•°100 𝑅𝑎𝑧𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑃𝑎𝑟𝑎 𝐴𝑏𝑟𝑖𝑟 𝐿𝑜𝑠 𝑂𝑗𝑜𝑠•°

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Draco Malfoy.

Cuando llegue a la cama deje a Harry en las cobijas, el dia de hoy no había sido tan infeliz como pensé.

Mire por los ventanales, el sol todavía resplandecía, pero Harry estaba dormido ya.

Me impresionó la habilidad que tenía para quedarse dormido tan rápido.

Por mi parte mientras el dormía yo me introduje al baño para poder tomar una ducha que me refrescara, jamás pensé que Blaise vendría a la casa para conocer a Harry.

Me miré en el grande espejo que ocupaba literalmente la mitad de la pared junto con los dos lavabos blancos de mármol, prendí de un movimiento de manos los pequeños faroles elegantes dorados con forma de flor.

Me miré en el espejo inclinándome para ver mi cuerpo, a diferencia de Harry yo no tengo ninguna mordida o chupetón en mi cuerpo.

Suspire y deslicé mi mirada por el espejo, los bordes dorados simulaban una enredadera de plantas.

Eso se debía a que Charleus Potter le encantaban las rosas y casi toda la decoración de la casa está basada en eso.

Plantas.

Solté un suspiro y abrí las llaves del agua para poder mojarme el rostro, debería que decirle a Harry que nosotros deberíamos que empezar a diseñar nuestra casa.

Por Harry me imagino que el jardín debe que ser gigante y que debe que estar situado en un lugar tranquilo, a mi me gustaría un lugar lejos de las demás personas.

Además de que ahora, desde este día todo había cambiado.

Si analizo bien las cosas hay un gigante avance entre nosotros.

Literalmente me lo follé frente a la inmunda comadreja y Harry copero bastante bien.

Camine hasta el armario de puertas negras para poder sacar mi bata de baño.

Esperaba que las cosas empezarán a marchar bien, con Blaise fuera del camino junto con el maldito Weasley siento que a fin progreso.

Deje las toallas en la pechera y me metí a la ducha, abrí las llave de el agua dejando que el agua tibia empezará a mojar mi cabello.

Clavé mi mirada en el suelo de la ducha.

Mañana sería el cierre de la cata de vino de los Zabini, ¿Debería preguntarle a Harry si quiere ir?.

Me gire para poder tomar el shampoo de coco y coloque un poco en mi mano para después empezar a masajear mi cabello haciendo espuma.

Obviamente, yo si quería ir.

El agua caliente estaba relajando mis músculos.

Pero no sé si Harry quiera.

Tome la esponja y mi jabón de coco del hueco que tenía la pared de la ducha para poner las cosas y lo empecé a frotar para hacer espuma.

Me talle el cuerpo concentrado en todos mis pensamientos de hoy, cuando termine salí envolviéndome en seguida en la bata y secando mi cabello.

Me lavé los dientes y al salir del baño mi mirada se paseó por la habitación cayendo en donde estaba Harry acurrucado soltando pequeños ronquidos por la posición doblada en la que estaba.

Entre al vestidor, de los cajones negros finos saque una de mis pijamas de tela polar, me la coloque y salí del vestidor revolviéndome los cabellos.

Me senté en la cama y de un movimiento las gruesas cortinas verde profundo se cerraron de los lados faltando únicamente la de los pies de la cama.