mientras miraba a Jabu completamente aterrado.

- Ahora si eres débil ¿no?-

- Ahora por fin te pude cerrar esa maldita boca - le apago el cigarro en el cuello.

-Te lo advertí muchas veces, hable contigo, pero no quisiste entender no te hiciste a un lado-

Camino alrededor de aquel bulto inmóvil.

-Pero ahí seguías estropeando la perfección de mi relación, siempre ahí, era como si supieras como cada poro de mi ser expelía un inmenso y creciente odio hacia ti -

-Pero te sentías intocable ¿no? -

-Ahora nadie descubrirá donde estas y sabes por que por que nadie me creía capaz, por que nadie me involucra contigo -

- Por que como tu hay muchos falsos ¿sabes que? me repugnas tu maldita y frágil existencia se acaba aquí y ahora maldita basura humana-

El rubio no dijo mas

Se aproximo a aquel individuo amarrado e indefenso y con una navaja se acercó.

Le atravezo los ojos - Estos malditos ojos que miraron lo que no debían -

Aun escurriendo de sangre le paso la navaja por la boca - No estes triste sonríe, sonríe para siempre -

La risa estrepitosa salia de su boca mientras la misma navaja le recorría de la garganta para abajo a aquel cuerpo ya de por si deshecho.

- Y esto es poco muy poco aun que dejes de respirar no sera suficiente -

Comenzó a grabarle iniciales a lo largo del cuerpo con la navaja y observó con detenimiento como ya ni siquiera la sangre salia de esas heridas pues ya había coagulado y se mantenía estancada.

El color ya era de un rojo negrusco pero nada salia de ahí.

Ahora a deshacerme de esta mierda.

Enredo el cuerpo en la cama con todas las cobijas y lo dejo bajo la cama, el aprovecho la oscuridad de la noche para salir de ahí.

Tomo su auto y salio entregando las llaves en recepción.

Luego volvió al departamento con Shun luego de haber eliminado a su competencia se sentía sumamente excitado y sin decir nada solo lo llevó sin miramientos a la cama .

Le hizo el amor como nunca antes y de hecho, Shun sintió esa extraña pero nada desagradable diferencia, pues tuvieron sexo toda la noche.

A la mañana siguiente Shun se levanto y reviso rápidamente su perfil.

Hyoga desde la cama lo miro sonriente.

- Es una pena Jabu se fue lejos -

- Oh si es una lastima -

- No mientas el nunca te agrado -

- Bueno pero no significa que no lo extrañare -dijo sonriendo

-Que raro que lo hiciera así de pronto, no me dijo nada ayer -

- Ya sabes que el siempre ha sido impulsivo -

- Tienes razón -

Los meses pasaron y no se volvió a saber de el, pero de pronto un día llegaron hasta la puerta de Shun.

Luego de platicar con el del asesinato de Jabu llego la temida pregunta .

-¿Conoce usted a alguien que quisiera hacerle daño?


Un domingo cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora