Jungkook Reactions

Parte 89

Me coloqué el vestido, largo y con un corte que exponía mi pierna izquierda. Revisé mi maquillaje y subí al auto para conducir hacia la fiesta.

Justo cuando llegué, logré observar a Jeon entrar al estruendoso lugar. Bajé enseguida para poder entrar también.

Una vez dentro, caminé con confianza hasta pedir un trago.

Varios miradas se pegaron a mi y esperé que entre ellas estuviera la de mi objetivo.

Tomé del contenido del vaso con gracia antes de sonreír mientras caminaba hasta quedar al centro de la pista. Pronto, sentí la mirada fija de alguien a lo que uní mirada y sonreí al ver a Jeon viéndome.

Me acerqué hasta sentarme en su regazo, sintiendo sus brazos rodear mi cintura y yo rodeé su cuello. —Dicen que entre más miras más quieres. ¿Es así? —pregunté con lascivia mientras analizaba su rostro y pasaba mis manos por sus hombros.

—¿Quieres una noche nena? —preguntó sosteniendo mi cintura con firmeza mientras su rostro se acercaba hasta rozar nuestros labios. —Porque te la puedo dar sin problemas.

—¿En serio? Creí que eras alguien ocupado —dije viendo a las chicas que estaban a su lado— Pero entonces me puedes dar un poco de atención —hablé susurrando en su oído mientras pegaba mi torso al suyo.

Él sin previo aviso me cargó para caminar de esta forma a una de las habitaciones. Me acostó en la cama y mientras se quitaba el saco, yo presionaba el botón debajo de mi vestido sabiendo que mis compañeros no tardarían en llegar.

Él se colocó sobre mi mientras comenzaba a besar mi cuello con fuerza. Enredé mis dedos en las hebras oscuras de su cabello mientras rodeaba su cintura con mis piernas.

Antes de que pudiera llegar a más, la puerta se abrió, algunos lo esposaron y yo me puse de pie, reincorporándome. Lo vi y sonreí— Un casi gusto señor Jeon. —dije cruzándome de brazos y él lanzaba miles de maldiciones.

—Te prometo que voy a encontrarte nena. —dijo forcejeando— Lo prometo.

—Si, si, no sabes cuantas veces me han dicho eso. —dije pasando a su lado para abrir la puerta— Llévenselo.

Con eso dicho, mis compañeros se llevaron al mafioso Jeon hacia el auto y próximamente hasta la cárcel.

Regresé a casa, con una sonrisa h una victoria más en el llavero.

1 año después.

Llegué a casa de nuevo, me recosté en la cama después de lavar mis dientes y solté un suspiro cansado. Antes de cerrar mis ojos, dejé mi placa de fbi en la mesa de noche.

Mientras comenzaba a dormir, sentí una caricia en mi brazo que hizo que abriera los ojos rápidamente— Oh nena, no quise despertarte. —dijo una voz que reconocí segundos después. Me volteé rápidamente con intenciones de alejarlo y golpearlo sin embargo mis muñecas estaban atrapadas entre sus grandes manos—. Eres valiente, demasiado. Sin embargo, la valentía no te ayudará en estos momentos. Soy dueño de una mafia TN, no soy un ladrón que roba tiendas —bufó ofendido con el término—, iba a salir de ese lugar tarde o temprano.

Forcejeé para salir de su agarre hasta lograr patear su entrepierna y tomar mi arma rápidamente. Él hizo lo mismo, pareciendo no haberse inmutado con mi golpe— sé inteligente, si no quieres morir ahorita, tendrás que venir conmigo.

—No soy idiota —dije molesta—, así que vete ahora, amenos que quieras que te encierre en una cárcel no convencional.

Él rió— adelante, quiero verte intentándolo.

Con eso dicho, disparó, dando en el centro de mi arma, la cual solté rápidamente. —Adelante, detenme —dijo acercándose hasta tomar mi cuello y rozar nuestros labios— inténtalo.

—Lo haré —dije desconcentrada por sus labios. —Lo prometo.

—Mmm, no lo creo —repitió hasta besar mis labios sin cuidado y fruncí el ceño sin poder alejarme. Después de unos segundos, cedí, dejando de forcejear contra sus labios— ¿ves?

Dejó otro beso en mis labios, haciendo que no me diera cuenta cuando comenzaba a seguirlo, mientras él avanzaba (aún besándome) hasta salir de la habitación.

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