El rubio y el peliverde siguieron trabajando en aquel salón de fiestas, deacuerdo a lo que el cliente solicitaba, el show podía cambiar.
Aldebaran pensó que incluir un pequeño teatro de marionetas en algunos eventos era muy buena idea.
Llevo aquel escenario donde los chicos se colocarían detrás con figuras en sus manos haciendo la representación de los cuentos clásicos ante un atento público infantil.
Hyoga entro detrás del escenario para verificar el espacio del que disponía.
- Shun creo que hay espacio para suficiente para los dos, siempre que estemos sentados uno frente al otro -
-Vamos muestrame alguna marioneta -dijo el peliverde al frente de aquel escenario mientras se sentaba con las piernas cruzadas.
- Espera estoy buscando hay una caja llena de ellas aquí -
El rubio tardo un poco pero saco una figurilla de un lobo con bata de dormir.
- Abuela que brazos tan grandes tienes - dijo Shun sonriendo en un tono de falsa sorpresa.
- Son para abrazarte mejor - dijo el rubio con voz chillona
- Que lengua tan grande tienes - el peliverde le pregunto esta vez en un tono claramente seductor.
-Es para lamerte mejor -dijo coqueto aunque con la misma voz chillona.
- Y Que p... -
- Pena que los interrumpa - dijo Aldebaran viendo a Shun atento al escenario - pero no les pago por jugar vayan a prepararse que el salón va a abrir en unos minutos.
Ambos asintieron y se levantaron para ir a recibir a los invitados conforme fueran llegando.
La sonrisa brillante de Shun siempre cautivaba a todos en general su cabello amarrado tras su nuca lo hacia parecer una linda chica, por lo que era usual ver que fueran amables con el muchos de los invitados.
Incluso al hablar no había mucha diferencia, Hyoga se sentía la envidia de todos, si, ese dulce chico tenía locos a todos y era suyo.
Luego de un par de juegos el rubio y su adorado peliverde se acomodaron detrás del escenario
Mientras los niños observaban la obra, el rubio se movía de forma que rozaba a su dulce novio por todas partes.
- Hyoga basta - le dijo en voz baja el peliverde -Me estas tocando el trasero.
- Es inevitable el espacio es reducido aquí, crees que lo hago por gusto - le dijo sonriendo de forma perversa el rubio.
Shun lo miro sumamente rojo en ese momento el rubio detuvo sus juegos.
Siguieron con la obra, y luego de terminarla salieron de ahí, cada uno fue a un área diferente, el rubio quedo de nuevo frente a los juegos y miro la alberca de pelotas.
- Valió la pena - pensó y sonrió ampliamente, luego de forma disimulada miro por todo el lugar, quería volver a hacerle el amor a su novio en aquel lugar, pero no se iba a arriesgar a ser visto de nuevo.
Enfoco las partes del salón donde había cámaras e hizo un calculo de la cobertura que cada una de ellas tendría, entonces lo vio había hallado un punto ciego.
Ahora solo debía esperar a quedarse a solas con el, lo que era mas difícil ahora pues habían entrado varios chicos nuevos y a veces era imposible.
-Hey Spica has visto a Shun -
- Esta en dulcería, por cierto ¿iras con nosotros? -
- ¿A donde? -
- Iremos a bailar, anda sera divertido - el peliazul le sonrió guiñándole el ojo.
-No, no ira - Shun estaba detrás del rubio y miraba a Spica claramente celoso.
- Shun hizo como que cargaba algunos obsequios para poder tomar al rubio de la mano y llevárselo de ahí.
- Estas molesto mi amor - Hyoga había visto pocas veces celoso a Shun pero cuando lo hacia le gustaba, esa forma posesiva de ser, eso lo provocaba.
Luego de dejar los obsequios en una mesa, el rubio lo jalo hasta el baño y lo pego a la pared.
Lo beso sosteniéndole las manos y luego de recorrer su boca con su lengua, le dijo al oído :
- Me encanta cuando te pones celoso, pero sabes que soy tuyo, esta noche mi amor tendrás una función solo para ti -
El rubio salio sonriendo y Shun solo quedo agitado y enrojecido.
Spica entro viéndolo aun en ese estado.
-Que envidia, es una lástima que solo tenga ojos para ti - dijo el peliazul mientras que estaba lavando sus manos.
-Así es- dijo Shun en un rápido movimiento jalo del cabello al otro y lo sumergió en agua hasta que comenzó a manotear - No te vuelvas a acercar a el. -
El peliverde salio de ahí con su inocente sonrisa.
El día transcurrió de manera usual, cuando estaban por cerrar Spica solo los vio de lejos no iba a arriesgarse con aquel chico que no era tan dulce como creía.
Shun y Hyoga cargaron el teatro hacia la bodega cuando el rubio lo detuvo.
-Shun vamos a dejarlo aquí, anda entra conmigo -
El peliverde vio al rubio entrar.
- ¿Estas loco? Podemos perder el trabajo esta vez -
- Creeme amor no nos veran, esta vez tome varias cosas en cuenta y nadie sabrá siquiera que esto sucedió -
Ambos entraron y detrás de esa cortina el rubio fue quitando cada prenda mientras besaba a Shun.
Entre caricias también el peliverde le fue quitando la camiseta y desabrochándo el cinturón del rubio, saco el miembro de Hyoga jalandolo provocando que los gemidos salieran de la boca del rubio.
Se dio la vuelta quedando en cuatro mientras el rubio que ya estaba ansioso lo tomo por la cadera entrando de lleno en el mientras lo masturbaba.
Ambos se sentían seguros pues daban por hecho que no había nadie mas ahí, sin embargo la puerta se abrió de pronto.
Spica regreso pues había olvidado algo, los ruidos y la forma en que aquel teatro se sacudía le hicieron sonreír, ahora podría desquitarse de Shun.
Se dio cuenta que ellos estaban aparentemente escondidos de las cámaras así que lo mejor era tener pruebas así que se dispuso a grabar con su celular.
Solo grabo lo necesario y con una sonrisa se alejo de ahí.
Los chicos se corrieron y limpiaron de inmediato, ahora no dejarían evidencia alguna.
Luego de acomodarlo todo se dispusieron a irse a su casa.
El siguiente sábado en cuanto llegaron Aldebaran los hizo llamar, eso era una mala señal pero empeoro cuando les puso en la pantalla el vídeo que Spica había grabado.
Los miro con seriedad y les dijo :
- Saben lo que significa ¿verdad?-
Ambos con la mirada baja asintieron mientras el les mostraba unos formatos que cada uno lleno en silencio.
Hasta que el rubio hablo.
- Aquí dice que se deducirán los costos correspondientes, ¿a que se refiere?-
-Que pagaran el costo del teatro-
Ambos salieron de ahí sin despedirse de sus compañeros pero el rubio cargo con todas las partes del teatro y las subió a su auto.
- Amor ¿no crees que exageras al traerlo con nosotros?-
- Bueno ya pague por el así que lo menos que puedo hacer es darle un lugar en el departamento -
- Para que queremos este teatro -
El rubio le sonrió de un modo travieso.
-Para divertirnos en casa -
El uso de aquel teatro seria de uso común a partir de entonces.
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Un domingo cualquiera
Fiksi UmumUna recopilación de Shots que incluye a muchos personajes de Saint Seiya pero cuyos protagonistas principales son Hyoga y Shun en todos ellos.