•ஜ • 7• ஜ •

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Harry Potter

Frustrado me deje caer en la silla sentandome muy vagamente.

¿Dije algo malo?.

Se fue de un parpadeo sin darme tiempo para siquiera intentar detenerlo.

Me dejo con un mar de cosas por decir y hacer.

No es justo, ni siquiera me dio tiempo de decir nada...

Un gruñido quejoso abandonó mis labios y con un enojo lleve mis manos a mi rostro para tallarlo y así impedir que las lágrimas bajaran por mis ojos.

La semana pasó de un parpadeo, hablé con Hermione y al parecer no había nada raro en nada y eso era tan desesperante.

Nathan era tan perfecto, tan dulce, tan atento...que simplemente no podía ser verdad.

El no trabajaba en el ministerio, el trabajaba en el mundo muggle en sus empresas y yo seguía siendo jefe de aurores.

Para olvidar toda la mierda me empeñe en mi trabajo, había tantas cosas por hacer, terminar de cazar a los ex mortifagos y más encima los casos de gente internada en san mungo solo aumentaba.

Los parásitos...

Era una red de tráfico ilegal de magia robada cuyo propósito al parecer solo era quitar magia a víctimas al azar.

Ese caso fue lo único bueno que me había pasado en la semana y no porque me alegrara que quitaran magia, no, era porque mantenía mi mente lo suficientemente distraída como para olvidarme de pensar en Nathan o en Draco o simplemente en mi maldita desgracia.

Sali del ministerio con mi maletin negro, camine por las calles muggles hasta llegar a mi restuarante favorito para comer y despejarme, iba frecuentemente a el en mi otra vida...

Como siempre al llegar me atendieron de inmediato, pedí una mesa sola en la terraza, la tarde ya estaba cayendo y el sol apenas era capaz de calentar mi piel.

El viento movía mis cabellos en una danza tranquila, mire la carta perdiéndome en sus letras.

Era en estos momentos en donde mi pecho se llenaba de una sensación que no puedo simplemente describir, una sensación de un vacío hueco en mi estómago, incluso podría jurar que mi corazón latía con más pesadez.

Sabía que era por la ausencia de Draco pero trataba juro que trataba de no ponerle tanta atención.

Después de unos instantes la mesera llegó, le pedí mi orden y así como llegó se marchó, mordí mis mejillas por dentro mientras nuevamente me perdía en el atardecer.

No me gustaba esta vida, aunque jugar con Teddy era encantador no lo iba a negar pero simplemente no me gustaba, debi que haberle hecho caso a Hermione pero... no quería existir en un lugar en donde Draco no estuviera y ahora que estoy en un lugar en donde Draco vive no quiero simplemente estar porque es como si no estuviera.

Siento que estoy olvidando como se sienten sus labios, su olor a coco, su risa, siento que lo olvido y eso me genera una ansiedad gigante porque simplemente no puedo olvidarlo de la noche a la mañana.

Pero tampoco es como si pudiera regresar...porque no tengo el giratiempos..

Mi ceño se frunció y me incline hacia enfrente como si eso pudiera aclarar mis recuerdos y pensamientos.

Cuando regrese de ese viaje recuerdo que alguien me echo algo al rostro.

Me enderecé en mi asiento mejor.

Sí, cuando llegué a la mansión Arvey alguien me tiró polvos, no recuerdo el color del polvo pero...

La cámara del tiempo, si en el pasado Nathan era el encargado de arreglar la cámara del tiempo junto con Hermione...

•°100 𝑅𝑎𝑧𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑃𝑎𝑟𝑎 𝐴𝑏𝑟𝑖𝑟 𝐿𝑜𝑠 𝑂𝑗𝑜𝑠•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora