Un domingo cualquiera

La muñeca

Parecía un joven normal, estudiaba en la universidad, tenia un trabajo de medio tiempo y era muy atractivo.

Mientras iba camino a su casa vio a un joven de cabello verde, lo miro con detenimiento era tan hermoso, era el indicado lo había buscado y por fin encontraba al ser perfecto.

Comenzó a tomar la misma ruta esperando que con ello pudiera verlo de nuevo y no se equivocaba, al poco tiempo lo vio salir del mini super, entonces comenzó a pasar cada cierto tiempo, averiguo exactamente su horario y sus días de descanso, era todo lo que necesitaba.

Fue un miércoles cuando fue al mini súper y se encontró con el, miro alrededor y solo tomo una bebida energética entonces espero en la fila hasta la caja se dio cuenta que el joven lo miraba y sonreía.

Quizás eso facilitaría las cosas pero si no, aun así tenia su plan.

Salir esperar y llevárselo así que...

Lo tomo por la espalda y le puso un trapo con formol para dormirlo y se lo llevo a su departamento.

El peliverde despertó en un cuarto no se podía mover, pero podía ver su reflejo tenia puesto un vestido rosa unas calcetas blancas y su cabello había sido peinado, era una hermosa muñeca.

- Despertaste, que bien no quería hacer nada hasta que lo hicieras-

El rubio comenzó a acercarse a el y con ternura le acaricio el rostro -mira que hermoso estas ahora vamos a jugar un poco -

Aquel rubio recorrió desde el cuello esa fina tela hasta llegar a las piernas del chico.

-Me encanta el satín en tu piel- Sus manos seguían bajando hasta las rodillas desnudas del joven.

Aunque el menor no se podía mover en verdad la firmeza de esas manos lo estaban excitando

-Eso me agrada tu cuerpo me dirá como te sientes cuando te toque -

No sabia que le había hecho aquel rubio pero podía sentir de la cintura hacia abajo, entonces vio la mano de rubio entrar por debajo de la falda.

El menor cerro sus ojos sintiendo los dedos deslizándose por su miembro, no podía hablar pero emitía algunos sonidos algo raros que parecían satisfacer a aquel tipo.

Luego de ver aquella mano llevarlo casi al orgasmo, lo vio hundir la cabeza bajo su falda, la humedad de su boca había comenzado engullir su miembro totalmente, las piernas le temblaban y podía ver las manos del rubio acariciando una y otra vez ese vestido.

El rubio entonces había enlazado los dedos con los del peliverde que sin darse cuenta comenzaba a apretar mas aquellas manos.

Iba recuperando la movilidad y a emitir sonidos cada vez mas claros.

El rubio se levanto mostrándole al menor el enorme bulto entre sus piernas.

Fue bajando su pantalón lo suficiente para dejar a la vista de "su muñeca" una enorme erección.

- Espero que estés listo por que todo esto es para ti -

El rubio se acostó y se coloco al peliverde encima, como adoraba la sensación de ese vestido sobre el, desabrocho aquel vestido dejando los hombros al descubierto, con las manos en la cadera del peliverde comenzó a penetrarlo.

Pronto el peliverde era quien llevaba el ritmo esto hizo que el rubio se entretuviera con aquellos hombros besándolos y mordiéndolos mientras el menor se abrazaba a el, ya había desaparecido el efecto de la sustancia que le había dado el rubio y por fin podía reaccionar ante cada caricia que el rubio le daba.

Mientras lo penetraba el peliverde se vino dejando una sutil mancha debajo del vestido.

Los jadeos del menor y la manera de subir y bajar de su pecho excitaron al rubio que levanto las piernas del peliverde y continuo penetrandolo hasta vaciarse llegando al clímax con un largo suspiro.

Lamentablemente después de haber visto su rostro podría ir a la policía y eso no seria algo bueno tendría que hacer algo al respecto ....

- Siguiente - la voz en la caja lo saco de aquellos pensamientos.

Hyoga estaba frente a el con la bebida energética a punto de pagar.

- Eso seria todo? -

-Si, eso seria todo Shun? -

- Como sabe mi nombre?-

- Porque lo tienes escrito ahí - dijo el rubio señalando su gafete de identificación - Por cierto soy Hyoga-dijo extendiéndole la mano.

- Es cierto jajajaja vaya Hyoga  pensaras que soy un poco paranoico, pero por un momento pensé que eras de uno de esos locos, tu sabes -

- Jajaja para nada, por cierto te gustaría salir conmigo esta noche - El rubio le sonrió haciendo que Shun se ruborizara totalmente.

- Claro que me gustaría - Shun entregó el cambio al rubio y sintió su cuerpo estremecer cuando Hyoga le acaricio la mano.

- Salgo a las.... -

-diez lo se, paso por ti entonces - dijo el rubio y se alejo.

- Vaya Shun te envidio -dijo el otro encargado - Ese rubio si que es atractivo, pero como sabía a que hora sales.

- Quizás ya trabajó en un minisuper antes, no lo se Jabu - Shun estaba muy emocionado.

-Entonces suerte esta noche - le dijo su compañero guiñándole el ojo

Al dar las diez Hyoga ya estaba listo, Shun lo vio y se acerco a su auto.

- Vaya lindo auto -

- Gracias, anda sube -

- Y cual es el plan de esta noche -preguntó Shun mirando lo atractivo que el rubio lucía, sin notar que  cerraba las puertas con seguro.

Con una mirada seductora y una sonrisa perversa  le pregunto

-Shun a ti te gustan las muñecas? -