• ஜ •16• ஜ •

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Draco Malfoy.

Apenas Harry se quedó dormido me levanté de la cama, mientras él descansaba yo me rompí la cabeza con todo esto.

Harry quería regresar, lo pude ver en sus ojos pero yo se que él está mejor a mi lado, conmigo nadie lo dañara a él ni al bebé.

No pegue un ojo en toda la noche, me quedé sentado sobre uno de los sillones de la habitación mirando hacia la cama pensando lo que podía hacer con mi vida y con Harry.

Había dejado para segundo plano el hecho de que tal vez yo no era real, más bien, según Granger yo ni siquiera existía antes de Harry.

Ya después de horas en donde vi los colores azules del cielo aclararse e irse degradando de azul a morado, de morado a lila y de lila a rosa.

Hoy me llevaría a Harry a una cita, desayunaremos en el jardín y lo llevaría por un paseo en los grandes jardines delanteros de la mansión, se que a él le gusta ir cerca de las fuentes para escuchar el ruido del agua y acostarse en los campos de dientes de león soplando uno con deseos creando una nube gigantes de estos.

Tal vez él no lo recuerde o no lo sepa pero eso es lo que hizo el primer año cuando me dijo que no regresaría a terminar el séptimo año a Hogwarts.

Y entonces después de eso podría llevarlo a comer unas buenas

Me quedé embalsamado con la imagen de la luz entrando por la ventana haciendo brillar los cabellos de Harry con la luz del sol, su piel piñon estaba ligeramente sonrojada bajo sus ojos por el llanto de ayer y sus labios entreabiertos silbando ligeramente al exhalar.

Con cuidado lleve una de mis manos para acariciar su cabello negro tan sedoso, como el de un gatito.

Harry sonrió aun dormido cerrando su boca para intentar respirar por su nariz tapada.

Eso solo provocó que una risita ronca discreta saliera de mis labios provocando que Harry entreabriera sus ojos adormilados buscando enfocarme tiernamente sin sus lentes.

-Hambre.-Murmuró él mientras llevaba sus dos manitas a tallar sus ojos.

-Buenos días Potter, dormí muy bien, lleno de mocos pero bien.-Comenté mientras me levantaba de la cama con una voz bañada en sarcasmo.

De reojo pude observar como Harry rodaba sus ojos molesto.

-Ayer no cene ni comí, me quedé dormido, ¿Si?.-Dijo Harry a la defensiva sentándose en la cama cruzándose de brazos mirándome molesto.-Necesito algo dulce o moriré en estos instantes.

-El plan de hoy es desayunar en el jardín.-Dije mientras me adentraba al vestidor sacando del armario una de mis batas celestes de seda para Harry.

Sali de la habitación, Harry ya estaba de pie estirándose lentamente.

Me coloque detrás de él extendiendo la bata para ayudarlo a ponérsela.

Harry se colocó la bata y después de aquello tomé con delicadeza su mano y lo guie hasta la puerta, cruzamos a la habitación de enfrente para ver a Teddy y Maven quienes seguían dormidos. Seguramente no se levantaron hasta después, ayer se durmieron bastante tarde y de no ser así, Granger por fin me sería útil a mi.

-Granger me dijo ayer que moría de ganas por cuidarlos hoy..

Aclare dándole un apretón a su manita para después ambos de las manos caminar por los grandes y anchos pasillos, bajamos las escaleras de la mano y eso fue estar como en una utopía personal.

¿Cómo es posible que el solo agarrar su mano me tenga así de feliz?.

Suspire discretamente.

Supongo que es el efecto Potter.

Al llegar a las cúpula del jardín en donde solía desayunar con mi madre Harry ligeramente confundido miró con plena atención el jardín.

-Es diferente.-Murmuró Harry mientras tomaba asiento.-Pero no tanto, en algunas cosas.

Arque una ceja.

-¿De qué hablas?.

-El jardín, el otro jardín Malfoy estaba un poco más vacío que este.

La comida apareció en la mesa, inmediatamente tomé uno de los tenedores para llevarlo a un trozo de fresa.

Para Harry eso fue un efectivo silenciante ya que no perdió ni un segundo cuando ya estaba comiéndose su pan francés sin piedad.

-Sabía que juntarte tanto con Weasley algún día te afectaría.-Hable mientras tomaba mi taza humeante de té verde.

Harry solo sostuvo mi mirada por unos segundos antes de que ignorara mi comentario olímpicamente.

Al final Harry no habló hasta que empezó a comerse sus huevos estrellados con su tomates y papas al horno.

-Jamás en mi vida había tenido tanta hambre.

Comentó Harry tomando con mucha más tranquilidad su té verde.

Solté una risa suave y tranquila.

-Después de comer podemos ir a reposar la comida a los campos de dientes de león.

Harry asintió animado regalándome una sonrisa franca y natural.

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-Desearía ser una nube.-Soltó Harry al acostarse entre los dientes de león.

-¿De todo lo que podrías desear quieres ser una nube?.-Pregunte mientras que al igual que él me acostaba en el césped.

No me extrañaba casi nada aquello, Harry a veces solía ser así de espontáneo.

-Si, una nube es suave y ligera, ¿Te imaginas que tan bien se sentiría estar flotando como una?..

-Dame un beso...-Ordene volteando hacia el.

Harry frunció el ceño con una pequeña sonrisa en los labios.

-Anda, dame un beso.-Anime acercándome a él.

Harry dejó de mirar el cielo y giró su rostro hacia mí acercándose lentamente.

termine por acortar la distancia atrapando entre mis labios su labio inferior, mis manos se deslizaron por su costado hasta llegar a su cabeza en donde la empuje mas hacia mi para poder empezar a introducir lentamente casi tímidamente mi lengua.

Para cuando nos separamos ambos al mismo tiempo suspiramos tan suavemente, como si fuéramos un par de nubes ligeras que tocaron las estrellas fundiéndose en el cielo.

-Definitivamente me acabo de sentir como una nube esponjocita.-Confesé en un susurro bajo.

Ambos sonreímos al mismo tiempo y sin razón alguna aparente solté una risa irreprimible tan contagiosa que Harry empezó a reír también.

Los dos parecíamos tan sincronizados... tan enamorados.

•°100 𝑅𝑎𝑧𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑃𝑎𝑟𝑎 𝐴𝑏𝑟𝑖𝑟 𝐿𝑜𝑠 𝑂𝑗𝑜𝑠•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora