Setenta y cuatro

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—Empieza de nuevo.— Ordenó Woozi cruzado de brazos.

Mingyu dio un gran suspiro llevando una mano a su frente. Le había explicado mil veces al chico y este seguía rebobinando la historia como si no lo comprendiera. ¿Qué era tan difícil? Resumiéndolo en pocas palabras; Se encontró con un omega gestando, lo llevó a su casa, se gustaron y el alfa posesivo del omega lo quería de regreso así que huyeron de él y el alfa lo encontró y se lo llevó a su casa, Mingyu no lo detuvo porque tenía traumas con un ex novio que ya supero y ahora buscaba conseguir de nuevo al omega con la ayuda de otro omega quien es hermano del alfa. Y ya. Detalles más detalles menos.

—Te pagaremos la cantidad que quieras.— Habló Jeonghan interrumpiendo a Mingyu antes de que hablara. Woozi lo miró. —O con lo que quieras.

Woozi se recargó en la pared. Su departamento era pequeño y oscuro, tenía luces neones por todos lados y una computadora que abarcaba la mayor parte de la sala de estar. Tenía una cocina pequeña y solo dos puertas que daban a una habitación y al cuarto de baño. Pero tenía una televisión enorme con pantalla curva. Las prioridades del chico eran...curiosas.

—No quiero meterme en problemas con los lobos.— Respondió Woozi. —Así que váyanse.

—Hombre, este es el único lugar que no conoce ese tipo. No tenemos otro lugar.— Confesó Mingyu. —Solo será por esta noche, tengo planeado irme a china.

—¿China?— Woozi alzó una ceja.

—China.— Respondió Dino apareciendo por la puerta, estaba sosteniendo al cachorro de Jeonghan, pero lo hacía como si fuera radioactivo. —Ellos van a huir, Ni siquiera nosotros sabemos exactamente a donde, solo sabemos que tienen dinero.

—¿robaste un banco?

—Hoshi se lo dio.— Respondió Jeonghan con una sonrisa. —Woozi.— El omega se acercó. —Sé que no quieres meterte con los lobos, y estás bien, definitivamente no deberías hacerlo, pero... Si no nos ayudas...— Jeonghan se acercó a susurrar. Aun así Mingyu escuchó. —Te estarás metiendo con un lobo al que no le importa ninguna ley... Y te morirás virgen.

Tanto Mingyu como Woozi abrieron los ojos de par a par, Dino no se sorprendió, tan solo cargó al cachorro de una manera más cómoda y comenzó a arrullarlo.

—¿Qué?— Preguntó Woozi.

—¿Qué?— Preguntó Jeonghan de regreso con una sonrisa. —Dino investiga demasiado bien. Descubrió que siempre visitas una zona especial, consultó con los "trabajadores" y digamos que te has hecho un poco famoso por contratar ciertos servicios y al final no concretar nada.

Oh. Oh... Mingyu miró a Woozi quien se cubría el rostro con una mano, incluso con las luces neones su rostro parecía un tomate. Soltó una pequeña risa y apartó el rostro. No era quien para juzgar a las personas, Mingyu había pasado un par de años obsesionado con su ex novio, así que no podía decir nada al respecto. Los secretos de cada hombre debían ser respetados, y más si eran secretos que los avergonzaban a tal punto.

—Bien...— Cedió Woozi con coraje en la voz. —Pero si alguien se entera de eso yo delataré a Mingyu.

—¿tanto te importa lo que la gente piense de ti?— Jeonghan soltó una pequeña risa y Woozi lo miró mal. —Bien, bien, guardaré silencio.

—Lamento molestarte así.— Balbuceó Mingyu.

—Cállate, Mingyu, es por esta jodida razón que no debes mezclarte con lobos...— Woozi suspiró aun con las mejillas rojas. —¿y quien es el bebé?

—Oh, es mi hijo.— Respondió Jeonghan con simpleza. —Lo secuestre para que su padre se robara toda la seguridad de la casa y pudiéramos sacar a Minghao y a Jun de ahí.

—Son las tres y media.— Habló Dino mirando el reloj. —Dentro de una hora o dos debería estar todo listo. ¿Nos vamos ya?

Jeonghan asintió tomando al cachorro quien dormía y llevándolo hasta Woozi. Lo dejó en sus brazos y quizás se acercó un poco más de lo debido. O quizás no, Mingyu realmente dudaba de que Jeonghan conociera el espacio vital de cada persona. Aun así solo observó en silencio.

—Gracias por cuidar de mi hijo. Lo compensaré.— Habló Jeonghan para Woozi.

—Vámonos.— Dijo Dino tomando a Jeonghan del brazo. Mingyu asintió.

Cuando se subió al coche respiró profundo. Realmente estaba haciendo esto, realmente estaba yendo por Minghao. Miró a Vini en el asiento de al lado y la tomó. Había dejado a la perra con Seokmin de nuevo pero no le dijo nada. Él no tenía porque meterse en problemas. Ni su hermana, ni nadie más, Mingyu solo aceptaría la ayuda de Jeonghan... y la de Woozi.

Sonrió acariciando los pétalos de Vini.

—¿lista para tu parte del trabajo?— Le preguntó a la planta. —Solo tienes que cuidar de Minghao por unos momentos, y hacerle saber que estamos ahí. Lo harás bien.

Lo harían bien. Mingyu iría por Minghao.

Hold [GyuHao] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora