Problemas Maritales

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Una pareja de casados acude a su primer cita para su terapia.

- Buenas tardes Señores Swan -

- Buenas tardes - respondieron ambos al mismo tiempo

- Soy Afrodita su terapista, pueden decirme cual es el motivo que los trae aquí -

- Doctora nosotros llevamos tres años de casados yo estoy profundamente enamorado de mi esposo pero ultimamente...- El rubio se quedo un momento callado mientras pensaba como iniciar.

- Continúe Señor?...-

- Hyoga, como le decía no es falta de amor ni diferencias mayores es solo que el quiere.... -

- Solo pido un poco de igualdad, yo hago todo que me pide cuando tenemos sexo y quisiera que el me permitiera penetrarlo de vez en cuando- dijo el peliverde que estaba cruzado de brazos.

-Es verdad lo que el señor ... -

-Solo llámame Shun -

-Lo que Shun esta diciendo, Hyoga ? -dijo el doctor.

- Pues si, el es muy complaciente y me satisface, yo intento hacer lo mismo por el, pero que el esté adentro es algo difícil para mi -

- Por que piensas eso Hyoga crees que eso te vuelve inferior a el, acaso te sientes menos hombre por ello?- Indagó Afrodita mirando por encima de sus anteojos mientras escribía en su libreta.

- Emm no, en absoluto es solo que, pues no se definirlo - Hyoga se sonrojo.

- De acuerdo con lo que me están diciendo su problema no es nada grave, creanme he atendido verdaderas cuestiones donde el matrimonio corre peligro. -Afrodita se quito los lentes y con una sonrisa continuo mientras colocaba sus manos bajo su barbilla.

-Hyoga debes permitirte nuevas formas para disfrutar tu sexualidad, además piensa que mientras lo haces tu pareja esta disfrutando contigo -

- Creo que puedo intentarlo -

- Hyoga sólo una vez, dejame intentarlo, si no te gusta no lo volveré a pedir -

- Bien, intentemoslo -dijo el rubio tratando de no ruborizarse mas.

- Me parece un buen avance el de hoy, me gustaría verlos el próximo miércoles a las 5:30 pm para verificar que  ya no hay mas problemas que tratar, por favor sean puntuales -

- Claro aquí estaremos y muchas gracias - dijo Shun despidiéndose con una sonrisa.

Mientras la pareja avanzaba hacia el elevador Hyoga miro a su esposo con cierta duda.

- Quien dices que te recomendó a este doctor ? -

- Es esposo de mi profesor de spinning, llevan una muy buena vida sexual así que creí que podía ayudarnos con nuestro  problema -

- Pues no lo se, esto de venir a hablar de nuestra vida privada con un especialista, es decir el mismo dijo que no era para tanto-

- Bueno admito que solo quería una segunda opinión -

- Si, que te diera la razón - dijo en un murmullo el rubio.

Ambos volvieron a su casa, recibieron la llamada de sus amigos Shiryu y Seiya que vivían a unas cuadras, y los invitaban a cenar.

Los cuatro cenaron y volvieron, eran las 22:00 hrs.

- Quizas sea el vino el que habla pero te ves demasiado sexy esta noche Hyoga -

- Por favor Shun solo bebiste dos copas de vino, no finjas -

- Esta bien me atrapaste, pero es que me muero por intentarlo -

-Pues vamos a la cama - se fueron hasta la cama y comenzaron a besarse.

Luego Hyoga comenzó a besarle tiernamente el cuello y fue bajando mientras sus manos desabotonaban la camisa negra dejando el blanco pecho de su esposo lleno de besos, con suavidad bajo hasta comenzar a juguetear con el glande en su boca y recorrerlo a lamidas mientras a intervalos lo metía y comenzaba a succionar.

Shun respiraba con agitación y miraba a los ojos al rubio que no paraba de chuparlo, su miembro comenzaba a erguirse y aunque en este punto Hyoga  siempre le daba vuelta esta vez siguió lamiendo para conocer el tamaño real de su esposo.

El rostro de Hyoga comenzó a cambiar del placer paso a la palidez de inmediato.

*Por todos los dioses del Olimpo* pensaba mirando como aquel enorme miembro abarcaba mas de sus dos manos juntas * donde demonios tenias escondido todo esto* El rubio seguía con sus ojos casi desorbitados.

- Que ocurre mi amor?- dijo Shun con una sonrisa al notar que Hyoga prácticamente se había paralizado.

- Nn no Na nada -

- Aun le falta pero creo que con esto basta, date la vuelta amor -

Hyoga comenzó a sudar y no paraba de mirar atrás.

- Descuida voy a prepararte -

- Por favor -

Shun comenzó a lamer, llenando de saliva tanto como podía la entrada de Hyoga mientras seguía masturbándose.

-Ya estas listo voy a entrar -

Tan pronto como Hyoga sintió la punta rozando su entrada dijo :

-Espera, espera, espera -

- Que ocurre?-

- Solo un segundo - dijo inhalando profundamente- ya puedes hacerlo - Shun lo miro ansioso y volvió a frotarse en su entrada solo presiono un poco contra el y .....

- Espera espera espera -

***Algunos intentos después***

- Ya ahora si ya me mentalicé -

- Seguro ??? - dijo Shun  frotando su miembro con pereza, aunque no había perdido aun su erección.

Por décima vez Shun se coloco tras el, presiono su entrada

- Corazón, bebe, esperahhhhhh -

A unas cuadras de ahí

- Shiryu creerás que estoy loco pero me pareció escuchar gritar a Hyoga -

Shiryu lo miro un tanto ruborizado -Si así fue, mejor intentemos dormir .

A la mañana siguiente, el rubio se levanto y fue rumbo a la cocina caminando con dificultad, ahí encontró a Shun ya levantado con una taza de café en una mano y un cigarro en la otra.

- Y bien como estuvo? - dijo Hyoga acariciándose el trasero.

- Pues.... no paso nada- dijo bebiendo de su taza.

- Como que nada me duele mucho!? -

- Pues si te la metí, pero te desmayaste - dijo sin emoción alguna.

- Por lo menos no me lo pedirás de nuevo -

-Te dije siempre y cuando me permitieras terminar, así que lo intentaremos pasado mañana  -

Pasaron los días y ambos estaban listos para su segunda terapia.

Cuando Afrodita abrió la puerta quedo casi en Shock con lo que vio.

- Sr  Swan! no sabía que había sufrido un accidente - dijo el doctor al verlo llegar en silla de ruedas y protegido de la cadera.

- No doctor esto es debido a hacerle caso con sus recomendaciones -dijo Hyoga entre dientes

- Shun acaso es verdad lo que dice?-

Shun sonrio inocentemente, haciendo mas increíble la historia de Hyoga.

-Pues si, venimos a agradecer su tiempo, pagaremos esta sesión pero por el bien de mi esposo creo que ya no debemos volver a intentarlo-

-Estoy de acuerdo con ustedes -

Afrodita los vio alejarse y por primera vez en su carrera se sintió culpable por dar una mala  recomendación.

Un domingo cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora