Su departamento estaba solo, tenía un aroma a humedad y era solo de un ambiente sin contar el baño, la cocina era pequeña y quedaba justo frente del comedor que solo era una mesa, y despues estaba la sala de estar que era solo un par de sillones y un mueble para sostener la televisión junto con una mesita de noche que estaba repleta de basura y de su planta llamada Vini. Despues, atrás de todo eso y al descubierto una pequeña plataforma que llevaba a su habitación sin paredes ni puertas que constaba solo de una cama y un par de muebles regados, y su perro que nunca se movía de la pequeña cama frente a la suya. Despues había una puerta que llevaba al baño, solo un pequeño cuarto y por alguna jodida razón la bañera estaba fuera junto a la cocina, porque no cabía en el cuartito.
Bien, era un pésimo decorador de interiores, tenía un lugar grande pero pocas cosas y su ropa estaba regada por todo el lugar, y los juguetes de su perro también. Su sueldo de camarero y bibliotecario no alcanzaba para comprar más, su refrigerador estaba lleno de comida congelada y un par de platillos preparados por su hermana que siempre le hacía llegar con una nota.
—Huele mal.— Dijo el omega a su lado que aun lo sostenía de la mano.
—No hueles precisamente a rosas.— Se quejó soltándolo y cerrando la puerta detrás de él. —Que mal agradecido, el perro me lo agradeció mejor cuando lo traje.
El chico no respondió, fue directamente hacia el animal y comenzó a acariciarlo, y el perro se dio la vuelta con dificultad dejando al descubierto su estómago. Era un perro perezoso y flojo, soltaba más baba que pelo y lo único que sabía hacer bien es salirse del departamento y buscar donde cagar afuera. Mingyu no dudaba que fuera un perro abandonado.
—Báñate.— Ordenó buscando en los montones de ropas algo que el chico pudiera ponerse. —Vas a apestar mi departamento a basura.
—¿Por qué tu bañera está en la cocina?
—Me gusta comer mientras me baño.—suspiró tomando una camisa limpia y ropa interior. —Mi departamento está diseñado para una sola persona, no dos... o dos y media.
—Hasta que salga de mí no cuenta como persona.— Respondió el chico comenzando a desvestirse.
Bien, ninguno parecía incomodarse con la desnudez, ni con la situación, y si era así Mingyu no iba a preguntar nada más.
—Soy pro-vida, cuenta como ingeniero para mi.— bromeó encontrando pantalones.
—Si yo no puedo tener un título universitario él tampoco.— murmuró el chico comenzando a llenar la bañera, estaba desnudo, pero no tenía un tercer brazo ni nada que lo hiciera voltear a prestarle atención. Solo era un cuerpo humano. —¿no tienes agua caliente?
—Ciérrala y ábrela tres veces, a la tercera va a temblar un poco pero saldrá.
El omega hizo exactamente lo que dijo y la tubería tembló, comenzó a caer agua con humo y el departamento comenzó a adquirir ese aroma a húmedo que tanto lo irritaba, por eso prefería bañarse con agua fría. De cualquier modo decidió que no podía estar haciendo nada mientras que su nuevo inquilino tomaba una duche frente a él, por lo que comenzó a buscar cualquier cosa que pudiera ingerir. Tan solo encontró dos rebanadas de pizza en el microondas, listo para recalentarse.
Así que, por alguna razón había traído a un omega a su departamento, un omega, una mierda extinta desde hace años, de esas personas que descendieron de jodidos lobos y no de monos. Era como una mierda irreal verlo con el estómago un poco abultado y sus característicos ojos grises, era una mierda ver que aun existían esas cosas despues de una guerra hace miles de años donde los monos ganaron. ¿Por qué había un omega en la ciudad? No se atrevió a preguntar cuando lo encontró en la calle. Giró a verlo escuchando aun el sonido del microondas y lo vio sumergirse en el agua hirviendo.
—¿Comes pizza?— le preguntó. —¿o te doy las croquetas del perro?
—Dame las croquetas y con gusto te las meteré por el culo hasta que las escupas.— Murmuró el omega.
—No creo que el cuerpo humano funcione así.— Sacó las dos rebanas de pizza y las dejó sobre la mesa cruzándose de brazos, miró al omega sumergiéndose en el agua. —Mi nombre es Mingyu.
—¿solo Mingyu?
—Solo Mingyu. Tú eres...
—Minghao.
—Y el ingeniero es...
El omega se sumergió en la bañera hasta que el agua se desbordó y mojó el suelo de madera. Mingyu suspiró. Bien, al parecer aun no era tiempo para hablar de la estrella en el vientre del omega. Comenzó a ordenar un poco alrededor dando por terminada la plática, tampoco quería preguntarle de donde había salido o porque carajos era un omega si se suponía que estos estaban extintos.
—Mingyu.— Lo llamó Minghao y se giró para mirarlo. —Tu perro es hembra.
Mingyu miró a su perro y este... esta... solo se giró mostrándole el estómago y sacándole la lengua.
—oh, amiga, lo siento tanto, no respete tus pronombres todo este tiempo.
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Hold [GyuHao] [Omegaverse]
Fiksi PenggemarLa sociedad de los lobos es cruel y fría, y Mingyu lo descubre de la peor forma al encontrarse con un omega. No puede sostenerlo, pero tampoco quiere soltarlo. *M-preg. *GyuHao. *SoonHao/Meanie.