•ஜ • 11• ஜ •

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Apenas abrí los ojos me encontré con dos ojitos grises que me miraban atentamente junto con unos ojitos azules.

Dos bebés de cachetitos regordetes y una mirada brillante me observaban fijamente.

Inmediatamente mis labios formaron una sonrisa.

Me senté en la cama girando mi cabeza hacia el lado de Draco quien estaba sentado con dos platos de papilla verde y dos cucharas.

Draco me sonrió débilmente, le regrese la sonrisa lentamente volviendo a poner atención ante los dos bebés sentados en medio de nosotros.

¿Cuándo habían llegado?.

-Han estado mirandote mientras comian.-Dijo Draco mientras acercaba la cuchara llena de papilla hacia este Teddy quien inmediatamente abrió su boquita bajando su mirada a la cuchara.

Alce ambas cejas sorprendido.

-¿En silencio sin hacer ruido?.-Pregunté girando mi cabeza para centrar toda mi atención en Draco.

Draco soltó una risa suave y asintió mientras que dejaba la cuchara de Teddy en su plato y proseguía tomar la cuchara de Maven.

-Son muy inteligentes ambos.-Aseguro Draco.

Solte un pesado suspiro, inmediatamente ante esto en respuesta Teddy empezo a avanzar hacia mi gateando hasta quedar en mis piernas.

Le regalé una sonrisa a mi pequeño osito y lo tomé para sentarlo en mi regazo mientras dejaba que mi espalda reposara sobre la almohada grande suave.

Empecé a acariciar el cabello ahora castaño de Teddy con tranquilidad mientras recordaba lo sucedido.

Fue como volver a cargar el peso de un mundo entero sobre mis hombros.

Baje mi mirada hacia Teddy, seguramente buscaría a Nathan...si él se llegase a enterar de él porque su otro padre...me odiara.

Yo mismo lo hago, parece que la desgracia me sigue.

-Tomaré un baño.-Murmure parpadeando rápidamente alejando las lágrimas que querían salir a relucir por mi rostro.

Me estire dejando a Teddy en donde anteriormente lo había dejado.

-Tomate tu tiempo Harry...yo los cuido.

Me gire hacia Draco y sonreí más animado, tenerlo aquí conmigo apaciguaba el dolor y de cierta manera la culpa que sentía.

Mi sonrisa se desvaneció lentamente al ver el rostro de Draco entristecer, las primeras cálidas lágrimas se deslizaron de mis ojos lentamente.

Su mirada gris se quedó clavada en mis mejillas, su mano pálida y delgada acarició suavemente mi rostro limpiando mis lágrimas con cariño.

Ese simple gesto me hizo soltar más lágrimas conmovido por sus acciones, simplemente me sentí tan amado.

Como si nada de nada hubiera pasado... como si él fuera mi verdadero Draco.

-Perdón...-Murmuré con una voz tan tensa que posiblemente en cualquier momento se me iba a romper.

Draco se giró para dejar a un lado la comida de los bebés y así poder abrazarme.

-Siento que llorar es lo único que sé hacer.-Murmuré en voz baja escondiendo mi rostro lleno de lágrimas saladas de la profunda culpa que estaba sintiendo.

Draco negó con la cabeza y un suspiro escapó de sus finos labios rosas.

-No es cierto Harry...-Susurro Draco con un tono bajo.

•°100 𝑅𝑎𝑧𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑃𝑎𝑟𝑎 𝐴𝑏𝑟𝑖𝑟 𝐿𝑜𝑠 𝑂𝑗𝑜𝑠•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora