La Mina

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Hyoga trabajaba en una mina, al igual que varios de sus amigos, era un trabajo difícil ya que debían soportar temperaturas altas, además de necesitar mucha fuerza.

Solía entrar con sus amigos todos sin camisa y su ropa casi  hecha girones en su totalidad.

Sus cuerpos escurrían de sudor mientras a base de picos rompían las piedras en busca de piedras preciosas.

Al otro lado de la mina estaba un joven japones llamado Shun quien practicaba espeleología y se preparaba a entrar en la mina en busca de aventuras llevaba los elementos necesarios para la exploración.

Iba solo sin embargo no era la primera vez que lo hacia, a sus 23 años ya llevaba practicando este deporte desde 10 años antes en compañía de su padre.

Shun se introdujo en la cueva y comenzó a avanzar conforme mas se adentraba, la oscuridad iba extendiéndose mas a su alrededor, encendió la luz de su casco y siguió avanzando.

Hyoga había entrado con Isaac Saga Aldebaran Angelo y el novato Seiya.

Habían llegado al limite de la mina y entonces Aldebaran preparo las detonaciones para seguir extrayendo los minerales.

-Coloquense detrás de mi, la onda expansiva puede alcanzarlos y causarles algún daño, sean precavidos -Saga los guió para que cada uno se cubriera.

-¿Están listos todos?- Pregunto Alde quien estaba por encender los explosivos.

-Así es ya estamos todos protegidos - dijo el rubio notando que los demás ya estaban acomodados.

-Bien cubranse - Aldebaran encendió la mecha y se agazapó cubriéndose.

La detonación, hizo que los residuos de la dinamita saliera disparada cinco metros.

-¿Todos están bien? - Pregunto Saga

-Así es- dijo el rubio al corroborar que efectivamente todos estaban bien, incluso Seiya que se mostró asustado debido a la detonación.

- Bien ahora si adelante - con el pedazo de piedra quebrado por la detonación quedo expuesta  una serie de piedras preciosas.

- ¡Excelente! - dijo Isaac - ahora si empecemos -

El grupo comenzo a extraer todas aquellas piedras.

- Auxilio por favor - una voz debil parecía escucharse.

-¿Hey esperen escucharon eso?- el moreno se alerto por aquel sonido.

Todos guardaron silencio un instante, pero nada se escucho de nuevo.

Siguieron trabajando cuando un segundo ruido se escuchó.

- Por favor alguien ayudeme - la voz fue un poco mas fuerte y sonaba mas desesperada.

- Hyoga no digas que no escuchaste eso - Seiya hablo mas preocupado.

- Estas imaginando cosas - dijo Angelo que continuaba llenando de piedras algunos sacos.

- Seiya dice la verdad esperen - el rubio se concentro e hizo un gesto para que todos guardaran silencio.

-Por favor alguien ayudeme - la voz demostraba que era un chico y ahora estaba llorando.

- Hey tranquilo vamos a ayudarte  ¿estas bien?-

- No, estaba explorando de pronto hubo una explosión y una piedra cayo en mi pierna, me duele mucho y no puedo ver nada, por favor ayudenme -

Aquel muro que los separaba era de un metro quizás.

- No podemos usar explosivos  eso podría derrumbar mas piedras y correríamos el riesgo de sepultarlo - Dijo Aldebaran sintiéndose responsable de que aquel muchacho estuviera herido

Un domingo cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora