•°100 𝑅𝑎𝑧𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑃𝑎𝑟𝑎 𝐴𝑏𝑟𝑖𝑟 𝐿𝑜𝑠 𝑂𝑗𝑜𝑠•°

⁀➷27༄

Draco Malfoy.

Entre a la habitación con un dolor en la espalda terrible, ni siquiera me moleste en lavar mis dientes, había llorado tanto que estaba cansado.

Con un hechizo me puse la pijama y abrí las cortinas dejándome caer a un lado de Harry rendido.

Este se removió en la cama, sus grandes ojos verdes se abrieron, algo entrecerrados por el sueño.

-¿Draco?.-Pregunto el soltando un bostezo que fue cubierto de inmediato por su mano.

Respondí con un Mmmm Bastante cansado.

-¿Estás enojado?.-Pregunto sentándose en la cama tallando con pereza su ojo derecho.

Fue mi turno para bostezar, le di la espalda y aclare mi garganta.

-Mi humor no tiene que ver nada contigo Harry, no has hecho nada.-Susurre suavemente sintiéndome un poquito culpable por dejarle solo.

Sé que la mansión es tan grande que puede hacerte sentir desolado.

-¿Entonces?.-Pregunto el deslizando sus manos por mi cintura apoyando su cuerpo contra el mío.

El corazón casi se me salió, Harry me estaba abrazando por su voluntad.

Cerré los ojos, no quería perder eso.

-Recordé cosas malas... Cosas que me decepcionan.

No quería que dejara de abrazarme.

-Bueno... sé que no nos conocemos lo suficiente, pero si alguna vez te volviera a pasar me gustaría que vinieras a mi... Soy pésimo para ese tipo de cosas, pero no deberías que guardarte todo para ti.

Sonreí débilmente y me di la vuelta, me encontré con su carita sonrojada y sus ojos verdes atentos a cualquier movimiento.

-¿Tú serás mi consuelo?.-Pregunte intentando tener un tono sarcástico, pero sonó más como una pregunta tímida.

Harry sonrió, su mano pequeña recorrió mi nariz desde mi tabique hasta la punta dejando un toquecito.

-Yo seré tu consuelo.-Dijo mientras sus comisuras de sus labios se alzaban en una sonrisa dulce.

¿Por qué no pudo estar así conmigo en los momentos más difíciles de mi vida?.

Sentí el ardor en mis mejillas, me acurruque mejor en sus brazos hasta que mi cabeza quedo en su cuello y sus manos en mi cabello brindándome caricias suaves que solo me indujeron al sueño.

Cada día necesitaba menos la poción de dulces sueños para poder dormir.

Con Harry a mi lado todo era mejor, entre sus brazos todo era mejor.

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Abrí los ojos lentamente, Harry ya no estaba abrazado a mi, estaba dándome la espalda envuelto en las cobijas.

Me acerque a el suspirando, deslice mis brazos hacia su cuerpo atrayéndolo hacia mi.

-Harry...-Llame con una voz ronca por el sueño.

Harry se removió suavemente en la cama dándose la vuelta, su cara pegada contra la almohada y sus cabellos negros más revueltos que nunca.

Acaricie mi anillo de serpiente, lo acerque a mis labios para besarlo mientras miraba a Harry atentamente.

Un suspiro salió de su boca al instante que mis labios tocaron el metal.

Sus labios cereza estaban ligeramente separados soltando cada cierto tiempo suspiritos con cada caricia que le daba a mi anillo, su piel melón se veía más brillante que otros días indicando que había sudado.