Cuarentaitres

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Tocó la puerta estando consiente que eran las dos de la mañana, no había nadie cerca, ni siquiera autos porque la casa estaba algo lejos de la civilización, era hogareña, pequeña, pero sin duda más grande que su departamento, y había un perro viejo dormido en la ventana. Había dejado a Jun en la casa de Seokmin junto con la perra, y tomó a Minghao y a Vini para emprender un largo viaje de treinta minutos en auto que se hicieron cincuenta gracias a que la hermana de Seokmin se perdió en el camino. Ninguno dijo nada en todo ese tiempo, como si sus voces se hubieran apagado.

La puerta se abrió y Mingyu dio su mejor sonrisa, aquella donde mostraba todos los dientes y pretendía ser apuesto...casi le cerraron la puerta en la cara así que puso el pie intentando evitarlo.

—¡Escúchame un momento!— gritó. —¡Tengo un omega gestando y no dudaré en usarlo!

La puerta se volvió a abrir y Mingyu no podía creer que en serio había funcionado. Minghao le dio un suave golpe en la espalda y él tan solo sonrió empujándolo un poco hacia la puerta, para que ambas personas pudieran encontrarse.

—Oh, realmente eres un omega.— Dijo el chico frente a ellos con sus cejas levantadas.

—Me llamo Minghao.— aclaró el omega.

—Seungkwan...— Se presentó su examigo apartándose de la puerta para que pudieran pasar. —Solo entren.

Por dentro la casa era exactamente igual que antes, los mismos sillones, las mismas fotografías colgadas, incluso la misma alfombra fea. Sintió a Minghao golpearse contra su costado y lo abrazó sabiendo que el omega no era fan de las personas nuevas, o de los monos, porque Minghao no quería que nadie lo tocara. Intentó comportarse con naturalidad mientras que escuchaba el tenue sonido del viento golpear las ventanas, el perro bostezó.

—Parece que entre a una máquina del tiempo, pensé que era él quien lo mantenía así y no tú.— Bromeó dejando caer la mochila en el suelo.

—Tengo un departamento en la ciudad, tienes suerte de encontrarme aquí.— Suspiró Seungkwan dejando dos tazas de agua caliente sobre la mesita de noche, les colocó el mismo té de mandarina que Mingyu odiaba. —Solo vengo aquí en esta temporada del año.

—Si no te hubiera encontrado me hubiera metido por la puerta trasera ¿sigue rota?

Seungkwan le mostró la lengua.

—La arreglé el año pasado.

—Entonces la hubiera roto.— Tomó la taza dándole un rápido sorbo sin saborear. Minghao se acurrucó contra él en el sillón, ocultando con sus brazos parte de su torso. —Seungkwan, este es Minghao, algo así como mi interés romántico, Minghao, este es Seungkwan, mi ex.

—¿ex novio?— Preguntó Minghao.

—Examigo.— Corrigió Seungkwan. —Solo le abrí la puerta porque hace frio afuera, y llevas un cachorro.

—él si es próvida en serio.— bromeó Mingyu murmurándole al omega. Seungkwan le lanzó un libro.

—¿Qué hacen aquí?

—Nos estamos escondiendo del Mingyu de Minghao.— Dijo Mingyu esperando a que Seungkwan comprendiera, y así fue. —Es un alfa y da miedo, ya sabe dónde vivo.

—Supongo que en este caso no sirve una orden de alejamiento.— Seungkwan suspiró sobre su taza. —¿estás intentando redimirte? Aun no olvido lo que le hiciste a Wonwoo. ¿él lo sabe?

Mingyu asintió.

—Sabe que fui una mierda acosadora. No sabe otros detalles.

—¿Qué detalles?— Preguntó Minghao con la taza caliente entre sus manos. Él no la bebió.

—Detalles como que acosó a su ex hasta que le pusieron una orden de alejamiento.— Respondió Seungkwan. —Que lo estresó a tal punto de que Wonwoo no podía ir a ningún lado sin pensar que Mingyu estaría ahí. Detalles, como la pesadilla que vivió Wonwoo durante semanas. Mingyu fue un idiota, por eso dejamos de ser amigos.

Mingyu suspiró mirando a otro lado. Bien, no podía huir de eso, menos cuando Seungkwan era el mejor amigo de Wonwoo, la persona con la que vivía y que vio a Mingyu acosarlo hasta las últimas semanas. Seungkwan presenció todo el desgaste emocional que sufrió el chico, y Mingyu no tenía derecho a decir algo, no tenía derecho a pedirle a Seungkwan que parara o que le ocultara cosas a Minghao. Ya no tenía sentido.

Sintió la mirada de Minghao a su costado.

—Si, tengo la orden de recuerdo.— Aclaró Mingyu. —No tengo nada que decir al respecto.

—Ni yo.— Respondió Minghao por fin mirando al frente, pero no había nada amigable en su rostro. —Por ahora.

Oh. "por ahora" no se escuchaba bien.

Hold [GyuHao] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora