Veinte y ocho

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—Déjate tocar.— Le dijo a Mingyu a Minghao en el pequeño consultorio de la hermana de Seokmin. —Si te dejas hasta puede ser agradable.

—Odio tu pésima selección de palabras.— Respondió Minghao cubriéndose aún más con la ropa de Mingyu.

Minghao se había ocultado tras la ropa de Mingyu, capas y capaz de ropa innecesaria solo para esconder su cuerpo en ella porque sabía que la hermana de Seokmin iba a revisarlo. No había de otra, tenían que comprobar que el cachorro estuviera entero y no solo fuera medio humanito o que fuera solo un humanito y no dos. O tres. Aunque el cuerpo de Minghao estaba tan delgado como la primera vez que lo vio que podría solo ser ¼ de humanito.

—Trataré de ser rápida.— Dijo la mujer con amabilidad mientras acomodaba su lugar de trabajo. Seokmin esperaba afuera. —Solo revisaré que todo esté en orden. Recuéstate, por favor.

Minghao lo tomó del brazo recostándose sobre la camilla, Mingyu se mantuvo cerca. Si bien Seokmin lo había empujado dentro del lugar Minghao se aferró a su brazo en todo momento, incluso cuando solo estaban de pie hablando a un metro de distancia con la mujer. Minghao se negaba a soltarlo o darle un respiro, peor que estar en casa, y aunque Mingyu le aseguró que todo estaría bien el chico se negó a cambiar su asustada actitud.

—Me estas pellizcando.— Dijo con una pequeña mueca de dolor.

—Sopórtalo.— Murmuró Minghao mirando al techo.

—Entonces...— habló la mujer. —Catorces semanas...— Ella alzó la ropa de Minghao y este respiró profundo sin soltar a Mingyu, su cuerpo había cambiado un poco...solo un poco a como Mingyu lo recordaba, quizás el mayor cambio era que el omega parecía estar a punto de salir huyendo de ahí, tan miedoso que no podía ser normal. —Terminemos rápido con esto, no es bueno que te estreses.

—Si te estresas así el cachorro saldrá con ojos saltones.— Regañó Mingyu a lo que Minghao apenas sonrió.

—Es mejor a que salga así que con dos líneas por ojos.

—¿Qué?

—Ahí está.— La mujer señaló la pantalla y Mingyu apenas se había dado cuenta del extraño gel y la especie de...pluma que pasaba sobre el estómago del omega.

—Oh, wow, parece un cacahuate.— Mingyu se inclinó para ver. —Minghao, cambiemos los nombres, un cacahuate no puede llamarse Sofía ni Vernon.

—¿El cacahuate está bien?— Preguntó Minghao.

—Es un poco pequeño, pero todo parece en orden.

Minghao relajó su agarre mientras miraba a la pantalla, su pequeño cacahuate podía verse, y era solo algo lindo. Mingyu sonrió.

Hold [GyuHao] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora