Diez y seis

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Vendió las cosas de Minghao relativamente rápido a pesar de que nadie creía que fueran originales, y Mingyu tampoco podía explicar de dónde las había sacado por lo que al final consiguió poco dinero, pero era un avance que se iba directamente al jarrón de ahorros especiales para la importantísima decisión acertada o no del omega Minghao con un poco de ayuda del mono Mingyu. Era un nombre demasiado largo por lo que solo era un jarrón de ahorros y ya.

Cuando llegó la semana doce las cosas se pusieron tensas, pero al final de esta todo parecía más positivo, la decisión de Minghao se había consolidado y ya no había vuelta atrás, por lo que el jarrón era motivación suficiente para terminar con el tema. Mingyu no tenía nada que ver en ello y se había convencido a si mismo de que no influenció para nada en Minghao, y que si lo hizo solo fue para que este tuviera la valentía para tomar su decisión. Era complicado de entender para él, aun tenía una pequeña espina que le decía que le diera más espacio, pero ya no importaba lo suficiente como para amargarse la vida por ello.

—No vamos a llenar esto a tiempo.— Suspiró Minghao.

—Se llenará a tiempo.— Dijo Mingyu con ánimo. —Y si no lo hace te pondremos en la bañera y lo solucionaremos.

Minghao suspiró.

—Recuérdame los nombres.

—Si es niña se llamará Sofía, si es niño se llamará Vernon. Si es aborto se llamará Ela Bortado.

—Sofía o Vernon.— Suspiró Minghao. —Ya es muy tarde para que se llame Ela Bortado.

La decisión estaba tomada, fuera lo correcto o no Minghao había decidido.

—¡Mingyu! ¡Te conseguí un traje!— gritó su hermana de golpe, y si la puerta hubiera estado sin llave ella no se habría golpeado contra esta.

Minghao se apartó de ahí huyendo hacia la cama y Mingyu tan solo se mantuvo de pie observando como la perilla de la puerta se movía con brusquedad intentando abrirla, sin duda su hermana estaba acostumbrada a no tener privacidad ni a darla. Dio un largo suspiró y miró al omega intentando decidir qué hacer en esa situación.

Le hizo una señal de silencio a Minghao y a la perra esperando a que su hermana creyera que el departamento estaba solo, ella comenzó a golpear con más fuerza. Despues dejó de escucharse por un largo momento. Y la puerta solo se abrió.

—¡¿Cómo demonios pudiste abrirla?!

—¡Sabía que estabas aquí! ¡Eres un idiota!— Ella lanzó el traje al suelo con su rostro hecho un desastre, su maquillaje vegano corriéndose. —¡Eres un hermano horrible! ¡Te odio! ¡Tidiota!

—¿tidiota?— preguntó Minghao saliendo de su refugio de mantas. Su hermana lo miró.

—¿ah? Mingyu... hay un lobo en tu cama.

Hold [GyuHao] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora