Hold [GyuHao] [Omegaverse]

Veinte y cuatro

Cuando la música comenzó a sonar Mingyu caminó esquivando a todas las personas en el centro, incluso esquivo a una que otra mujer que lo miraba interesada, fue directo hacia Minghao, y cuando estuvo detrás de él extendió su mano ofreciéndosela en total silencio mientras que con la otra lo sostenía del hombro, Seokmin miró con curiosidad pero decidió darse la vuelta y fingir que nada pasaba. Tardó un poco, pero por fin Minghao aceptó su invitación.

—Sigo molesto.— Dijo Minghao mientras que colocaba su mano sobre el hombro de Mingyu, él lo tomó de la cintura aparentando saber lo que hacía. —Arrepentido.

—Lo siento, no imaginé que mi hermana me quería de trabajador sin paga.

Mingyu arrastró a Minghao a cierto rincón del lugar para que nadie los viera, el chico se acercó todo lo posible y colocó su cabeza en el hombro de Mingyu ocultando su rostro. Bien, al menos así nadie lo recordaría. Dio un pequeño suspiro y seguido el primer paso. Esperó no lastimar a Minghao, en realidad sus habilidades en el baile eran vergonzosas y apenas sabía moverse con el ritmo de la música, pero podía tener accidentes como pisar a su compañero o patearlo.

—Bailas horrible.— Fue la frase más monótona que escuchó en Minghao. Mingyu suspiró. —Abrázame e intenta no pisarme.

Mingyu lo obedeció, sus piernas comenzando a desesperarle por lo largas e inútiles que parecían ser. Aun así Minghao supo arreglarlo, él comenzó a bailar demasiado cerca al punto que a Mingyu no le quedaba de otra más que seguir sus pasos. Prestó atención a cada pisada mientras se escondía un poco más de la gente.

—Lamento no ser el mejor bailando.— Suspiró cuando el silencio comenzó a incomodarle.

—Está bien.— Murmuró Minghao. —La última persona con la que baile lo hacía realmente asombroso, pero...te prefiero a ti.

Una sonrisa salió de sus labios como un suspiro. ¿Por qué Minghao lo preferiría a él antes que a un buen compañero? Si era un idiota solo era cuestión de pedirle que se callara y comenzar a bailar sin darle un respiro. Y si era feo siempre podía ignorar su rostro mirando hacia otro lado. Mingyu definitivamente no era la mejor opción.

—Esa persona debió de ser muy desagradable como para que me prefieras a mi.— Bromeó.

—No era desagradable.— Respondió Minghao. —Todos querían bailar con él, a mí solo me dedicó unos minutos...

—Lado bueno de Mingyu; te dedicaré toda la noche, lado malo; soy horrible bailando.— Minghao soltó una suave risa que hizo a Mingyu cerrar los ojos.

—Mingyu.— La voz de Minghao sonó suave y necesitada, tanto que un sentimiento extraño cruzó por su cuerpo. —sostenme.

Mingyu lo sostuvo, casi siendo incapaz de abrazarlo.