Shun Kido es un violinista famoso, donde se presenta logra sorprender y obtener la admiración de todo aquel que lo escucha.
Esta vez se presento en una pequeña ciudad que tenia un auditorio grande aunque sencillo, cada noche obtenía el lleno total además en su camerino encontraba obsequios y flores.
Sus amigos Sorrento y Afrodita le ayudaban a recogerlos cuando Shun vio en la esquina una sencilla rosa roja envuelta con un listón azul, la tomó en sus manos podía ver que había sido cortada recientemente quizás del jardín personal de quien la enviaba, tenia una fragancia deliciosa, Shun la tomo con suavidad y se la llevo.
-Que linda rosa - Afrodita miro la flor y sonreía, sabia que detalles como esos tocaban el corazón de su amigo -hay algún dato de tu admirador -
- Ninguno pero quisiera que supiera lo mucho que me gusto su obsequio - Shun acariciaba los pétalos mientras un sonrojo bordeaba sus mejillas.
- Por que no lo usas mañana seguro reconocerá la rosa y se acercara a ti- dijo Sorrento mientras encendía la camioneta y los llevaba a descansar.
Al día siguiente Shun toco el violín con la rosa sujeta a su smoking, sin embargo aquel que había hecho ese humilde obsequio no se encontraba siquiera dentro del auditorio lo escuchaba desde afuera, ubicado muy cerca del auditorio y es que nunca alcanzaba un boleto por su trabajo, aunque siempre hacia lo posible por hacerle llegar una rosa cada noche.
La temporada de conciertos estaba por terminar y Shun aun no sabia quien era aquel que dejaba la rosa con el listón azul, tuvo que recurrir al administrador del auditorio para poder averiguarlo.
- Mu disculpa siempre que llego a mi camerino hay una rosa roja con un listón azul quien la trae -
- Disculpa pero no lo se, yo llevo los obsequios que recibo de quienes asisten, preguntale a Aldebarán el se encarga de vigilar la entrada -
- Lo haré gracias - Shun se retiro y fue rumbo a la puerta donde Aldebarán se encontraba
-Señor Kido en que puedo ayudarle?-
- Me interesa saber quien trae esto - le dijo mostrando la rosa que había recibido esa noche.
- Pues es un chico rubio siempre llega cuando usted ya ha empezado a tocar me entrega la rosa y se aleja.
- Por favor le pido que mañana cuando venga le permita el acceso y llevelo tras el telón, me gustaría tocar para el -
- Por supuesto Señor Kido sera como usted ordene -
Al día siguiente Shun estaba un poco nervioso caminaba de un lado a otro en su camerino.
-Tranquilo Shun, el te admira porque deberías ser tu el nervioso? -
-No lo se Dita, cielos espero que todo salga bien -
- Como quieras bueno me voy, apresurate faltan 10 minutos -
Había comenzado el concierto y Aldebarán estaba en la entrada en ese momento llego el rubio, le iba a entregar la rosa cuando el enorme tipo abrió la puerta y dijo.
-Es tu día de suerte, sigueme -
El rubio entro y siguió al hombre que lo guió por una puerta lateral cuanto mas avanzaba el sonido de violín era mas fuerte, de pronto subió unos escalones ahi estaba Shun Kido, quien tocaba con los ojos cerrados y una rosa en su smoking, rosa que el rubio reconoció como suya.
-Esta usándola cerca de su corazón - pensaba el rubio.
Shun abrió los ojos, y lo miro era un hombre apuesto, el peliverde siguió tocando sonriendole y dando la vuelta para quedar de frente a el.
Aquel rubio se sentía privilegiado pues además de estar en el escenario era como tener un concierto privado la mirada de Shun se posaba en el mientras seguía tocando.
Al terminar el concierto Shun se acerco a el.
- Espero que te haya gustado el concierto de esta noche -
- Así fue, en verdad le agradezco que me haya permitido escucharlo -
-Gracias a ti por la rosa y llámame Shun no seas tan formal, cual es tu nombre? -
- Soy Hyoga Keldish -el rubio no dejaba de mirarlo.
- Es un gusto, quieres acompañarme a cenar -
- Seria un placer -
- Bien vamos a mi camerino, aun debemos recoger algunas cosas -
Hyoga miraba como el joven con ayuda de sus amigos tomaban toda clase de obsequios y los enormes arreglos florales para llevarlos en la camioneta, luego miro la rosa en su mano que lucia tan poca cosa en comparación a esos obsequios.
Luego de terminar de guardar todo el peliverde le dijo - Hoy no trajiste rosa para mi ?-
-Pues ... si aquí tienes -dijo avergonzado el rubio .
- Te lo agradezco es tan hermosa - un leve sonrojo apareció en Shun que tomo ese preciado obsequio y lo llevo con el.
Hyoga notaba como tocaba esa flor con cuidado y le daba un lugar distinto que a los otros regalos .
Sorrento y Afrodita se limitaban a sonreírse uno al otro mientras charlaban de cosas banales.
- Vamos sube - dijo Shun tomando de la mano a Hyoga y sentándose a su lado.
Llegaron al hotel, Sorrento y Afrodita bajaron las cosas y Shun tomo de nuevo la mano del rubio .
- Vamos arriba y pedimos algo de roomservice te parece? -Shun volvió a ruborizarse
- Claro - Hyoga no desaprovecharía esa oportunidad.
Ambos subieron a la habitación y se sentaron en la sala.
-Me halaga que te gustara mi rosa pero solo me preguntaba que la hace tan especial, es decir ví todos esos regalos y algunos eran del Sr Alone seguro eran costosos y finos -
Shun sonrió y le dijo
-Muestrame tus manos -
El rubio se las mostró y Shun las tomo besándolas, -Justo como lo pensé - aquellas manos estaban llenas de heridas ocasionadas por las espinas de las rosas.
-No entiendo -dijo el rubio
Shun abrió un cajón y saco los listones de las rosas anteriores todas contenían una marca de sangre.
-Tu rosa es la mas bella de las que recibo cada noche, su fragancia es natural y deliciosa, es algo que tu mismo cuidas pues es de tu jardín, y el sencillo adorno con esto - señala la marca de sangre - me demuestra que recibo parte de tu vida eso es algo poético para mi, es por eso mas valioso que todo lo demás.
Hyoga lo miro asombrado había visto mas allá que una simple rosa, si bien era cierto que lo entregaba con el corazón no pensaba que lo notara.
-Además son los pequeños detalles los que hacen las cosas especiales -
-Gracias por notarlo, sabes te admiro desde hace mucho esa delicadeza y esa hermosura creo que no forman parte solo de tu musica sino también de ti, y por eso ......- Hyoga bajo la mirada
Shun sonrió lo tomo de la mano y lo llevo a su cama, esa fue la primera de muchas noches y todo empezó con una rosa.
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Un domingo cualquiera
Ficção GeralUna recopilación de Shots que incluye a muchos personajes de Saint Seiya pero cuyos protagonistas principales son Hyoga y Shun en todos ellos.