Adivina Quien

982 61 25
                                    

Es bien sabido que a altas horas de la noche en los últimos vagones del tren subterráneo el sexo casual es cosa de todos los días, es de suponerse que todos los que abordan en este horario saben lo que quieren.

Pero que pasa cuando un ingenuo peliverde lo aborda sin tener este conocimiento?.

El escenario es este es un miércoles a las 23:00 por suerte para el chico hay solo 4 sujetos (ya no abordaran mas)

Un joven rubio bronceado de ojos azules y porte serio al que llamare H el esta a tres lugares detrás de el.

Adelante del peliverde un tipo muy alto robusto y de cabello castaño y piel morena al que voy a llamar A.

En la misma fila de asientos del peliverde sentado junto a la ventana contraria hay un tipo de cabello castaño claro un poco mas alto que el peliverde un tipo que denominare J.

Por ultimo pegado a la pared mas atrás de H. Esta un tipo de cabello morado y ojos azules atractivo y con buen cuerpo al que mencionaré como M.

El peliverde esta sentado, M no deja de mirarlo, -se ve tierno e inocente es hora de que alguien le de la bienvenida, voy a vaciarme en el .-

H noto el bonito trasero de aquel chico, y su blanca piel como la nieve - Quiero metersela justo ahora - pensaba mientras se tocaba.

A. lo observa muy convencido - se ve apetecible lo partiría en dos a la primera oportunidad -

J tiene la vista lateral del cuerpo del joven y simula ver a la ventana mientras piensa en como acercarse - voy a hacerlo terminar en 5 minutos -

Todos se tocaban en menor o mayor medida, el chico ni siquiera lo notaba pues leía un libro.

Cada uno comenzaba a liberarse de la presión en sus pantalones y comenzaron a mirarse entre ellos acordaron en base a señas que el primero en llegar lo tendría.

Habiendo una clara desventaja para algunos todos fueron a sentarse ala misma distancia cuando los cuatro estaban listos se incorporaron pero inesperadamente el tren freno y las luces se apagaron.

Todo estaba en oscuridad ninguno de los cuatro veía nada, se oyó un golpe fuerte uno había caído, de pronto comenzaron a escuchar la respiración agitada al principio, gritos ahogados y unos gemidos, era obvio alguno había llegado hasta el chico, los sonidos de la pareja recien formada excitó a los demás que se aferraron al mas cercano y a tientas lamieron mordieron penetraron y se corrieron en el mas cercano.

- oh si así ya casi ah -

La voz era reconocida por los otros tres .

La luz se encendió y todos habían vuelto a su lugar.

El libro del chico estaba tirado lejos de su asiento, el aun respiraba agitado pero tambien muy excitado tenía un chupetón en su cuello y rastros de saliva, sus pezones eran visibles pues su camisa había sido levantada y su chamarra estaba abierta y para su vergüenza tenia dos manchas de semen en su pantalón una mancha en parte de su abdomen y otra entre sus piernas.

El peliverde se acomodo la camisa cerro su chamarra por suerte para el a esa hora estaba oscuro y vivía afuera de la estación en la que bajaba.

Se levanto y volteo a ver a todos los que estaban en el vagón, no tenia idea quien había sido pero daba gracias que no fuera el grandulón, les sonrió a los tres por igual.

Uno hizo su fantasía realidad pero quien? Shun nunca lo supo.



Un domingo cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora