Dos

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La ropa de Minghao parecía estar en buen estado a pesar de estar sucia, de hecho, parecía que el omega se había esforzado por hacerla ver sucia, tenía manchas únicamente por la parte de delante y de los lados y el aroma a basura provenía de ahí, y sus pertenencias... no llevaba nada con él, ni un celular ni relojes ni dinero, tan solo las hojas del test de embarazo, el problema era que el hospital de dónde venían esas hojas no era para nada barato, incluso tenían un logo bonito y elegante.

—El ingeniero tiene ocho semanas.— Dijo en voz alta mientras Minghao se vestía, si él no hubiera querido que Mingyu tomara las hojas entonces se las abría quitado al instante, pero no lo hizo así que estaba bien. —Estás a tiempo para que te ponga los videos concientizadores. ¿Sabías que a las ocho semanas ya puede oler las rosas?

Minghao se giró tomando un trozo de pizza de la mesa y le restó importancia a Mingyu. Estaba vestido con la ropa de Mingyu, al ser delgado le quedaba realmente grande y aunque lo pensó antes no se veía realmente tierno, solo se veía como si estuviera nadando en tela.

—No voy a abortarlo.— Dijo Minghao con calma. —Pero si quisiera hacerlo no sería tu problema.

—Oye, es un bebito, me importa que nazca aunque te haya encontrado en la calle oliendo a mierda y sin hogar— Volvió a bromear examinando la hoja con más atención. —Xu Minghao. ¿eres chino?

—¿dice mi nombre?— Minghao se acercó para ver la hoja. Mingyu le señaló el lugar.

—En realidad dice Seo MyeongHo... ¿sabes leer?

—Solo en chino.— suspiró Minghao. —¿Qué más dice?

—Todo lo importante ya lo sabes, es un feto de ocho semanas.

Mingyu miró el estómago de Minghao por varios segundos, estaba un poco abultado, apenas perceptible, y despues miró sus brazos y su rostro, todo él parecía bien cuidado y alimentado, mejor que Mingyu, sin ninguna marca o rasguño o muestras de maltrato, todo en él estaba perfecto ¿Por qué estaba en la calle entonces?

—¿Quién demonios le pone piña a la pizza?— Se quejó el omega quitando el trozo de fruta de su pizza, Mingyu se sintió abofeteado. Podían insultar su hogar, su bañera, su aroma, pero nunca a su pizza.

—No te quejes de mi pizza o tu e ingeniero comerán croquetas los próximos días.— Minghao se encogió en hombros. Era un buen momento para comenzar con las preguntas. —¿Qué pasó con el otro padre?— Minghao no respondió. —Oh, entonces solo quieres recibir la ayuda sin dar nada a cambio. Comienza a limpiar si quieres vivir aquí o dame dinero.

—No tengo dinero.

—Vende tus zapatos guchi. Darán buen dinero por ellos.

—Se dice Gucci... Si consigues venderlos el dinero es todo tuyo, lo mismo con el cinturón.

Bien, no era un omega pobre, no era alguien que vivía en la calle por necesidad, era una persona adinerada que seguramente estaba metida en una mierda turbia de la que Mingyu no quería formar parte, pero tampoco quería sacarlo afuera y ver que pasaba. Minghao estaba ocultándose de algo y la crianza de Mingyu le decía que no lo podía dejar solo...Era una mierda ser un Kim, porque sus padres eran tan buenos con los demás que se sentía presionado a ayudar a todos.

—¿te estás escondiendo?— preguntó con seriedad cruzándose de brazos. Si iba a meterse en esa mierda tenía que saber si era peligroso o no. Minghao miró al suelo y su fragilidad salió a flote.

—Si me quedaba en la calle me iban a encontrar pronto.— Dijo el omega con la voz delgada. —La gente no dejaba de mirarme, por eso me llene de basura y comencé a esconderme en los callejones.

—¿tu celular y tus cosas?

—Las tiré fuera del hospital.

Así que realmente no quería ser encontrado.

—Ah, déjame adivinar... te escondes de tu familia o está en china. ¿Cuál de las dos?

—Está muerta.

Oh...Cállate Mingyu.

Hold [GyuHao] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora